Cinco cuestiones sobre la variante «ómicron» del COVID–19


Axis Mundi

  • ¿Cómo se ha realizado la búsqueda de nuevas variantes?

La búsqueda de variantes requiere un esfuerzo concertado, por ejemplo, Sudáfrica y el Reino Unido han sido los primeros países en poner en marcha esfuerzos de vigilancia genómica a nivel nacional para el SARS–CoV–2, a partir de abril del 2020,[i] una labor que se lleva a cabo mediante la secuenciación del genoma completo de las muestras que han dado positivo para el virus. Este proceso implica la comprobación de cada secuencia obtenida en busca de diferencias, comparando con lo que se sabe que circula en el resto del mundo. Cuando se detectan múltiples disparidades, esto hace saltar inmediatamente una bandera roja y se investiga más a fondo para confirmar lo observado.

Recordemos que la variante beta se propagó de forma mucho más eficaz entre las personas, en comparación con el «tipo silvestre» o «ancestral» del SARS–CoV–2, causando la segunda ola pandémica, por lo cual, se clasificó como variante de preocupación. Durante 2021, otra variante llamada delta se extendió por gran parte del mundo, donde causó una tercera ola pandémica.[ii]

Recientemente, la secuenciación rutinaria realizada por los laboratorios miembros de la Red de Vigilancia Genómica detectó una nueva variedad del coronavirus, denominada B.1.1.529, en Sudáfrica.[iii] Setenta y siete muestras recogidas a mediados de noviembre de 2021, en la provincia de Gauteng,[iv] tenían este virus. También se notificó su presencia en pequeñas cantidades en la vecina Botsuana y en Hong Kong, donde, al parecer, se detectó en un viajero procedente de Sudáfrica.

La Organización Mundial de la Salud ha dado a la B.1.1.529 el nombre de «ómicron» (la decimoquinta letra del alfabeto griego) y la ha clasificado como variante de preocupación, al igual que a las beta y delta.[v]

  • ¿Por qué Sudáfrica presenta variantes de preocupación?

No se sabe con certeza, una teoría es que las personas con sistemas inmunitarios muy comprometidos, y que experimentan una infección activa prolongada, porque no logran eliminar el virus, pueden ser la fuente de nuevas variantes virales.

Esta hipótesis sugiere que cierto grado de «presión inmunitaria» (es decir, una respuesta inmunitaria que no es lo suficientemente fuerte como para eliminar el virus, pero que ejerce cierto grado de presión selectiva que «obliga» al patógeno a evolucionar) crea las condiciones para que surjan nuevas variantes, que es lo que puede pasar en México, ante la caótica y anárquica ‘respuesta’ de las autoridades federales frente a la pandemia, sobre todo al no haber aplicado las dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID al personal médico y educativo, quienes nos encontramos en la primera línea de contacto con el coronavirus.[vi]

  • ¿Por qué es de preocupación esta variante?

La respuesta corta es que no se sabe. La respuesta extensa es que la B.1.1.529 porta ciertas mutaciones preocupantes, ya que no se habían observado antes en tal combinación: sólo la proteína pico tiene más de 30 mutaciones,[vii] lo cual es importante porque dicha proteína es la que compone la mayor parte de las vacunas.

Asimismo, se puede decir que la ómicron tiene un perfil genético muy diferente de otras variantes en circulación: no parece ser una «hija de delta» o «nieta de beta», sino que representa un nuevo linaje de SARS–CoV–2, con cambios genéticos que se conocen de otras variantes, los cuales pueden afectar la transmisibilidad o permitir que evada la respuesta inmunitaria, aunque también presenta muchas características nuevas que aún no se han estudiado.

Sin embargo, pueden hacerse algunas predicciones, en base a la transmisibilidad, lo grave de la enfermedad y la citada capacidad del virus para «escapar» de la respuesta inmunitaria en personas vacunadas o recuperadas, planteándolo de dos maneras:

  1. En primer lugar, los estudios epidemiológicos minuciosos tratan de averiguar si el nuevo linaje muestra cambios en la transmisibilidad, la capacidad de infectar a individuos vacunados o previamente infectados, etcétera.
  2. Al mismo tiempo, los análisis de laboratorio examinan las propiedades del patógeno: se comparan sus características de crecimiento viral con las de otras variantes y se determina en qué medida el virus puede ser neutralizado por los anticuerpos que se encuentran en la sangre de los individuos vacunados o recuperados.

Al final, toda la importancia de los cambios genéticos observados en la ómicron se pondrá de manifiesto cuando se consideren los resultados de todos estos tipos de estudios. Se trata de un esfuerzo complejo, exigente y costoso, que se prolongará durante meses, pero que resulta indispensable para comprender mejor esta variedad e idear las mejores estrategias para combatirla.

  • ¿Los primeros indicios apuntan a que esta variante provoca síntomas diferentes o una enfermedad más grave?

Todavía no hay pruebas de que haya diferencias clínicas, lo que sí se sabe es que los casos de infección por la B.1.1.529 han aumentado rápidamente en Gauteng, donde parece estar comenzando la cuarta ola pandémica de Sudáfrica. Esto sugiere una fácil transmisibilidad, aunque en un contexto de menores intervenciones farmacéuticas y un bajo número de casos. Por lo tanto, todavía no puede decirse si la ómicron se transmite de forma más eficiente que la variante de mayor preocupación hasta ahora, la delta.

Como bien saben nuestros lectores, es más probable que el COVID–19 se manifieste como una enfermedad grave, a menudo potencialmente mortal, en las personas mayores y en los enfermos crónicos. Sin embargo, como señala la praxis, los grupos de población que suelen estar más expuestos, en primer lugar, a un nuevo virus son personas jóvenes, con movilidad y normalmente sanas. Si la ómicron se propaga más, pasará un tiempo antes de que puedan evaluarse sus efectos, en términos de lo grave de la enfermedad.

Por fortuna, parece que todas las pruebas de diagnóstico con las que se cuenta ahora son capaces de identificar al nuevo virus. Mejor aún, algunas pruebas comerciales, ampliamente utilizadas, muestran un patrón específico: dos de las tres secuencias del genoma objetivo son positivas, pero la tercera no: es como si la nueva variante señalara sistemáticamente dos de las tres casillas de la prueba existente, lo cual puede servir como un marcador de la B.1.1.529, algo muy útil para controlar la propagación del virus casi en tiempo real.

  • ¿Es probable que las vacunas actuales protejan contra la nueva variante?

De nuevo, no lo sabemos, sobre todo porque los casos reportados incluyen individuos que ya habían sido vacunados. Sin embargo, ahora se conoce que la protección inmunológica proporcionada por la vacunación disminuye con el tiempo y no protege tanto contra la infección como contra las complicaciones y la muerte. Por ende, una de las vías de análisis epidemiológico que se ha iniciado es el de ver cuántas personas vacunadas se infectan con la ómicron.

Por otra parte, la posibilidad de que la B.1.1.529 pueda evadir la respuesta inmunitaria causa desconcierto, empero, la expectativa esperanzadora es que las elevadas tasas de seroprevalencia —personas que ya han sido infectadas—, encontradas por varios estudios, proporcionen un grado de «inmunidad natural», al menos durante un periodo de tiempo.

En definitiva, todo lo que se conoce hasta ahora sobre la ómicron pone de manifiesto que la vacunación universal sigue siendo nuestra mejor apuesta contra el COVID–19, junto con las medidas de protección, el uso de cubrebocas y los protocolos de seguridad, lo cual contribuirá en gran medida a que podemos hacer frente a la próxima oleada, sobre todo en países como el nuestro, donde las autoridades prefieren organizar eventos masivos en vez de rectificar sus políticas, lo que sigue generando la sospecha de que aún se busca maximizar el número de muertes y contagios —la estrategia inicial de la actual administración—, apelando a la clásica negligencia de muchos mexicanos.[viii]

[i] https://www.cogconsortium.uk

[ii] https://www.elfinanciero.com.mx/salud/2021/08/04/tercera-ola-de-covid-en-el-mundo-se-registran-mas-de-4-millones-de-casos/

[iii] https://www.nature.com/articles/d41586-021-03552-w

[iv] http://i3campus.co/CONTENIDOS/wikipedia/content/a/gauteng.html

[v] https://tec.mx/es/noticias/nacional/salud/variante-omicron-de-la-covid-19-que-sabemos-y-que-se-espera

[vi] https://www.diariodequeretaro.com.mx/local/maestros-de-queretaro-exigen-refuerzo-de-vacuna-cansino-para-volver-a-clases-7440770.html

[vii] https://tropicozacatecas.com/2021/01/24/axis-mundi-covid-19-el-riesgo-de-las-nuevas-variedades/

[viii] https://globalhealthsciences.ucsf.edu/sites/globalhealthsciences.ucsf.edu/files/la_respuesta_de_mexico_al_covid_esp.pdf

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