La concentración de poder en el “nuevo régimen” es tal que incluso el presidente tiene que asistir a las elecciones intermedias para sostener al “movimiento”. El sometimiento es tal que un gobierno “sin intermediarios” aplica incluso para sus candidatos.
Si no lo razonan de esta manera, si se niegan a verlo así o si en realidad lo perciben, pero la disciplina les impide la crítica, entonces que al menos se dan por avisados. Las riendas del poder están en manos de Andrés Manuel López Obrador, el moderno “gran elector”.
En el Congreso de la Unión ya se procesan las reformas en materia de revocación de mandato y consulta popular. El argumento para justificar la aprobación de éstas es darle un carácter vinculante (con efectos legales) a las consultas populares.
Claro, como si las consultas sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional y los Proyectos Prioritarios hayan necesitado una reforma que les diera legalidad. Como si el presidente que acapara el noticiero matutino más visto en que se han convertido “las mañaneras”, precisara de un marco legal para realizar una consulta en elecciones concurrentes.
En caso de que el Senado avale las modificaciones legales propuestas, en la práctica los legisladores federales únicamente facultarían al presidente para que obtenga prerrogativas parecidas a las de partido político (como tiempos de radio y televisión) para realizar campaña.
Es decir, se legaliza la intervención del Estado en las elecciones. Sin embargo, ya ha quedado claro que en México aquella máxima monárquica de “el estado soy yo” tiene plena vigencia. O sea, la incidencia plena de López Obrador en el escenario electoral.
Nuestro país está en camino de ser engullido por la vida interna del Movimiento de Regeneración Nacional. Aquella vida interna donde no se acepta la disidencia, la propuesta alternativa y la crítica al modelo de mando político monopólico. Ejemplos sobran.
Candidaturas ratificadas por el caudillo, sin recursos del estado pues únicamente el presidente puede sacar provecho de los programas del Bienestar. Operación de los Servidores de la Nación con fines proselitistas, pues los voluntarios nacieron de las filas de Morena.
El engaño más importante no es aquél posible futuro donde López Obrador interrumpa en ratificaciones sucesivas de mandato, cayendo en reelección. No, la trampa es la forma en cómo se consolida el poder de un solo hombre en la participación política nacional.
El poder en Morena es vertical al igual que el ejercicio del poder del estado actualmente. No hay mecanismos de horizontalidad, y el atropello a las garantías de los militantes fueron una constante en la pasada elección. “Los históricos” de la Regeneración Nacional lo recuerdan muy bien.
¿Hay garantía de reelección presidencial? Los anticuerpos de Morena, ya sean “sabandijas” o “adoctrinados”, serán los primeros en cerrarle el paso al presidente. La disciplina al proyecto no existe porque el Movimiento no fue construido a consciencia, fue sólo un vehículo programático para llegar al poder. No se equivoquen.
El audio que publicó en Facebook la plataforma de contenidos políticos Agenda Política (a la cual pertenece esta columna), donde se escucha a la operadora política Sonia Ruiz, presumiblemente quien dirige el Comité de Servidores de la Nación en el municipio de Santa María de la Paz, ofrece claves al respecto.
“Estamos conformando comités monrealistas [para promover electoralmente a David Monreal Ávila], porque morenistas mucha gente se cuelga y se va a seguir colgando”, aseguró Sonia a los servidores y simpatizantes del fresnillense. Un audio que, de acuerdo con la información obtenida por este analista, fue difundido también entre operadores de Morena en el municipio de García de la Cadena.
El desdén hacia la Regeneración Nacional fue evidente. Es el trato de Sonia Ruiz hacia el partido en el gobierno que hospeda actualmente a David Monreal en la Coordinación Nacional de Ganadería, donde, además, vía PerióMetro conocimos hace unos días de los cobros por los formatos que requieren los ganaderos para participar en el Crédito Ganadero a la Palabra.
No sólo hay un proselitismo electoral abierto, el deslinde del Movimiento de Regeneración Nacional fue manifiesto, aunque los recursos financieros y humanos de la delegación de Bienestar en manos de Verónica del Carmen Díaz Robles, siga el pleno usufructo de la candidatura de David.
En las percepciones, la Regeneración Nacional pareciera un movimiento homogéneo impulsado por el motor presidencial. No obstante, las grietas y las contradicciones al interior evidenciarán las fallas del “nuevo régimen” en sus primeras aventuras electorales. En Quintana Roo la ruptura de la coalición electoral que encabeza Morena da muestras de ello.
En sentido contrario, la oposición persiste en creer en el poder del tsunami sin encontrar las distintas porosidades de sus cimientos. Ahí es donde tiene que martillar para construir nichos locales de empoderamiento, pues el régimen busca la franca anulación de los contrarios.
#Casualidades: En la H. (muda) Legislatura la renovación de un asiento en el pleno del IZAI entra en fase de estancamiento. La división de intereses, más que de bancadas, pone en descubierto a los pedigüeños.
Entre los visibles se encuentra el infaltable Juan Mendoza Maldonado. La panista Emma Lisset López Murillo y Raúl Ulloa Guzmán del PES casualmente desayunaron con Saúl Monreal Ávila el mismo día que podría definirse el pendiente legislativo.
Javier Calzada Vázquez tiene su voto bien definido: en contra de la propuesta de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política, la notaria Fabiola Gilda Torres Rodríguez. De concretar su voto le esperaría una intensa guerra sucia en medios bien identificados.
Después de los acuerdos degustados durante la carne asada en casa de Enrique Bernáldez Rayas, para regocijar al pre-pre candidato David Monreal, el experredista Eduardo Rodríguez Ferrer buscó, con poco tiempo y margen de operación, encabezar la CRICP. Una nueva pifia legislativa para el de Ganadería.
Se suma a la lista una diputada de la bancada oficial. A disgusta por tener que respaldar una propuesta que calificó como no idónea, y después de una entrevista ante la Comisión de Transparencia en donde Fabiola quedó a deber horas de estudio (con todo y preguntas elementales), la tricolor Perla Guadalupe Martínez Delgado prefirió abandonar el pleno antes de la primera votación.
A ello se suma la rijosidad al interior de la bancada de Morena. Héctor Adrián Menchaca Medrano y Omar Carrera Pérez se quedaron con las ganas de suplir a Jesús Padilla Estrada. El respaldo de Ricardo Monreal al frijolero no dejó dudas de quién manda entre los Monreal.
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Gabriel Contreras Velázquez*
*Analista político