2008–2024: ¿nueva Guerra Fría o tercera Guerra Mundial? – Axis Mundi


Como bien saben los amables lectores, los últimos 16 años del siglo XXI han sido más que agitados en todo el mundo: la crisis financiera de 2008[i] y sus secuelas, la pandemia de COVID-19, los grandes conflictos regionales en Sudán, Palestina, Ucrania y otros lugares, así como las guerras de «baja intensidad» —como la que padecemos en nuestro país, conocida en el extranjero como «Mexican Drug War»—,[ii] han acumulado un alto grado de incertidumbre. A ello debemos añadir una tensa y creciente rivalidad entre Estados Unidos y sus oponentes, en particular con China.[iii]

Y en respuesta a estos tiempos convulsos, muchos comentaristas han recurrido a menudo a la fácil analogía de la era posterior a 1945 para explicar la geopolítica,[iv] por tanto, se nos dice, repetidamente, que el mundo está entrando en una «nueva Guerra Fría»,[v] pero estas referencias a un conflicto que enfrentó a Occidente en una batalla ideológica de décadas con la Unión Soviética y sus aliados —junto con las repercusiones que la Guerra Fría tuvo en todo el mundo—[vi] parecen ser un enfoque erróneo en la percepción de los acontecimientos actuales. Para un ojo crítico, nuestro mundo se parece menos a la competición estructurada de la Guerra Fría y más al demoledor colapso del orden mundial que tuvo lugar durante la década de 1930.

Recordemos que, en 1939, el poeta W.H. Auden se refirió a los diez años anteriores como «una década baja y deshonesta»,[vii] una época que engendró conflicto e incertidumbre. Y desde la perspectiva que nos da casi un siglo de distancia, el periodo comprendido entre el crack bursátil de Wall Street de 1929 —excelentemente retratado en la quinta temporada de la genial serie Peaky Blinders[viii] y el inicio de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, puede verse distorsionado por términos cargados de significado como «aislacionismo» o «apaciguamiento»: dicha década se nos presenta como un relato de «moralidad» sobre el ascenso de figuras como Adolf Hitler y Benito Mussolini, junto con simples historias de agresión apaciguada.

Pero tales años fueron mucho más complicados: las poderosas fuerzas de la década de los treinta reconfiguraron las economías, las sociedades y las creencias políticas. Comprender esta dinámica puede aportar claridad a los confusos acontecimientos de los últimos años.

Por ejemplo, la Gran Depresión definió los años treinta en todo el mundo,[ix] no fue, como a menudo se recuerda, simplemente el crack bursátil de 1929, el cual sólo representó el preludio de un desmoronamiento a gran escala de la economía mundial, mismo que duró un tiempo dolorosamente largo: los constantes problemas económicos afectaron a economías y personas desde EUA hasta la India, provocando profundos cambios culturales, sociales y, en última instancia, políticos. Mientras tanto, la persistencia de la Gran Depresión y su resistencia a las soluciones estandarizadas —como dejar simplemente que las fuerzas del mercado «purgaran la podredumbre» de una crisis masiva— desacreditaron el enfoque de la economía de los Estados capitalistas liberales.[x]

En este sentido, la «depresión menor» que siguió a la crisis financiera de 2008 produjo algo similar: sumió en el caos a las economías nacionales e internacionales, provocó la inseguridad de miles de millones de personas y desacreditó la globalización liberal que había imperado desde la década de 1990.[xi] Tanto en la depresión mayor como en la menor, las vidas de enormes cantidades de personas de todo el mundo se vieron trastocadas y, al encontrar que las ideas, las élites e instituciones establecidas eran deficientes, recurrieron a voces más radicales y extremas.

No fue sólo Wall Street el que se desplomó, para muchos, la crisis socavó la ideología que impulsaba a Estados Unidos y a muchas partes del mundo: el liberalismo. En la década de 1930, este escepticismo suscitó dudas sobre si la democracia y el capitalismo, ya acosados por contradicciones en forma de discriminación, racismo e imperialismo, eran adecuados para las exigencias del mundo moderno.

De igual forma, en la última década, hemos visto cómo los votantes se han decantado por populistas de tendencia autoritaria en países de todo el mundo, incluido México.[xii] El ensayista estadounidense Edmund Wilson se lamentaba en 1931: «Hemos perdido […] no sólo nuestro camino en el laberinto económico, sino nuestra convicción del valor de lo que estamos haciendo».[xiii]

El liberalismo —una ideología ampliamente basada en las libertades individuales y el imperio de la ley, así como en la fe en la propiedad privada y el libre mercado— fue pregonado por sus defensores como una forma de llevar la democratización y la prosperidad económica al mundo. Pero, como todos sabemos, la «globalización» liberal ha perdido el rumbo, y la Gran Depresión tuvo un efecto similar: el optimismo de los años veinte —un periodo que algunos llamaron la «primera ola» de democratización— se vino abajo cuando países desde Japón a Polonia establecieron gobiernos populistas y autoritarios.

De igual forma, el ascenso actual de figuras como el húngaro Victor Orban, el ruso Vladimir Putin, el chino Xi Jinping, Trump en EUA, y López Obrador en nuestro país,[xiv] recuerda a los historiadores el atractivo que sigue teniendo el autoritarismo en momentos de incertidumbre. Ambas épocas comparten una creciente fragmentación de la economía mundial en la que los países, incluido Estados Unidos, intentaron contener la hemorragia económica elevando los aranceles para proteger las industrias nacionales.

Así, el nacionalismo económico, aunque fue objeto de acalorados debates y oposición, se convirtió en una fuerza dominante a escala mundial en la década de 1930, lo cual se refleja en los recientes llamamientos a políticas proteccionistas en muchos países, como se puede apreciar en las promesas de campaña de Donald Trump.[xv]

Además, mientras que la Gran Depresión desencadenó un «New Deal» en Estados Unidos en el que el gobierno asumió nuevas funciones en la economía y la sociedad,[xvi] en otros lugares, los pueblos consumidos por la implosión de una economía mundial liberal vieron surgir regímenes que situaban un enorme poder en manos del gobierno central. Por ello, el atractivo actual del modelo chino de crecimiento económico autoritario y la imagen del hombre fuerte encarnada por Orban, Putin y otros —no sólo en el «sur del globo», sino también en partes de Occidente— recuerdan a los años treinta.

No debemos olvidar que la Gran Depresión intensificó un conjunto de ideologías denominadas «totalitarias»: el fascismo en Italia, el comunismo en Rusia, el militarismo en Japón y, sobre todo, el nazismo en Alemania. Y lo que es más importante, dio a estos sistemas un nivel de legitimidad a los ojos de muchos en el mundo, sobre todo en comparación con los tambaleantes gobiernos liberales que parecían incapaces de ofrecer respuestas a las crisis, como fue el caso en la mayoría de los países latinoamericanos.[xvii]

Algunos de estos regímenes totalitarios tenían descontentos preexistentes con el mundo establecido tras la Primera Guerra Mundial y, tras el fracaso de un orden global basado en principios liberales para proporcionar estabilidad, se propusieron remodelarlo según sus propios términos. Hoy en día, muchos observadores pueden mostrarse sorprendidos por el retorno de la guerra con alto nivel de destrucción (como ocurre en Ucrania y Gaza),[xviii] así como el desafío que supone para la estabilidad mundial, pero todo ello tiene un claro paralelismo con los años de la Gran Depresión.

A principios de la década de 1930, países como Japón intentaron revisar el sistema mundial por la fuerza, de ahí que se les conociera como «revisionistas»: la anexión de partes de China, concretamente de Manchuria en 1931, fue recibida —de forma similar a la toma de Crimea por parte de Rusia en 2014— con poco más que el no reconocimiento por parte de las democracias occidentales.[xix]

Y a medida que avanzaba la década, se extendió la agresión militar abierta: China se convirtió en un ejemplo a seguir, ya que su guerra antiimperialista por la supervivencia contra Japón recibió el apoyo vacilante de otras potencias, algo que los ucranianos de hoy podrían entender muy bien.

Etiopía, España, Checoslovaquia y, finalmente, Polonia se convirtieron en objetivos de Estados «revisionistas» que utilizaban la agresión militar, o la amenaza de ella, para remodelar el orden internacional a su propia imagen.

Irónicamente, a finales de la década de 1930, muchos de los que vivieron aquellos años de crisis observaron su propia «guerra fría» contra los regímenes y métodos de Estados como la Alemania nazi, empleando esas mismas palabras para describir la ruptura de la normalidad de los asuntos internacionales y su conversión en una competición constante, a veces violenta. Los comentaristas franceses lo describieron un periodo de «no paz, no guerra» o una «demi guerre».[xx]

Las figuras de la época comprendieron que no se trataba tanto de una competición continua como de un crisol de normas y relaciones que se estaban forjando de nuevo. Sus palabras resuenan en los sentimientos de quienes hoy ven moldearse un nuevo mundo multipolar y el ascenso de potencias regionales que buscan expandir sus propias influencias locales.[xxi]

Como podemos ver, resulta aleccionador comparar nuestro momento actual con otro del pasado cuyo resultado finalmente fue una guerra global. Los paralelismos históricos nunca son perfectos, pero nos invitan a reconsiderar nuestro presente: el futuro no tiene por qué ser una repetición de la «guerra caliente» con la que concluyó la década de 1930, ni de la Guerra Fría que le siguió.

El poder y las capacidades crecientes de países como Brasil, India y otras potencias regionales (a las cuales pudo pertenecer México, antes de la actual debacle política y socioeconómica)[xxii] nos recuerdan que los actores históricos evolucionan y cambian.

Sin embargo, reconocer que nuestra época, como la de los años treinta, es un periodo multipolar complicado, sacudido por graves crisis, nos permite ver que las fuerzas tectónicas están remodelando de nuevo muchas relaciones esenciales. Comprender lo anterior nos ofrece la oportunidad de intentar frenar los factores que en otra época condujeron a la catástrofe. Ojalá y no sea demasiado tarde.

 

[i] https://unamglobal.unam.mx/hace-diez-anos-en-2008-se-vivio-la-segunda-mayor-crisis-financiera-a-nivel-mundial-despues-de-la-gran-depresion-de-1929/

[ii] https://www.mirasafety.com/blogs/news/will-there-be-a-world-war-3

[iii] https://legrandcontinent.eu/es/2023/09/27/china-contra-estados-unidos-el-frente-oriental-de-la-guerra-primera-parte-el-comercio/

[iv] https://economipedia.com/definiciones/geopolitica.html

[v] https://www.esade.edu/es/articulos/la-nueva-guerra-fria

[vi] https://avilared.com/art/67599/la-relevancia-de-la-guerra-fria-en-el-mundo-actual

[vii] https://materialdelectura.unam.mx/poesia-moderna/16-poesia-moderna-cat/35-010-wh-auden?start=2

[viii] https://www.forbes.com.mx/90-anos-de-la-ruina-de-los-peaky-blinders-asi-fue-el-jueves-negro-del-29/

[ix] https://expansion.mx/mercados/2023/06/10/gran-depresion-crisis-economica-1929

[x] https://www.euroinnova.mx/blog/latam/capitalismo-liberal

[xi] https://revistas.uca.es/index.php/ReSed/article/view/9986

[xii] Una de las similitudes entre el 2024 y los años treinta del siglo XX, en nuestro país, es el Maximato (1929–1934) que, a todas luces, pretende imponer el presidente López Obrador con su sucesora, Claudia Sheinbaum, así como el retorno al régimen de partido hegemónico liderado por un jefe o caudillo «máximo»: https://moderna.historicas.unam.mx/index.php/ehm/article/view/69012/68940

[xiii] https://newrepublic.com/article/104618/appeal-progressives

[xiv] https://www.forbes.com.mx/amlo-tuvo-el-autoritarismo-de-diaz-ordaz-y-la-perversidad-de-salinas-marcos/

[xv] https://thinkingheads.com/tendencia-global/el-proteccionismo-de-trump/

[xvi] https://economipedia.com/definiciones/new-deal.html

[xvii] https://elpais.com/cultura/2022-02-23/el-fascismo-tambien-fue-latinoamericano.html

[xviii] https://www.rtve.es/noticias/20240221/guerra-rusia-ucrania-gaza-israel-onu-crimenes-de-guerra/15933526.shtml

[xix] https://theasiadialogue.com/2019/06/11/are-russia-and-china-revisionist-states/

[xx] https://academic.oup.com/chicago-scholarship-online/book/46256?redirectedFrom=PDF

[xxi] https://publicaciones.defensa.gob.es/media/downloadable/files/links/p/o/potencias_medias_ce_225_.pdf

[xxii] https://mexicocomovamos.mx/publicaciones/2024/05/economia-mexicana-no-logra-despegar-en-2024/

Carlos Hinojosa*

*Docente y escritor zacatecano

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