RÍO GRANDE. Entre caminos de terracería, veredas, brincando cercos perimetrales, sorteando matorrales, al asecho de trailers y bajo el cobijo de los fríos de la noche, unos 300 peregrinos riograndeses caminan para refrendar su fe ante el Santo Niño de Atocha, ubicado en el santuario de Plateros, Fresnillo.
Hoy, las 2 de la mañana, salieron en peregrinación de la comunidad Francisco García Salinas un amplio de campesinos… a su paso sumaron otro contingente de similares, oriundos de la comunidad Las Esperanzas, que también iban al mismo destino y con el mismo fin.
La temporada de lluvias está a la vuelta de la esquina y lo saben los campesinos riograndenses, quienes, desde una tradición por décadas, caminan hasta Plateros para pedir al Niño de Atocha por un buen temporal de lluvias.
Todos ellos esperan con ansias la llegada de la estación lluviosa para preparar la siembra, ya tienen listo el frijol para hacerlo germinar en la tierra.
Son 85 kilómetros los que hay que recorrer desde Francisco García Salinas, Río Grande, para llegar a Plateros. Los campesinos, hombres y mujeres con sus hijos en brazos y también los más gradesitos, caminan en jornadas de hasta seis horas, con paradas de descanso y alimentación, para venerar al santo originario de Madrid, España.
Los elementos de la Coordinación de Bomberos y Protección Civil de Río Grande fungen como sus fieles guardianes, pues están al pendiente de que pueda ocurrir un desmayo, descompensación de glucosa, golpe de calor, mordida de un animal… pero también resguardando de ellos cuando tienen que andar por las carreteras federal y estatal.
Su arribo al santuario de Plateros está previsto para este miércoles.
Esta semana hay otros grupos de campesinos que también saldrán desde Río Grande con el mismo fin, éstos son las comunidades San Felipe y Loreto, quienes realizan esta peregrinación por ser una tradición en la comunidad.
José Córdova / Tropicozacatecas.com