Políticos rancios, a la cola


Lo dijo y lo repite en cada evento: “Mi único compromiso es con los zacatecanos”.

Con ese mensaje, el gobernador Alejandro Tello Cristerna dio el manotazo e incursionó a su equipo de trabajo a caras nuevas en la administración pública.

De esta forma, los políticos rancios y caducos, de los que el pueblo zacatecano ya está hastiado, han quedado en la larga espera de que sean contemplados en la otra etapa de renovación en el gobierno de Zacatecas, y que está próxima a darse, en la que ya está contemplado Federico Soto Acosta, para la Coordinación General Jurídica.

En la semana que inicia, el titular del Poder Ejecutivo estatal inyectó sangre nueva en áreas de vital relevancia, como son la Secretaría General de Gobierno, que quedó en la responsabilidad de Jehú Edui Salas Dávila, en sustitución de Fabiola Gilda Torres Rodríguez –quien merece mención aparte, porque siempre salió a escena en los momentos cruciales–; en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), que fue encomendada a Ana Cecilia Tapia; y la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial (Seduvot), a María Guadalupe López Marchant.

Durante los próximos tres años, estos personajes deberán mostrar su experiencia profesional y los méritos que los llevaron a ocupar estas secretarías, pero todo se verá reflejado de forma palpable en un beneficio social y no partidista o personal, como lo hacían los políticos rancios.

Como si esperaran un premio por la tunda que se les propinó en las elecciones del 1 de julio, personajes de la vida política reciclados cada tres o seis años ahora tendrán que dedicarse a sus profesiones, si es que las tienen, porque la mina de oro ya se les terminó.

Ahora los Escobedo, Mendoza, Gutiérrez, Barragán, Rivera, Luévano, Armas, Flores, Peña, Solís, Del Real, Guerrero, Olvera, Lamas, Gutiérrez, Bonilla, Huízar y todos los que sirven de tapete en cada sexenio, deberán buscar chamba o poner un negocio.

Sabedor de que los tiempos políticos han cambiado, Tello Cristerna antepuso un nuevo lema en la segunda y última etapa de su administración: Trabajemos Unidos. Ello ha implicado que esos políticos rancios, que no han entendido que el gobierno es para todos, relacionen al gobernador con los morenistas y no como un demócrata, capaz de amalgamar distintas fuerzas políticas.

¿Le conviene al pueblo de Zacatecas que Alejandro Tello declare la guerra al presidente electo? ¿Le conviene a Zacatecas que su gobernador se aleje de los reflectores y se siente a llorar por la derrota que sufrió su partido a niveles local y nacional?

Si algo tiene Tello Cristerna es que es recto y claro, y desde que asumió el encargo de gobernador, ha entendido que el lastre que arrastra el estado empieza desde las instituciones y sus dirigentes, por ello no le tembló la mano en ir cortando de tajo a la pudrición de políticos que no saben ni escribir su nombre y que están enquistados en puestos altos y con innumerables beneficios.

Por lo pronto, los cambios en el gobierno estatal han llegado con aires de renovación. Y así lo espera la sociedad zacatecana en los distintos entes gubernamentales, tan es así que el 1 de julio le dio un vuelco a la forma de ya no votar más por los mismos partidos.

Redacción / Tropicozacatecas.com

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