Zacatecas es un paraíso gastronómico aún no descubierto. En sus calles de adoquín que adornan el Centro Histórico y en sus avenidas que conectan a la zona conurbada, los aromas y sabores forman parte del paisaje urbanístico.
Existe un punto peculiar en estos paseíllos de la comida, que por su tradicional secreto culinario se ha mantenido en el gusto generacional de los habitantes de Zacatecas desde hace siete décadas.
Desde las 7:30 de la mañana, todos los días se ofrecen tradicionales gorditas arriba de una camioneta roja, misma que se ubica en la lateral de la avenida Universidad, esquina con Armando Guerra, en la capital del Estado.
Con una diversidad de 15 guisados, Los Güeros de la FCA representan una ramificación gastronómica que inició en la década de los 40´s del siglo anterior.
GORDITAS EL ZURDO
Fue en la década de los 40’s, cuando Longino Rodríguez Ibarra, también conocido como “El Zurdo”, y sus 13 hijos, iniciaron la venta de ricas gorditas en la antigua Central de Abastos de Zacatecas capital, ubicada en lo que hoy es el mercado Arroyo de la plata.
El arte de hacer las gorditas fue heredado a su hijos, quienes ramificaron el negocio y cada quien instaló su puesto en diferentes punto de la capital. Entre ellos destaca el de Longino Rodríguez Martínez.
Gorditas Mary, Gorditas El Orito, Gorditas Progreso, Gorditas El Zurdo y Gorditas Los Güeros de la FCA son negocios derivados de esta ramificación gastronómica, según relata el nieto de Longino, Luis Alberto Rodríguez.
Tito, como le apodan, refiere que su trabajo comienza desde las 5 de la mañana para preparar sus alimentos y la masa de las gorditas, para así tenerlas listas desde temprano para su venta.
EL SABOR ALTRUISTA DE LA GORDITA
En una hielera azul se guardan los aromas y el sabor de un sazón que se ha heredado de generación en generación, mismo que se manifiesta a través de los guisos de yesca, picadillo, frijoles con queso, discada, deshebrada, papa, chicharrón…
Detrás de una mesa en la que se ofrecen jugos de naranja, verdes y de betabel, Luis Alberto Rodríguez Márquez representa la tercera generación gastronómica que inició El Zurdo.
Él tiene 18 años en este lugar vendiendo gorditas. En este tiempo ha logrado una conexión con sus clientes, periodo también en el que ha aprendido a cuidar al cliente y ponerse en su lugar, como él lo comenta:
“a veces llega una persona y nos dice: sólo traigo este dinero y quiero 17 gorditas. Pues nosotros entendemos que a veces no le alcanza a la gente y accedemos a mejorarles el precio”.
Y si bien las gorditas son complacientes al paladar más exigente, a veces no se venden todas.
Cuando eso pasa, al finalizar el día, entre las cuatro y cinco de la tarde, Longino Rodríguez Martínez, hijo de “El Zurdo”, se traslada junto con su esposa a los hospitales General y al de la Mujer para regalar gorditas a aquellos familiares de la gente internada.
UNA AVENTURA PARA SU PALADAR
La próxima vez que usted, al caminar en la ciudad de Zacatecas, perciba un aroma que despierte su apetito no olvide recordar que tiene ante usted la posibilidad de descubrir un paraíso gastronómico que se esconde entre edificios, ruidos de claxón y personas que están insertas en una rutina de vida.
Colaboración especial
Ana Karen Monreal Díaz
Abraham Israel Suárez Hernández
Jesús de Anda Miranda
Monserrath Trejo Perea
José Feliciano Córdova Dávalos