Como bien saben los amables lectores, muchos de los migrantes sudamericanos de paso por nuestra entidad comentan haber atravesado por experiencias extremas al cruzar el denominado «Tapón del Darién», una franja de densa selva que atraviesa el norte de Colombia y el sur de Panamá, cuyo territorio, de unos 97 km de ancho, es fangoso, húmedo e inestable, sin carreteras asfaltadas y que, a pesar de ello, se ha convertido en una importante ruta para la migración humana mundial.
Dependiendo de cuánto puedan pagar, la gente debe caminar entre cuatro y diez días subiendo y bajando montañas, cruzando ríos caudalosos y atravesando el barro, cargando con todo lo que tienen —y a menudo con niños demasiado pequeños para caminar— con el fin de atravesar dicho paso.[i] Quienes lo consiguen toman autobuses que atraviesan la mayor parte de Centroamérica y se dirigen al norte, a través de México, hasta la zona fronteriza con Estados Unidos.
Como el servicio de telefonía celular se interrumpe una vez que la gente entra en la zona selvática, los migrantes dependen de los «guías» pagados para poder pasar. En la década anterior al 2021, 10,000 personas tomaban anualmente esta ruta en su camino hacia el norte para buscar residencia en Estados Unidos y Canadá.
Luego, en el 2021, el gobierno panameño documentó 133,000 cruces, un aumento dramático del movimiento humano en un tramo de tierra tan volátil. Y en el 2023, más de medio millón de personas transitaron por esta parte del istmo de Panamá.[ii]
El problema es que, como bien sabemos en México, esta ruta, y en realidad toda la trayectoria que siguen las personas cuando migran de Sudamérica a EUA y Canadá, se halla controlada por organizaciones criminales que ganan millones —si no es que miles de millones de dólares— anualmente con la economía de la migración humana.[iii]
De hecho, resulta imposible cruzar esta franja de tierra sin la ayuda de un contrabandista —«pollero» o «coyote», como les llamamos en México—, porque las organizaciones criminales que controlan el territorio exigen un pago por el paso, el cual, sin embargo, no garantiza un tránsito seguro: a veces, las mismas personas a las que se paga para facilitar el viaje extorsionan a los migrantes con el fin de conseguir más dinero. También hay informes de grupos armados que tienden emboscadas a los que están cruzando para apoderarse de sus pertenencias y robarles el dinero que puedan llevar guardado o cosido en las costuras de la ropa.
Como puede deducirse, la extorsión y el secuestro son habituales, a lo que debe agregarse que la organización benéfica Médicos Sin Fronteras ha informado recientemente de un aumento de los casos de agresión sexual masiva, en los que cientos de personas han sido capturadas, agredidas y violadas, a menudo delante de sus familiares. En diciembre de 2023, una persona fue agredida sexualmente cada 3½ horas durante la travesía, según Médicos Sin Fronteras.[iv]
Por si fuera poco, la naturaleza extrema de la jungla pantanosa también hace que el viaje sea peligroso: los caminos pueden estar muy enfangados, sobre todo en época de lluvias. Y en los tramos montañosos, a menudo es necesario trepar por rocas escarpadas o agarrarse a una cuerda para no resbalar y caer por un precipicio. El Proyecto Migrantes Desaparecidos informó de 141 muertes conocidas en el Tapón del Darién en 2023, lo que probablemente sea una fracción del número real debido a las dificultades para detectar y recuperar los cuerpos.[v]
De hecho, si prestamos atención a las entrevistas con los migrantes que han realizado esta travesía, muchos señalan haber visto cuerpos a lo largo del camino cubiertos de barro, probablemente el resultado de resbalones o caídas que les causaron la muerte, mientras otros dejaban marcas cerca de los cadáveres, como trozos de tela atados a un árbol, y hacían fotos de los muertos con la esperanza de que estas pruebas pudieran ayudar algún día a recuperarlos.
Además, los ríos también son peligrosos: las crecidas repentinas y los rápidos hacen que muchas personas sean arrastradas y se ahoguen en las aguas fangosas. Por si algo faltaba, las contusiones, cortes, mordeduras de animales y fracturas son frecuentes, mientras que la elevada humedad y el calor diario, combinados con la falta de agua potable, hacen que muchos enfermen con síntomas de deshidratación grave, junto con las enfermedades transmitidas por vectores como hongos e insectos.
Por otra parte, para ninguno de nosotros resulta desconocido el hecho de que la violencia, la inseguridad e inestabilidad en nuestros países de origen hacen que muchas personas se desplacen: pueden trasladarse a otro lugar de su región, pero cuando el nivel de violencia e inseguridad es similar en todo el país, siguen movilizándose para encontrar un sitio más seguro donde vivir, lo cual constituye una de las razones del incremento de migrantes que cruzan por el «infierno verde» que nos ocupa.
Asimismo, las opciones de inmigración legalmente permitida son cada vez más limitadas para quienes viven en países con economías en crisis o colapsadas; por ejemplo, cuando los gobiernos aplican restricciones a los visados de viaje para determinadas nacionalidades, ello repercute en las opciones de desplazamiento de los habitantes de esas naciones.
Para no ir tan lejos, en el 2021, presionado por Estados Unidos, México empezó a exigir visa a los venezolanos que viajaban a nuestro país, lo cual significaba que quienes esperaban solicitar asilo en EUA ya no podían volar primero a México como turistas y, luego, presentarse en la frontera ante un agente de Aduanas y Protección Fronteriza de EUA para expresar su temor a regresar a su país de origen.[vi]
Por tanto, los venezolanos tuvieron que buscar otra ruta para desplazarse, y para muchos, esa fue y sigue siendo el tránsito irregular por el Tapón del Darién sin documentos migratorios.
Pero quienes cruzan por la selva del Darién no son sólo sudamericanos: en 2023, de las 520,085 personas que se desplazaron por la región, más de la mitad, 328,650, eran venezolanos, sin embargo, el total también incluía a 56,422 haitianos, 25,565 chinos, 4,267 afganos, 2,252 nepalíes, 1,636 cameruneses y 1,124 angoleños, lo que demuestra que la migración humana en nuestro continente es un fenómeno mundial.[vii]
También es cada vez más diversa en cuanto a género y edad, como muestran las cifras del gobierno panameño: los hombres adultos constituían algo más de la mitad de las personas que se desplazaban a través del Tapón del Darién en 2023, y las mujeres adultas representaban el 26% de la población, mientras los menores de 18 años formaban el 20% de quienes cruzaban, y la mitad de ellos eran menores de 5 años. De esta forma, los padres deben cargar con los niños durante largos tramos del viaje, o los pequeños tienen que caminar aunque estén cansados, por ende, el estrés y la fatiga se suman a la probabilidad de sufrir lesiones durante el trayecto.[viii]
Como era de esperarse, las restricciones a los visados de viaje de muchos gobiernos no han hecho sino empujar a más gente a intentar esta peligrosa ruta, al tiempo que varios países se han mostrado reacios ante la presencia de grupos humanitarios que ayudan a los migrantes en tránsito: el 7 de marzo de 2024, Médicos Sin Fronteras informó que el gobierno panameño ya no permitiría a la organización prestar apoyo médico a las personas en tránsito por el Tapón del Darién, con lo que esta reducción del acceso a la asistencia sanitaria significará, sin duda, un trayecto más peligroso.[ix]
Tratando de guardar las apariencias, en mayo del 2022, los países del continente americano anunciaron conjuntamente la «Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección para mejorar la coordinación regional en la gestión del fenómeno migratorio».[x]
A través de ella, el gobierno de EUA implementó una serie de nuevos programas legales para trasladarse a dicha nación, así como oficinas de procesamiento de solicitudes en países de Centro y Sudamérica que brindan a las personas la oportunidad de solicitar el reasentamiento como refugiados, la libertad condicional humanitaria y la reunificación familiar en EUA, además de tramitar los visados mientras esperan en el extranjero.
Pero la realidad es que tales programas no están disponibles para personas de todas las nacionalidades, al tiempo que también exigen documentos oficiales como pasaportes, un requisito que excluye a muchos de los que se abren paso a través del Tapón del Darién, el cual —lo mismo que el viacrucis que significa para los migrantes cruzar por México— seguirá cobrando su cuota de sangre en lo que ya se ha convertido en el «Holocausto del Siglo XXI», como bien lo ha llamado el escritor Emiliano Monge.[xi]
[i] https://www.elnacional.com/life-style/moda/una-nina-de-8-anos-me-dijo-que-queria-aventarse-por-un-precipicio-del-darien-los-dibujos-de-los-ninos-migrantes-con-los-que-una-psicologa-les-ayuda-a-procesar-sus-emociones/
[ii] https://news.un.org/es/story/2023/12/1526517
[iii] https://www.nytimes.com/es/2023/09/14/espanol/darien-cruzar-colombia-panama.html
[iv] https://www.infobae.com/colombia/2024/01/26/medicos-sin-fronteras-atendio-a-mas-de-670-victimas-de-violencia-sexual-en-el-darien-durante-2023/
[v] https://www.hrw.org/es/report/2023/11/09/este-infierno-era-mi-unica-opcion/abusos-contra-migrantes-y-solicitantes-de-asilo
[vi] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-59914634
[vii] https://www.swissinfo.ch/spa/m%C3%A1s-de-520-000-migrantes-cruzaron-selva-de-dari%C3%A9n-en-2023-120-000-fueron-menores-de-edad/49096126
[viii] https://www.dw.com/es/120000-menores-cruzaron-peligrosa-selva-del-dari%C3%A9n-en-2023/a-67871693
[ix] https://elpais.com/america/2024-03-09/panama-y-medicos-sin-fronteras-chocan-por-los-reportes-de-la-violencia-sexual-contra-los-migrantes-en-el-darien.html
[x] https://www.whitehouse.gov/es/prensa/declaraciones-comunicados/2022/06/10/declaracion-sobre-migracion-y-proteccion-de-los-angeles/
[xi] https://tropicozacatecas.com/2019/06/30/axis-mundi-fotografiando-el-holocausto-migrante/
Carlos Hinojosa*
*Docente y escritor zacatecano