GUADALUPE. Al asumir el cargo de alcalde de Guadalupe, Julio César Chávez Padilla recalcó que no premiará a los “saqueadores” ni a los “políticos corruptos” que dejaron en las ruinas al municipio.
“No robar, no mentir y no traicionar al pueblo, son preceptos que asumiré con la más alta honradez, rectitud, honorabilidad y orgullo para guiar, defender y potencializar al pueblo de Guadalupe, que merece esto y mucho más”, expresó.
Ante el gobernador Alejandro Tello Cristerna, quien le tomó la protesta de ley, Julio César Chávez subrayó que “el pueblo supo quién es el que manda, y cuando se lo propone, está por encima de cualquier interés febril y de grupos políticos que se conducen con intereses contrarios a las necesidades del pueblo, y así lo demostró el pasado 1 de julio”.
El alcalde recalcó que cumplirá su palabra durante los próximos tres años, con un cambio verdadero y un gobierno municipal con rostro humano y cercano a la gente, y con la alta responsabilidad, “ofrezco mi vida al servicio del pueblo de Guadalupe, mi corazón, mi espíritu, mi fe y mi deseo de convertir a Guadalupe en la ciudad que merecemos todos, por lo que estaré de día y noche al 100 por ciento siempre”.
Al admitir que es incorrecto hablar del pasado, Julio César Chávez recordó que “se nos pusieron más trabas que a ningún aspirante, pero aquí estamos, con pasos firmes, siempre dispuesto a poner el pecho para defender nuestra ciudad”.
Dio cuenta de que en el Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (SMDIF) no hay gasolina y que desde hace un mes no se reparten desayunos, lo que describió como “el reflejo de que es inoperante financieramente la administración municipal, de que se encuentra en quiebra técnica por el saqueo descarado que le han hecho a Guadalupe”.
“Pero no se preocupen, si no hay gasolina, habrá que caminar, y mucho, no hay pretextos para pagarle a la gente. Pueblo de Guadalupe, pido estar permanentemente atento, con la misma ferocidad y valentía como en la contienda electoral que nos trajo hasta aquí”, adujo.
Chávez Padilla añadió que lo más difícil apenas inicia, “porque hay algunos políticos corruptos que se acostumbraron a vivir del pueblo y no admiten la derrota, y manejan a su antojo con el dinero que robaron de las arcas de la ciudad a un grupo de pseudocolumnistas que quieren engañar a la sociedad, pretendiendo hacer ver como oro el fracaso”.
Y agregó: “No entienden que la gente ya no es ingenua, que nadie cree en sus mentiras, y que pareciera que sólo escriben para ellos y sus paganos. De manera contrastante, también debo reconocer a quienes ejercen el oficio más bello del mundo con dignidad, veracidad, autonomía, para que la sociedad tenga siempre la opinión final, con base en hechos y no en mentiras creadas por opiniones ubicuas, perversas mentes impulsadas por bolsillos llenos de dinero mal habido”.
Julio César Chávez externó que “esa mafia se resiste al mandato del pueblo, si la contienda fue compleja, lo posterior a ello no ha sido fácil. Las amenazas por haber denunciado la deuda más grande en la historia del municipio y de la entidad han intentado coaccionar mi liberad para señalar todas las anomalías que se realizaron en perjuicio del pueblo guadalupense”.
“Y si algo le llegara a pasar a mí o a mi familia”, añadió, “dejo constancia de que responsabilizo a los únicos interesados en acallar mi voz, los mismos mafiosos que saquearon a Guadalupe en los últimos dos años, a quienes esperamos nunca más ver. Sería aberrante premiar su desfachatez y descaro, (ya) que tienen al borde de la quiebra a la actual administración. Robaron y robaron bien”.
“Por eso nosotros no sólo buscaremos hacer las cosas bien, haremos las cosas bien siempre que sean correctas, pensando antes de actuar, que la decisión que se tome repercuta en una mejorar calidad de vida de cada habitante, porque en este día histórico para Guadalupe no ha llegado más un grupúsculo político a seguir administrando como un negocio familiar las arcas municipales”, afirmó.
“Hoy, gracias a ustedes, ha llegado el hijo de un campesino, de quien me siento orgulloso, pues además de darme el aspecto académico, también me enseñó valores como el respeto hacia los demás, y me pueden llamar el hijo del pueblo, aquél que pensaron que nunca podría acceder al máximo honor de la presidencia municipal”.
Julio César asentó que no lo hace para vanagloriarse ni para sentirse tocado por un ser superior; al contrario, “sino de saber que seré el primer servidor de mi pueblo y que trabajaré siempre velando por los intereses que eleven la calidad de vida de nuestra sociedad: niños, madres, nuestros abuelos, todos”.
Se dirigió al gobernador Alejandro Tello con referencia a su informe, de que la corrupción es uno de los temas apremiantes que deben resolverse, y coincidió con él en que se presentarán las denuncias de lo señalado ante las autoridades correspondientes, en espera de que se resuelva a favor del pueblo de Guadalupe.
Al ofrecerle su apoyo y disposición de trabajar unidos independientemente de partidos políticos, Julio César Chávez recalcó que la deuda financiera del municipio exige un reto mayor al que cualquiera se hubiera preparado.
“Pero estamos listos para asumir ese reto, por más que lo hayan querido complicar. Gobernador, únicamente le solicitamos su apoyo y respaldo como un guadalupense más, que tiene mucho amor y cariño a su tierra y, por supuesto, su disposición y ecuanimidad como la máxima autoridad del estado, a la que siempre reconocemos y respetaremos como tal. Quisiéramos decirle buenas noticias, pero, a diferencia de la capital, con la anterior alcaldesa, Judit Guerrero López, ahí se redujo la deuda; aquí habrá dificultadas”.
Garantizó que su equipo tendrá valores y será leal al pueblo, con las características se ser hombres y mujeres inspirados por la justicia, motivados por el bienestar social, de mente abierta para resolver las necesidades sociales, apasionados del rescate de valores y agradecidos siempre con el pueblo de Guadalupe.
Julio César Chávez se dirigió al amigo campesino, a los padres de familia, al esfuerzo de los obreros, estudiantes, comerciantes, desempleados, rescatistas y profesores, “tengan por seguro que en nuestro espíritu jamás habrá el deseo de venganza, eso no va con nosotros, pero siempre trabajaremos para que exista la justicia y nunca nos rendiremos hasta lograrla. Pueblo de Guadalupe, lo mejor está por venir, porque ustedes han estado en las malasy sabré ser agradecido”.
Carlos Triana / Tropicozacatecas.com
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