La reciente presentación del libro: “Megaminería y 7 maldades del despojo territorial”, de la autoría del Dr. Federico Guzmán López, publicado con el respaldo de la Universidad Autónoma de Zacatecas, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas y el colectivo binacional Desarrollo Autosustentable Regional, representa un texto vigente y de conocimiento obligado para toda la población del estado de Zacatecas, sobre todo para los habitantes de 37 municipios zacatecanos donde el Servicio Geológico Mexicano tiene concesionados 116 proyectos mineros en exploración y que vendrán a destruir las comunidades, la vida, el territorio y el derecho humano al agua.
Una entrevista que realicé al investigador Guzmán López ofrece información muy reveladora y preocupante para nuestra comunidad.
“Antes se tenía la creencia que los proyectos mineros se instalaban lejos del ámbito urbano, principalmente en comunidades remotas, como ocurrió en Noria de Ángeles a principios de la década de 1980, o como ocurrió recientemente en Sombrerete, Ojocaliente, Fresnillo y Mazapil. Sin embargo, el problema de la megaminería ya está presente en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe, porque ya se tienen 23 proyectos mineros en exploración (17 en Zacatecas capital y otros 6 proyectos en el municipio de Guadalupe)”, afirmó Guzmán López.
El autor subrayó que ante esta situación ya de por sí grave, se vuelve más complicada aún porque la mayoría de los 350 mil ciudadanos que habitamos la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe ni siquiera nos damos por enterados. Por eso es importante que desde los ámbitos de la academia, de organizaciones civiles ambientalistas, medios de comunicación y población en general, en conjunto le exijamos a los poderes públicos locales (al gobernador del estado, a los 30 diputados locales, a las autoridades municipales y a los organismos intermunicipales), se realice una consulta pública previa e informada para que colectivamente discutamos y analicemos qué lo que está ocurriendo con la problemática del derecho humano al agua y establezcamos las políticas públicas que permitan solucionar de raíz la problemática del agua.
Federico Guzmán nos invita a que como sociedad civil no permanezcamos indiferentes y permitamos que el saqueo del agua, que lleva varios años la compañía cervecera de Calera continué, lo mismo que también ya lo están haciendo empresas mineras como Capstone Gold, instalada en área conurbada a un costado de Bracho y de la Colonia Díaz Ordaz en Zacatecas capital. “No podemos quedarnos inactivos esperando a que lleguen y se instalen en los próximos años los otros 23 proyectos mineros en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe, beneficiando a grandes empresarios como Carlos Slim, Germán Larrea y Alberto Bailleres, dueños de empresas mineras que ya tienen sus capitales listos para despojarnos del agua y los minerales metálicos, y me refiero a empresas como Real de Ángeles, Oro Silver, Arian Silver, Peñoles, Minera Fresnillo, La Parreña, Cozamin, Monarca, Bacis, Capela, Coordilleras, Dolores y Laramide”, destaco el investigador. Además señaló que dicha información es pública y por lo tanto, como ciudadanos debemos hacer válido nuestro de derecho humano de acceso a la información pública, por eso si eres habitante de alguno de los siguientes 37 municipios zacatecanos, te invitamos a que consultes en internet el documento “Panorama Minero de Zacatecas 2016”, es un documento que emite el Servicio Geológico Mexicano y encontrarás información relevante como la síntesis que te ofrecemos a continuación:
“La sociedad zacatecana no podemos darnos el lujo de permanecer anestesiados estos días con la fiebre del campeonato mundial de futbol, mientras que nuestros gobernantes del país se aprovechan y privatizan el agua de los mexicanos, poniéndola prácticamente gratuita al servicio de los megaproyectos de fracking y megaminería, tal y como se hizo oficial ese saqueo a plena luz del día mediante un documento publicado el 6 de junio de 2018 en el Diario Oficial de la Federación, que contiene un decreto mediante el cual el Gobierno de la República puso al servicio del capital privado transnacional más de la mitad del agua de los mexicanos beneficiando a empresas extranjeras como Odebrecht, Aguas de Barcelona, Suez, Iberdrola, Unión Fenosa y Biwater, suprimiendo así de un “plumazo” las zonas de veda vigentes en las cuencas hidrológicas de los ríos Ipala, Tomatlán A y B, San Nicolás A y B, Cuitzmala, Purificación y Marabasco A, que conforman la región hidrológica número 15 Costa de Jalisco. Lo gravedad social de dicho decreto es que con dicha decisión quedará prácticamente destruido el derecho humano al agua de las actuales y futuras generaciones de mexicanos, tema de por sí difícil si se considera que actualmente la industria minera ya está contribuyendo a violar el derecho humano al agua de más de 11 millones 962 mil 830 mexicanos. Así que no deberá sorprendernos que quizá dentro de unos años en lugar de que nuestro recibo del agua nos llegue a nuestros domicilios rotulado de la instancia intermunicipal JIAPAZ, luego nos llegue nuestro recibo del agua con el membrete de alguna de las empresas extranjeras antes mencionadas” advirtió el investigador.
Señaló que tal situación ya la había advertido desde el año 2017, a través del artículo que publicó titulado: “Las aguas turbias de la megaminería en México”, publicado en la revista de divulgación “Observatorio del Desarrollo” de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Para finalizar dicha entrevista, Federico Guzmán López comentó al respecto que también vale la pena cuestionar que mientras en varias ciudades de países de economías subdesarrolladas de América Latina incluido a México le están abriendo la puerta a la privatización del agua, tanto en almacenamiento y suministro, en las principales ciudades de las economías más desarrolladas del mundo están regresando a la remunicipalización de servicios públicos básicos incluyendo el abasto del agua potable, como ocurrió en: 58 ciudades de Estados Unidos, 94 de Francia, nueve de Alemania, 14 de España; así como en los casos de ciudades importantes en América Latina como Bogotá, Colombia, Buenos Aires, Argentina, y qué decir de la “Guerra del Agua”, que se tuvo en Cochabamba, Bolivia en el año 2000, donde la población se organizó para defender el derecho humano al agua y el territorio.
Estimado Lector, esperamos sus reflexiones al respecto de este artículo y lo invitamos a que a través de este acto de conciencia haga la diferencia para cuidar nuestro recurso más valioso, el agua.
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Roberto David Mendoza Barrera *
*Analista político y social
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