Las letras de Luna Morena, de Nieves para el mundo


FRANCISCO R. MURGUÍA. En tierras de clima seco en el norte del Estado, en donde los rostros de marginación de quienes las habitan se fusionan con la escaza vegetación del semidesierto, germinó una poetisa que en sus versos recuerda a la comunidad que la vio nacer.

Su nombre es Lucía Ramírez Torres, mejor conocida en el medio de la escritura como Luna Morena, quien en su haber tiene una producción de 9 libros, es cofundadora de la Asociación Civil ALIABA (Para las bellas artes) y actualmente trabaja en un libro que será editado en Polonia.

Hace unos días, en reconocimiento a su trayectoria y a que nunca se ha desentendido de su terruño natal, la localidad Colonia Benito Juárez (también conocida como El Tulillo) ubicada en Francisco R. Murguía (también conocido como Nieves), diferentes gobiernos municipales del norte del Estado la homenajearon y le entregaron un reconocimiento por su carrera profesional en el mundo de las letras.

Actualmente radica en el vecino estado de Aguascalientes, en donde, en diferentes momentos, combina su actividad de escritora con el de instructora de baile, maestra de licenciatura y corrección de estilo.

 

Una semilla que germina en el semidesierto

El Tulillo es una comunidad ubicada al norte de la cabecera municipal de Francisco R. Murguía. Está conformada por alrededor de 100 viviendas, sus habitantes viven de la agricultura y de las remesas que envían quienes emigraron al vecino país del norte.

Si bien hoy las mayoría de las viviendas tienen piso de tierra y algunos servicios públicos, la localidad no tenía la misma suerte en los años sesentas del siglo anterior, pues sus casas eran construidas con ramas, ocotillo y lodo.

Ese fue el ambiente social en el que surgió el interés por la escritura de Luna Morena, quien a sus ocho años emulaba el ejemplo de su padre: usaba huaraches de correa y sombrero de palma, así como un morral donde cargaba grano de maíz y el frijol que utilizaría para la siembra.

Un libro de corte historieta sobre la película 101 dálmatas, que en ese entonces era novedad literaria, despertó el gusto por escribir en Luna Morena. “Quise escribir uno y que tuviera mucho color, con pastas gruesas y que lo pudiera vender”, refiere.

Esa semilla de la lectura que fue plantada en ella por un profesor de primaria, pronto geminó en esta niña, pues a los pocos meses, estando en tercer grado, participó en un concurso de declamación en el extinto cine de Francisco R. Murguía. Con una poesía titulada “A don Benito Juárez” obtuvo el primer lugar.

Ese hecho significativo motivó en Luna Morena el deseo por escribir e iniciar una formación autodidacta. Al poco tiempo llegaron a sus manos poemas de Ramón López Velarde, tales como Fuensanta, Suave Patria y Pensar que pudimos, mismos le motivaron generar sus propios versos.

Las manos de Dios

Diferentes escritores, en diferentes periodos, han coincidido en que para escribir hay que primero vivir. La historia de vida de esta poetisa no contraviene este postulado que se perfila para convertirse en una “máxima”.

En los versos y en los mensajes de los libros de Luna Morena se reflejan fragmentos de sus ayeres, episodios agradables y dolorosos de una vida, la suya.

En su última obra, titulada “Las manos de Dios”, refleja un episodio difícil que vivió a los 18 años, cuando ingresó a estudiar la educación telesecundaria: una enfermedad en sus piernas le impedía caminar.

Recuerda que por la noche le daban “tremendos dolores en las piernas. Yo le pedía a Dios que mejor me permitiera morir”, refiere en una narración que evidencia que este periodo de su vida lo tiene muy presente.

La familia vendió un puerco para poder llevar a Luna al médico, a la cabecera municipal de Francisco R. Murguía, pero el doctor, el único del pueblo, estaba fuera… En la desesperación del dolor, la familia buscó la sanación de su hija en un huesero de animales… la situación de su salud empeoró.

El libro se llama así porque cierto día, a sus 20 años, Luna descansaba sus piernas en un camastro, cuando tocó a la puerta un señor que quería comprar frijol nuevo.

Al ser atendido por su mamá, el señor identificó en la señora un rostro de pesadumbre. Al conocer los motivos, el extraño pidió permiso ver a Luna e hizo una oración poniendo sus manos en la cabeza de la poetisa. Al despedirse le dijo: “mañana a la una de la tarde vas a poder caminar”… y así fue, al día siguiente la joven de 20 años volvía a caminar, sin dolor, arrastrando los pies.

La cura a su malestar llegó en el momento más necesitado, pues un par de días después la poetisa tuvo la oportunidad de concursar en una competencia académica de declamación de poesía, de carácter estatal, en la que obtuvo el Primer Lugar.

Los frutos dulces

La búsqueda de mejor calidad médica para atender su enfermedad llevaron a Luna a Aguascalientes, en donde, al vivir con un familiar, tuvo la oportunidad de ingresar a un círculo de escritura.

Ese fue el comienzo de una carrera de sacrificios y apuros, pero también de frutos dulces.

Los libros que ha publicado son Sentimientos (poesía), El cenizo infinito (novela), Piel sobre piel (cuentos varios), Caminata entre lápidas (novela), Caminata entre lápidas 2 (novela), Santa Lucía, Aforismos, Antologías ferrocarrileras.

Producto de sus presentaciones de cada uno de sus libros, ha acuñado la frase “Lecturas que contagian”, en la que trata de transmitir sus menajes y que el público pueda viajar con sus palabras hacia donde Luna los conduce.

Sus temas son variados y diversos: habla sobre la vida en el campo y en el mar, sobre Zacatecas, sobre el abrazo de un abuelo, la belleza huasteca, la conexión con ríos y la luna.

“La poesía es parte de mi vida, de mi infancia, de mi fuerza, es la que me hace ser tres estuches de monerías y casi un montón de cosas”, refiere.

Por ahora, Luna Morena trabaja en tres libros y además tiene perfilado crear una revista para enaltecer y destacar las cualidades que tiene el Estado que la vio nacer, se llamará “Bello Zacatecas”.

Carlos Triana / Tropicozacatecas.com

Síguenos en Facebook: Trópico de Cáncer Noticias.

Puedes compartir esta noticia en tus redes sociales.
Previous Axis Mundi: Los superhéroes de Marvel, hijos de la Guerra Fría
Next Dos muertos por arrancones de autos en El Tejuján, Valparaíso

No Comment

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *