GUADALUPE. Le dicen Meño, tiene 27 años y es “maistro” albañil. Este Viernes Santo representó por primera vez a Jesucristo en el Viacrucis Viviente que se realizó en Guadalupe, Zacatecas.
Se llama José Manuel Lechuga, es esposo y padre de familia de un nene. Vive en la colonia Campesina, un zona habitacional de la periferia de esta municipalidad; desde los 23 años recibió la estafeta de “maistro” albañil, después de un tiempo de ser chalán.
Lo mismo puede hacer trabajos de albañilería que de fontanería, pero esta vez se ha enfrentado a una de las actividades con mayor responsabilidad en su vida: representar a Jesucristo en un viacrucis.
A finales de enero fue invitado por un miembro del grupo Reencarnación, de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, para personificar a Jesús de Nazaret en el Viacrucis Viviente programado para esta temporada de Cuaresma.
Por ello, desde principios de febrero acudió a los ensayos y preparación de esta festividad religiosa. Por lo menos le invertía una hora y media diariamente a ensayar en la personificación y también en el fortalecimiento físico.
En el patio de su casa, Meño Ada día cargó un tronco de madera de 70 kilogramos, a fin de prepararse para cargar por cerca de dos kilómetros una cruz de madera de 65 kilogramos.
Este Viernes Santo fue un Jesucristo muy concentrado en su papel, de pocas palabras, pero con la certeza de comentar su experiencia en esta personificación: “acepté la invitación de participar porque Jesús es alguien muy especial en mi vida”.
No lo hizo por pagar alguna manda, ni por algo en especial, “yo sólo le pido a Jesús que me siga dando vida, salud y trabajo”, comentó Meño a Trópico de Cáncer Notícias minutos antes de que iniciara el viacrucis, mientras le colocaban en la cabeza una corona de espinas de huizache para prepararla.
Vestido con una túnica roja y una franja blanca, Meño fue el personaje principal en el Viacrucis Viviente de este viernes. Fue golpeado por soldados romanos y recibió las lágrimas de su madre María, quien se arrodilló de él cuando caminaba ensangrentado.
Sus diálogos y su participación en este evento religioso hicieron posible que la tradición del Viacrucis Viviente se mantenga vigente y se siga alimentando de nuevos personajes que participan en el desarrollo de esta eventualidad religiosa en el Pueblo Mágico de Guadalupe.
José Córdova / Tropicozacatecas.com