Una imagen que se hizo viral permitió que las redes sociales virtuales lo conocieran. En la imagen aparece abrazado de su madre María Guadalupe, a un lado de ella está su papá Rosalío. También le acompañan sus hermanas y sobrinos. Todos ellos son wixárikas.
La fotografía fue tomada al término de la ceremonia de graduación de la Licenciatura en Derecho por la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), realizada en el Teatro José González Echeverría, en el Centro Histórico de Fresnillo, Zacatecas.
Su nombre es Facundo González Reza. Al ver la imagen, no es difícil imaginar su historia de vida: su logro académico representa la coronación de sacrificios, esfuerzos, hambres, limitaciones y penurias que vivieron él y su familia.
No obstante que tiene el reconocimiento de miles de personas en las redes sociales virtuales, gracias a una publicación de Trópico de Cáncer Noticias, el camino a seguir aún es incierto para este joven de 24 años, aunque sí tiene algo definido: ser un abogado que defienda de forma legal a los congéneres de la cultura wixárika.
La historia de una ovación
Cuando el maestro de ceremonias mencionó el nombre de Facundo para que pasara a recibir un reconocimiento por ser el mejor promedio de la generación 2014-2019, todos los presentes lo ovacionaron… pero los aplausos que se dieron con el corazón fueron los de su familia.
La falta de oportunidades laborales y el anhelo de tener una mejor oportunidad de vida hizo emigrar a su papá y a su mamá, hace casi 40 años, de la comunidad Santa Catarina, en Mezquitic, Jalisco.
Los dioses del hikuri los guiaron hacia El Membrillo, una comunidad también llamada Puebla del Palmar, ubicada a 8 kilómetros de Fresnillo. En ese lugar hicieron vida como cuidadores de un rancho, pero también como jornaleros agrícolas.
A muy temprana edad, Facundo aprendió a cortar chile y tomate en campos agrícolas, a un lado de su mamá, también aprendió de ella el lado artesanal, a elaborar pulseras, collares y aretes con hilo y chaquira.
La falta de dinero y las precarias condiciones en las que vivía el matrimonio González Reza sólo le permitió dar educación continua a Facundo, uno de sus ocho hijos.
Cuando terminó sus estudios de preparatoria y, ante la falta de dinero para seguir estudiando, este joven wixárika recibió una oportunidad en el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) para ser instructor comunitario.
A cambio de impartir clases durante un año en la primaria de la comunidad San Isidro de Trujillo, en Fresnillo, Facundo recibió un apoyo económico de esta institución federal de 76 pesos diarios, pagaderos durante tres años, mismos que le permitieron iniciar sus estudios de licenciatura.
Aptitudes para la abogacía
Antes de decidirse por la carrera de abogado, Facundo González Reza aspiraba a estudiar Medicina Humana, pero al saber que era una carrera costosa, tocó piso y vio su realidad, como él lo platicó a Trópico de Cáncer Noticias.
Ya sin el apoyo económico de sus padres, este wixárika hizo caso a un estudio psicométrico que le realizaron en la preparatoria 3 de la UAZ, donde cursó el bachillerato, que lo perfilaba con aptitudes para la abogacía.
A fin de cubrir sus gastos de la universidad, Facundo solicitó trabajo en una tortillería, donde hacía de todo: limpiar frijol, hacer totopos, moler masa y limpiar nixtamal. Su horario era de 6:30 de la mañana a 2 de la tarde.
“Era muy pesado para mí este ritmo, porque yo iba a clases de Derecho en las tardes. Salía de la escuela y rápido me iba a la casa porque tenía que cenar, hacer tareas y estudiar en la noche y, a veces, en la madrugada, porque al día siguiente había que estar temprano en la tortillería”, comentó.
Para Facundo, resultó de vital apoyo la ayuda de su hermano, un trabajador de la empresa manufacturera Entrada Group´s (Entrada Grupo de México), asentada en Fresnillo.
Adicionalmente, en sus tiempos libres, este joven compraba chaquira e hilo de cáñamo para elaborar artesanías y venderlas a un lado del atrio del santuario de Plateros, en El Mineral.
El promedio general con el que Facundo González Reza concluyó sus estudios es de 9.47, lo que refleja un alto sentido de compromiso con su formación educativa.
“Defender a mi raza”
“Yo no me esperaba estar en redes sociales, cuando me tomaron una foto pensé que era para el recuerdo. Cuando salimos del teatro, nos fuimos a la casa y ya fue muy noche cuando me empecé a dar cuenta que la foto que me tomé con mi familia ya era viral”, relató el abogado wixárika.
La fotografía que lo hizo viral se publicó el jueves 20 de junio, a las 10 de la noche, en los portales de noticias de Facebook Trópico de Cáncer Noticias y El líder en noticias de Zacatecas. Y de ahí se empezó a replicar miles de veces.
En las redes sociales virtuales, todo mundo habla de un wixárika que se graduó como abogado en la UAZ y este hecho le abre a Facundo la esperanza de que tenga una oportunidad laboral.
Si bien su futuro a corto plazo es desconocido, en el futuro tiene definido que quiere especializarse en el Derecho Penal o Derecho Laboral, inclusive recibió una invitación de sus compañeros de generación para iniciar sus estudios de maestría en Derecho Laboral.
Facundo tiene planteadas dos metas más: la primera es trabajar para ayudar económicamente a su familia y, particularmente, a su hermana menor, quien cursa el cuarto grado de primaria. La segunda es ser un abogado defensor de los wixárikas.
“Me he enterado de casos de wixárikas, particularmente en Nayarit, que han sido encarcelados por no haber llevado un proceso adecuado. En su juicio tuvieron un defensor, pero no un traductor y muchas cosas que ellos veían y escuchaban que pasaban, no las entendían”, refirió Facundo con cierta molestia.
“Yo sé hablar wixárika y conozco la ley mexicana, por lo que con ello puedo defender legalmente a mi raza, a mi etnia”, remató.
José Córdova / Tropicozacatecas.com
Fotos cortesía Facundo González Reza