Si la elección interna del PRI reveló el falso triunfalismo de un partido que aún no sale de las sombras, en Morena la correlación de fuerzas se apresura a la división. La lógica de camarillas y grupos internos, pese a ser sancionada por los estatutos, cada día cobra más solidez y construye la tensión en la que se encuentra el partido de Andrés Manuel López Obrador.
El capítulo de ayer en el Senado de la República, donde el grupo parlamentario de la Regeneración Nacional acudió a las urnas para elegir a su nueva representante en la Mesa Directiva de la Cámara Alta, advierte del encuentro áspero que desembocará en la renovación de su dirigencia nacional, el próximo mes de noviembre.
Contrario a lo establecido en la Convocatoria para elegir al o la legisladora de Morena al frente de la Mesa Directiva, el partido permitió la participación de cuatro senadoras pertenecientes a la bancada de Encuentro Social, que modificaron el resultado final. Fue de esta manera que la tabasqueña Mónica Fernández Balboa, alcanzó los votos para dejar atrás a Martí Batres Guadarrama.
El aún presidente del Senado tendría en el panorama dos apuestas: impugnar el procedimiento de votación ante la Comisión Nacional de Honor y Justicia de su partido, donde el resultado muy probablemente le favorecería pues las senadoras ajenas a la convocatoria no renunciaron a la militancia del PES a la hora de sufragar contra Batres Guadarrama.
La segunda, mucho más compleja, es acercarse a las bancadas opositoras y construir acuerdos al tiempo que intenta devaluar los ya ratificados por Ricardo Monreal Ávila, el coordinador de la bancada que encabezó el movimiento para impedir la reelección de Martí. La finalidad es capitalizar los disensos del fresnillense dentro del Senado, y poner en terreno fértil la impugnación en camino.
Todo ello dependerá de la actitud que asuma Andrés Manuel López Obrador respecto al choque de fuerzas en la Cámara Alta, donde la división de Morena en dos grandes grupos habla de que la lucha por la hegemonía apenas comienza. La medición de fuerzas es pareja, de ahí la intervención del PES para superar por apenas cuatro votos al bloque contrincante.
Si el presidente se mantiene ajeno al conflicto, podría asumirse que no tiene problema con que Martí Batres pida al órgano interno de justicia de Morena desconocer la votación de este lunes. Si el habitante de Palacio Nacional le pide disciplina a Batres, como lo hizo en la elección de la coordinación de bancada en agosto del año pasado, podría convertirse en el líder del bando anti-Monreal dentro del Senado.
En ambos escenarios, Ricardo tendrá que disuadir o subdividir a su vez a los senadores anti-Monreal, porque de ello dependerá la gobernabilidad al interior de la bancada y, por ende, los consensos que intente edificar el fresnillense. La lucha por el poder dentro del partido ofreció uno de los capítulos de empoderamiento cuya meta se verificará en la elección interna.
La escaramuza entre Batres y Monreal debería de dejar una lección importante para la clase política local. Al fresnillense hay que entenderlo lejos de sus palabras y más cerca de sus intenciones y su futuro político. Así jugo con un Martí que creyó en su respaldo incondicional. “No me voy a meter, tú vas muy bien. Tú estás muy bien, tú has hecho un gran papel”, le aseguró Ricardo.
En los hechos, el fortalecimiento del Monreal Ávila al interior del Senado pasaba por sacudirse de encima a Batres Guadarrama, y legislador por legislador fue tejiendo un bloque contrario al ejercicio homogéneo de Morena, sin la intervención de López Obrador para detenerlo o solicitarle respaldo en la reelección de su contrincante al frente de la Mesa Directiva.
Con ese tamiz, las declaraciones de Ricardo este fin de semana en Zacatecas esconden el poder detrás de la dinastía. De David dijo que ha madurado lo suficiente como político, pese a que en privado las reprimendas y el lugar secundario que el Coordinador Nacional de Ganadería ocupa en las decisiones de Ricardo, indiquen todo lo contrario.
De Saúl dijo, otra vez, que tenía que enfocarse completamente en el gobierno de Fresnillo, no distraerse ni pensar en utopías y puestos que no sirven. Denotó preocupación. Sin embargo, a través de Geovanna Bañuelos de la Torre, Ricardo legitimó a Saúl y a David como los únicos dos contendientes reales en la boleta del 2021. ¿No habrá ruptura en la familia?
Como es costumbre, la respuesta vino apenas unos días después desde el “equipo” de David en Zacatecas. De nueva cuenta circularon una encuesta de preferencias electorales en la que, por segunda ocasión, se omite el nombre de Saúl Monreal Ávila dentro de las mediciones. Al combatirlo, demuestran su preocupación por una eventual candidatura del “hermano incómodo”. La discordia es real y sólo será salvada por quien, sin decirlo, la mantiene viva.
#Coincidencias: Experto en llevar mensajes políticos con contenidos que merecen una segunda lectura más detenida, las palabras de Ricardo para su hija Elda Catalina Monreal Pérez no fueron precisamente de gran aliento.
El coordinador de senadores de Morena conoce bien a los suyos, y sabe que “Caty” entra a un terreno difícil para el que no se encuentra preparada. Al menos eso fue lo que compartió con una prensa que lanzaba preguntas un tanto simplonas.
“Caty” llega sin la estatura, el fogueo y los elementos distintivos de una pieza política valiosa, por lo que Ricardo se sinceró y aseguró que preferiría que su hija no hubiera entrado en el clima político donde las intrigas, la felonía, la descalificación, la infamia, la traición y la calumnia son proezas de todos los días. ¿Es un llamado a una candidato que le ofrezca mejor operatividad en el partido?
Con el tiempo Ricardo ha desgranado sus cuadros políticos entre “traiciones”, por ello se decantó por la primogénita de la familia para representar los intereses del senador al interior de Morena Zacatecas. Valdría preguntar: ¿qué hay en el senador que hace que se acumulen buena cantidad de traiciones alrededor suyo?
Por ahora previene que la candidatura de “Caty” enfrentará las vicisitudes acostumbradas del golpeteo político, y habrá de estar de ella para apagar los fuegos que conozcan en el camino. Si hay una candidatura atractiva que evite a su hija de la exposición, probablemente Ricardo escucharía lo que tenga que ofrecer.
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Gabriel Contreras Velázquez*
*Analista político
