Lo que aconteció el pasado sábado en la final de ida de la Liga Premier, entre los Tuzos de la UAZ y el Tampico Madero, en el estadio “Carlos Vega Villalba”, fue lamentable y reprochable. La violencia se volvió a presentar en este espacio deportivo.
Personas inadaptadas (de ambos bandos) protagonizaron una pelea en las gradas, ya casi para finalizar el partido, que se tuvo que suspender debido a la gresca muy violenta.
Los ánimos se calentaron hasta llegar a los golpes. Los integrantes de la porra visitante tuvieron que ser resguardados en la cancha y varios de ellos atendidos por las lesiones que sufrieron. Incluso varios niños fueron agredidos. Fue un espectáculo bochornoso.
Después de estos actos de violencia, seguramente habrá sanciones para el equipo Tuzos de la UAZ y para el estadio. Algún veto, tal vez. Habrá que esperar lo que diga la Liga de Expansión, que depende de la Liga MX.
¿Qué pasa dentro del futbol? ¿Por qué tantos hechos de violencia? Vivimos momentos violentos muy desagradables. Ya no existe respeto por nuestros conciudadanos; esto, también, se ha convertido en una pandemia, por diferentes estadios del mundo. Las autoridades también han permitido que se llegue a estas alturas.
Se privilegia la venta de bebidas embriagantes y eso provoca, en muchos casos, que la pasión se desborde. Lamentablemente, ya no es un espectáculo al que puedan acudir familias. Los riesgos son muy altos.
Las escenas violentas que vimos en medios de comunicación y redes sociales denotan un alto grado de pérdida de valores. No importa dañar al contrario y no se miden las consecuencias. Lo vimos hace un año en el estadio Corregidora, de Querétaro, donde, afortunadamente, no hubo ningún muerto.
La barbarie se impone, es la triste realidad.
Salvador del Hoyo B.*
*Periodista zacatecano