En un panorama saturado de adaptaciones del Caballero de la Noche, llega una propuesta que demuestra que aún hay espacio para la innovación. «Batman Azteca: Choque de Imperios» (Juan José Meza-León, 2025) no es otra versión más de la historia que todos conocemos: es una reinvención radical y valiente que trasplanta el mito de Bruce Wayne[i] al corazón del México prehispánico, con resultados tan frescos como fascinantes.
Ambientada durante la época de la Conquista, la película nos presenta a Yohualli Coatl, un joven cuyo destino se ve marcado por el asesinato de su padre. Su camino para convertirse en el guerrero protector de Tenochtitlan, elegido por el dios murciélago Tzinacan, es un viaje inspirador que, pese a seguir la esencia del origen de Batman, logra sentirse completamente nuevo. El estudio mexicano Ánima (famoso por su saga de series y filmes animados «Las Leyendas»)[ii] brinda una autenticidad admirable —gracias a la asesoría y el visto bueno del Instituto Nacional de Antropología e Historia—, integrando de forma orgánica la cultura azteca en cada detalle, desde la vestimenta y la arquitectura hasta la iconografía, creando un mundo rico y verosímil.
El gran acierto del filme reside en cómo reinterpreta a los personajes icónicos del universo DC, donde destaca un villano sobresaliente: Hernán Cortés como Dos Caras. Lejos de ser Harvey Dent, esta encarnación resulta fría, manipuladora y despiadada. Álvaro Morte («La Casa de Papel») dota al personaje de una terrorífica dualidad, alternando entre el carisma y la vileza en cuestión de segundos, una elección narrativa que resulta perturbadoramente perfecta dada la figura histórica que representa.
Pero la audacia no termina ahí, la película realiza una jugada maestra al otorgar un origen a uno de los villanos más enigmáticos de la galería del Caballero de la Noche: el Joker. La transformación de Yoka (con la voz de Omar Chaparro) —aparentemente un sacerdote de Huitzilopochtli—, en «el hombre que ríe» es una de las más inquietantes y logradas que se hayan visto, fiel a la esencia del personaje, pero con una presencia única. Además, la inclusión de las divinidades mesoamericanas añade una capa de misticismo que eleva la historia, explorando la sublime e inefable interacción entre lo divino y lo humano.
Asimismo, la acción resulta fluida, efectiva e intensa, complementando un guion que permite un crecimiento importante tanto del héroe como del elenco que lo rodea. El final no sólo ofrece una recompensa satisfactoria, sino que siembra la semilla para un futuro capítulo aún más prometedor.
En conclusión, «Batman Azteca: Choque de Imperios» es exactamente lo que deben ser las historias «Elseworlds (Otros Mundos)» de DC Comics: un mundo nuevo y valioso lleno de posibilidades. Es un respiro de aire fresco en la franquicia y un primer paso formidable para lo que ojalá sea una nueva saga. Sería un acierto que James Gunn,[iii] copresidente y director ejecutivo de DC Studios, reconociera el enorme potencial de esta línea temporal y apostaran por continuarla.
De cualquier forma, estamos ante una joya indispensable para los fans del superhéroe, una visión cinematográfica tan arriesgada como memorable, orgullosa de nuestras raíces mexicanas.
- «Batman Azteca: Choque de Imperios» se encuentra actualmente en los cines y, dentro de algunas semanas, estará disponible en HBO Max.
[i] https://tropicozacatecas.com/2019/03/31/axis-mundi-batman-la-importancia-del-caballero-oscuro/
[ii] https://helloanima.com/es/acerca-de-anima/
[iii] https://www.wbd.com/leadership/james-gunn
Carlos Hinojosa*
*Docente y escritor zacatecano