Como bien saben los amables lectores, en nuestro planeta, las selvas tropicales se están convirtiendo en praderas o tierras de cultivo, al tiempo que las praderas se han transformado en desiertos, y la tundra helada se ha descongelado. De hecho, estudios científicos han registrado «cambios de régimen» como éstos en más de 20 tipos diferentes de ecosistemas, en los cuales se han superado los puntos de inflexión y el veredicto es terrible: en todo el mundo, más del 20% de los ecosistemas corren peligro de cambiar o colapsarse.[i]
Y lo peor es que tales colapsos podrían producirse antes de lo que se piensa: los seres humanos ya estamos sometiendo a los ecosistemas a presiones de muy diversa índole (que se denomina estrés),[ii] y cuando se combinan estas presiones con un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el clima —como la onda calorífica que estamos padeciendo en Zacatecas—,[iii] la fecha en que se cruzan estos puntos de inflexión podría adelantarse hasta un 80%.
Lo anterior significa que un colapso de los ecosistemas, que antes esperábamos evitar hasta finales del presente siglo, podría producirse tan pronto como en la próxima década:[iv] el crecimiento de la población humana, el aumento de la demanda económica y las concentraciones de gases de efecto invernadero ejercen presión sobre los ecosistemas, los cuales están siendo modificados para que suministren alimentos y mantengan servicios claves como el agua potable; además, como estamos comprobando, el número de fenómenos climáticos extremos también está aumentando y no hará sino empeorar.
Y lo realmente preocupante es que los citados eventos climáticos pueden afectar a ecosistemas ya sometidos a estrés, los cuales, a su vez, podrían transferir nuevas o mayores tensiones a algún otro ecosistema, y así sucesivamente, como un efecto dominó: el colapso de un ecosistema iniciaría una reacción en cadena en los ecosistemas vecinos a través de sucesivos bucles de retroalimentación, un escenario de «bucle ecológico catastrófico» con consecuencias funestas.[v]
En una reciente investigación del prestigioso medio científico Nature,[vi] la cual buscaba hacerse una idea de la tensión que pueden soportar los ecosistemas antes de colapsarse, se utilizaron modelos informáticos que simulaban cómo funcionaría un ecosistema en el futuro y cómo reaccionaría ante cambios en su entorno, donde la característica clave de cada modelo era la presencia de mecanismos de retroalimentación, los cuales ayudan a mantener el sistema equilibrado y estable cuando las tensiones son lo suficientemente débiles como para ser absorbidas. Por ejemplo, los pescadores lacustres que tienden a preferir capturar peces adultos cuando la población es abundante: mientras queden suficientes adultos para reproducirse, el escenario puede ser estable.
Sin embargo, cuando las tensiones ya no pueden absorberse, el ecosistema pasa bruscamente por un punto de no retorno —el punto de inflexión— y se colapsa, algo que puede ocurrir, por ejemplo, cuando los pescadores aumentan la captura de peces jóvenes durante la escasez, lo que socava aún más la renovación de la población piscícola.
De esta forma, los investigadores emplearon el citado software para modelizar más de 70,000 simulaciones diferentes, en las cuales, las combinaciones de estrés y fenómenos extremos adelantaron la fecha prevista para el punto de inflexión entre un 30% y un 80%, esto es, un ecosistema cuyo colapso se preveía para la década de 2090 debido al aumento progresivo de sólo una fuente de estrés, como las temperaturas globales, podría, en el peor de los casos, colapsar en la década de 2030, si se tienen en cuenta otros problemas como las precipitaciones extremas, la contaminación o un repentino aumento del uso de los recursos naturales.
Es importante señalar que alrededor del 15% de los colapsos de ecosistemas, en las simulaciones, se produjeron como resultado de nuevas tensiones o fenómenos extremos, mientras que la tensión principal se mantuvo constante. En otras palabras, aunque creamos que estamos gestionando los ecosistemas de forma sostenible, manteniendo constantes los principales niveles de estrés —por ejemplo, regulando las capturas de peces—, más vale estar atentos a nuevas tensiones y fenómenos extremos.
Por su parte, estudios anteriores sugieren que los costos derivados de sobrepasar los puntos de inflexión, en los grandes ecosistemas, serán significativos a partir de la segunda mitad de este siglo,[vii] pero las conclusiones del análisis que nos ocupa señalan que dichos costos podrían producirse mucho antes.
De esta forma, se ha descubierto que la velocidad a la que se aplica el estrés resulta vital para entender el colapso de un sistema, lo que probablemente también sea relevante para los sistemas no ecológicos. De hecho, recientemente se ha alegado que la mayor velocidad, tanto de la cobertura informativa como de los procesos bancarios móviles, aumenta el riesgo de los colapsos bancarios, como ha observado la periodista Gillian Tett:
«La quiebra del Silicon Valley Bank nos dio una espantosa lección de cómo la innovación tecnológica puede cambiar inesperadamente las finanzas (en este caso, intensificando el «pastoreo digital»[viii]). Las recientes crisis repentinas ofrecen otra. Sin embargo, probablemente sean un pequeño anticipo del futuro de los bucles de retroalimentación viral».[ix]
Pero ahí se acaba la comparación entre sistemas ecológicos y económicos: los bancos pueden salvarse, siempre que los gobiernos proporcionen suficiente capital financiero en rescates. En cambio, ningún régimen puede proporcionar el capital natural inmediato necesario para restaurar un ecosistema colapsado.
No hay forma de restaurar ecosistemas colapsados en un plazo razonable: no existen los rescates ecológicos. Como dice la jerga financiera, tendremos que lidiar con las consecuencias del golpazo.
[i] https://news.un.org/es/story/2023/05/1521267
[ii] https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2009/7257.pdf
[iii] https://ljz.mx/21/06/2023/records-de-temperatura-por-la-onda-de-calor/
[iv] https://www.climatica.lamarea.com/colapso-ecosistemas-grandes-rapido/
[v] https://www.bbc.com/mundo/noticias-59058465
[vi] https://www.theguardian.com/environment/2023/jun/22/ecological-tipping-points-could-occur-much-sooner-than-expected-study-finds
[vii] Tipping points ahead? How laypeople respond to linear versus nonlinear climate change predictions | SpringerLink
[viii] https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6666435
[ix] https://www.nytimes.com/es/2023/03/13/espanol/silicon-valley-bank-que-paso.html