Viento Wixárika, orgullo de la música huichola


Una canción motivó que en 2012 los ojos del país y del mundo voltearan y reconocieran a los wixárikas (huicholes) como una cultura nativa de México, que ancestralmente ha vivido en los límites territoriales de Zacatecas y Jalisco.

La aceptación que tuvo “Cumbia Cusinela” (Cumbia La Cocinera), cantada en idioma wixárika por la agrupación musical El Venado Azul, propició que apareciera y se reprodujera en distintos programas radiofónicos y televisivos, además de difundirse en plataformas virtuales de videos y que hasta fuera tema musical del documental Hecho en México.

Si bien El Venado Azul, oriundo de la comunidad Santa Catarina, Mezquitic, Jalisco, destacó con su música en el ámbito nacional y allende fronteras, existen elementos para asegurar que, desde varios años, distintas agrupaciones wixárikas ya habían grabado canciones y filmado videos para difundir su cultura a través de la música.

Uno de esos grupos musicales es Viento Wixárika, también originario de la comunidad jalisciense Santa Catarina, que desde 2009 ha grabado nueve discos y a partir de 2016 reside en Jerez, Zacatecas.

El Origen del Viento

Los orígenes de la agrupación musical Viento Wixárika se remontan a un accidente de tránsito ocurrido el 26 de noviembre de 2006 en la comunidad Huejuquilla El Alto, Jalisco, donde fue atropellado por una camioneta Hermelindo de la Torre Candelario, quien en ese entonces tenía 13 años de edad.

Producto de este hecho, el adolescente quedó sin movilidad en sus piernas. Sin embargo, al tiempo de aprender a hacer su vida en una silla de ruedas, asumió el reto de enfrentar la vida por sí mismo, de la mano de la una vihuela y de un violín.

Su nombre en wixárika es Niukame, que significa “tradición de la sierra en honor al maíz”. Sin tener estudios escolares, Hermelindo aprendió a tocar de oído los instrumentos musicales, con orientación de sus hermanos, quienes por formación familiar y cultural wixárika saben tocar tololoche, vihuela y violín.

En 2009, a sus 16 años, decidió formar el grupo musical Viento Wixárika y, ya con varios meses de ensayo previo, grabó su primer disco en los estudios de Fonorama, en Guadalajara, Jalisco, titulado Perra soledad.

Actualmente también integran esta agrupación Carlos de la Torre Enríquez, quien toca la vihuela, y Benito de la Cruz, quien da vida a las canciones a través del tololoche. La música de violín y la voz principal están a cargo de Niukame.

En sus presentaciones utilizan la vestimenta wixárika: pantalón y camisa de manta blanca, cintas de lana para sujetar la camisa. En su ropa es común encontrar bordados de hikuri (peyote), venado, águila o maíz. Portan pulseras de chaquira y morrales que tienen símbolos de su cultura.

Su trayectoria

Para conquistar el gusto de la sociedad mestiza, esta agrupación musical ha grabado la mayor parte de sus canciones en idioma español, de tal forma que entre sus nueve discos pueden destacarse los títulos “Contigo a la distancia”, “Un hombre normal”, “Loco”, “Perdóname”, “El tao-tao” y “Otro de esos cuentos”.

Sin embargo, también tienen canciones de autoría propia y que han sido escritas en wikárika; tal es el caso de la melodía “Uka temaik” (Mujer bonita), compuesta en música y en letra por Niukame.

Los discos que graban son vendidos entre la población wixárika de la sierra norte de Jalisco, donde ya son reconocidos como una agrupación musical que promueve el folclor y la cultura de los pueblos de esa zona.

Hermelindo tiene el cabello corto y siempre carga consigo un morral. En sus respuestas es muy directo y de pocas palabras… A veces interrumpe la entrevista para hablar en wixárika con su acompañante.

“Para componer una canción primero pienso el tema y luego me pongo a hacer la música. La voy trabajando poco a poco, y ya cuando tengo la música, ahora sí empiezo con la letra de la canción”, refiere entre una mirada que refleja seguridad.

Entre su repertorio de casi 300 canciones se encuentran melodías compuestas por Rogelio Guerra, quien vive en la comunidad Santa Lucía de la Sierra, Valparaíso, y mantiene una relación de amistad con Viento Wixárika.

Esta agrupación musical ha tebido presentaciones en ferias regionales y de comunidades en municipios zacatecanos como Susticacán, Momax, General Enrique Estrada, Valparaíso y Jerez.

Asimismo, también ha sido invitada a tocar en Guadalajara, Jalisco, y en el aniversario de una radio indígena que tiene su zona de influencia en Monterrey, Nuevo León.

Karacol, como le apodan sus amigos wixárikas, refiere que en las temporadas malas, Viento Wikárika toca en el Jardín Rafael Páez, de Jerez, en las taquerías o en los restaurantes para ofrecer su música por unas monedas.

Viento Wixárika en el mundo virtual

Si usted quiere conocer un poco más de esta agrupación musical, escriba en el buscador de Facebook “Viento Wixárika” y aparecerá su Fanpage. O, bien, en Youtube puede escribir el nombre de este conjunto musical y no sólo aparecerán los vídeos que han grabado, sino un canal de video propio y la invitación a que sea seguidor del mismo.

Viento Wixárika cobra mil pesos por una hora de música. Si usted quiere adquirir un disco o contratarlo para una fiesta o reunión familiar, ya sea boda, bautizo, 3 o 15 años, o simplemente ofrecer serenata, puede comunicarse al número de celular 4921234624, en el que será atendido por Niukame.

Carlos Triana / Trópico de Cáncer Noticias

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