Siempre se había creído que tres elementos distinguen a la comunidad El Tecomate, ubicada en el sur de Pinos: calles que se vuelven lodosas en temporadas de lluvia, escazas viviendas con fachadas deterioradas y emigración temporal o definitiva por falta de empleo.
Sin embargo, desde hace unas semanas hay un nuevo elemento que forma parte del perfil social de esta comunidad: la sonrisa única y especial de una niña de siete años, que se ha robado el corazón de médicos y enfermeras que la han atendido.
Su nombre es Cynthia, de cariño es llamada Cyntita, y tiene Parálisis Cerebral Infantil (PCI). No obstante su condición de vida, ella y su familia ven la vida con optimismo y se esfuerzan por un mejor desarrollo para esta niña.
A través de la fundación Hay vida en mis sueños, Cyntita pudo desconectarse de la vida de hospital, en donde estuvo internada tres meses debido a una neumonía, y ahora pasa sus días en un ambiente familiar.
“Mi niña hermosa”
A 108 kilómetros de la capital de Zacatecas, rumbo al sureste, hay una niña que a, su corta edad, ha aprendido a comunicarse a través de la mirada.
Mediante sus ojos lo mismo muestra su felicidad que sus momentos de paz, pide de comer o dice te quiero, incluso dibuja sus anhelos y los comparte con Sandra, su mamá.
No obstante que los ingresos económicos de su familia son bajos, aportados por su papá, un jornalero agrícola en la región, puede más el espíritu de que esta nena salga adelante y con esfuerzos se busca que salga adelante.
Dada la condición de su enfermedad, el cuerpo de Cynthia presenta rigidez, misma que aprendido a sobrellevar en una silla de ruedas. Sin embargo su mamá la lleva a un centro de rehabilitación física en Salinas Hidalgo, San Luis Potosí, donde le ayudan a que poco a poco logre su movilidad.
Cyntita es la segunda hija del matrimonio Cisneros Palacios. Su mamá aún sigue ofreciéndole cuidados que requiere una bebé, “hay que cargarla para bañarla, limpiarla hace del baño, darle de comer en la boca… es mi niña hermosa”.
Hay vida en mis sueños
La condición de rigidez física que presenta Cyntita provoca que sus propias secreciones bucales o incluso la comida se vaya directamente a sus pulmones, lo que le ha provocado complicaciones respiratorias e incluso neumonía.
Dada esta última complicación de su salud, en lo que van del año la pequeña ha sido internada cuatro veces en el Hospital General de Zacatecas “Luz González Cosío”.
En una de esas ocasiones tenía tres meses en la cama de un hospital y no podía ser dada de alta, dado el riesgo que representaba el tener una recaída a corto plazo.
El caso médico de esta nena fue conocido por la asociación civil Hay vida en mis sueños, institución que hizo posible que la pequeña regresara a su casa con equipamiento médico que ronda en el millón de pesos.
Le fue obsequiado un aspirador de fluidos, un respirador Bi-pap (mismo que sustituye al tanque de oxígeno) y además un colchón de compresión hidroneumático, mismo que está en permanente movimiento (a fin de estimular el movimiento físico de Cynthia).
Los médicos del hospital ofrecieron una pequeña capacitación a Sandra para que manipulara este equipamiento y pudiera atender a su hija en casa. Esta situación permitió que la pequeña pudiera regresar al Tecomate.
Felicidad en sus ojos
El caso de Cyntita ya es conocido por pediatras y personal de enfermería de este nosocomio, mismo que ha aprendido a leer la mirada de la nena para saber qué es lo que quiere comunicar.
Sin embargo, la expresividad de sus ojos sorprendió al personal del hospital la última vez que la pequeña fue internada, pues éstos estaban inundados de felicidad.
La fe religiosa de su mamá le motivó a solicitar el sacramento de la comunión para su hija, de tal forma que depositó en Dios la salud y el bienestar de su hija.
Apoyada por la asociación civil Hay vida en mis sueños, Cyntita hizo la primera comunión en la cama del hospital, en una ceremonia oficiada por un sacerdote. Al término le fue regalado un pastel.
Bertina Ponce Villalobos, directora de esta asociación civil, quien fue la madrina de Cynthia, comentó que la institución que preside “es apartidista y sin religión, pero sus acciones son con más sentido humano”.
“Mi niña Cynthia reconoce mi voz, yo puedo ver por sus ojos que se alegra cuando me escucha. Ese fue un día feliz para ella en el hospital, lo sé porque me lo decían las ventanas de su alma”, refirió.
José Córdova / Tropicozacatecas.com