Templo de San Nicolás Tolentino, joya derruida en Noria de Ángeles


NORIA DE ÁNGELES, ZAC. ¿De qué le ha servido al pueblo de Noria de Ángeles estar en la ruta del Camino Real de Tierra Adentro, inscrito desde el año 2010 en la Lista de Patrimonio Mundial de  Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)​?

No obstante de su tesoro histórico y de constituirse como un lugar emergido de la colonización por la Corona Española, hoy en día la riqueza artística y cultural de algunas de sus comunidades se erosiona a la par de sus tierras y, no obstante, podrían perfilarse hacia daños o pérdidas mayores.

En los muros y pedestales de su interior, el templo de San Nicolás Tolentino, asentada en la comunidad Real de Ángeles, tiene pinturas y efigies religiosas que datan de los primeros años de su creación, por allá en la segunda década del siglo 18, mismas que presentan un marcado deterioro y, en algunos casos, se exhiben con pequeñas roturas;  algunas más están arrinconadas en un archivero.

Autoridades eclesiásticas comentaron que el rescate del valor patrimonial de este lugar se encuentra desde hace años en manos de los Gobiernos Federal y Estatal, entes que tienen conocimiento del mismo y, no obstante aún no han intervenido.

 

 

LA AMBICIÓN MINERA

La explotación del mineral del subsuelo de Noria de Ángeles llegó de la mano de la evangelización, por allá en los primeros años del siglo 18. Fue en 1718 cuando la orden religiosa de los Agustinos edificó la capilla San Nicolás Tolentino en el poblado Real de Ángeles, que en ese entonces era el más prominente de la Corona Española.

Por más de dos siglos, la comunidad Real de Ángeles desarrolló su vida como cualquiera de los pueblos de Noria de Ángeles, en un ambiente social de interrelación con los demás poblados, con sus usos y costumbres de carácter religioso y los establecidos por los avatares de los tiempos.

Sin embargo, en la década de los setentas del siglo anterior, con una revaloración de la riqueza del subsuelo de la mina asentada en Real de Ángeles, se determinó cambiar todo el pueblo hasta el lugar que tiene actualmente y así reiniciar la explotación minera.

Con ello, fueron derrumbadas casas, edificios gubernamentales y religiosos. Todo el pueblo de Real de Ángeles emigró dos kilómetros adelante, en donde Minera Frisco les construyó viviendas y el templo de San Nicolás Tolentino a cambio de que le permitieran extraer el mineral del subsuelo.

Sin embargo, el rescate y  traslado de pinturas y efigies religiosos, así como elementos de valor histórico del templo, no fueron realizados por profesionales en la materia de Conservación y Restauración, lo que provocó algunos daños en éstos, según refieren pobladores de Real de Ángeles que vivieron ese proceso de transición.

 

 

NUEVE CUADROS PENDEN DE SUS MUROS

El lugar público más decoroso de Real de Ángeles es el templo de San Nicolás Tolentino, mismo que está asentado en una plancha concreto de unos 4000 mil metros cuadrados, en su centro se construyó el edificio religioso.

Está asentado en una estructura cruciforme que en su parte más ancha mide 10 metros y 40 metros por su parte más larga. El inmueble fue construido con piedra de caliche, misma que abunda en la región, bajo el mismo perfil arquitectónico con el que fue edificado en el siglo 18.

En el exterior, por su parte noroeste, figura una estructura de un pozo que hoy se encuentra clausurado, mismo que en sus inicios servía para abastecer a los pobladores del lugar.

Su interior lo es el como la mayoría de los templos construidos en el periodo novohispano. Tiene su pila bautismal, un púlpito, confesionarios en sus alas izquierda y derecha, un altar de tres pisos y coro superior; el cuerpo central está ocupado por bancas de madera sin respaldo.

Sobre sus muros interiores penden nueve pinturas de caballete y de muro, todas ellas elaboradas en el siglo 18. Los contenidos de su temática son variadas, por ejemplo retratan los episodios de persecución que vivieron los primeros padres cristianos por los soldados romanos, cuando realizaban labores de evangelización.

También figura una pintura de la antigua escuela sevillana, que retrata a la Santa Trinidad representada por la clásica imagen de Jesucristo, es decir, tres cuerpos de la misma persona; otro muestra el momento de reflexión del misionero, sentado y en soledad, frente a una calavera negra; o bien santos e inmaculadas, entre éstos una pintura de la Virgen de Guadalupe.

 

 

BALENTÍN MACÍAS …1759

La pintura más grande que tiene el templo de San Nicolás Tolentino pone a Jesucristo crucificado en la parte alta; a sus costados izquierdo y derecho, a la atura de sus pies, tiene a un Rey de la corona Española y a un santo; debajo de éstos figuran jerarcas y sacerdotes de la Iglesia, quienes intentan rescatar del fuego del infierno a pecadores que arden entre llamas del infierno.

Esta es la única pintura que tiene una firma. En su parte inferior se lee “Balentín Macías … 1759”. A simple vista se observa deteriorado el marco de madera de esta pintura. El lienzo se encuentra desprendido en su parte inferior.

Tiene dos agujeros de 10 y 15 centímetros de diámetro, mismos que permiten observar que la pintura fue elaborada sobre una malla de ixtle. Su aspecto ha sido desgastado por el tiempo y sus colores han perdido viveza. En su parte inferior hay más palabras, pero están ilegibles. Requiere de ser intervenida para saber lo que dice.

Otros cuadros, elaborados en pintura de caballete, tienen el marco roto o presentan evidencias de que un líquido fue derramado en éstos, mismo que distorsionó los colores. Todos éstos presentan un deteriorado en el cuerpo de su pintura, así como el lienzo.

En uno de los archiveros de la iglesia hay cuadros arrumbados, con un deterioro y daño más severo, mismo que, a decir de pobladores de Real de Ángeles, fue ocasionado al momento de realizar el cambio del templo.

En su interior, justo a un costado de la puerta principal, descansa una puerta de madera en diferentes pedazos, misma que resguardaba el acceso del templo construido en el siglo 18 y que ya no fue contemplada en el nuevo edificio religioso.

La última, y tal vez la única intervención que ha recibido este inmueble, fue realizada en el año 2007 por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, para restaurar la escultura en la que San José carga a un niño Jesús. Fueron restablecidas las efigies y sus vestimentas…

Se han cumplido ocho años de que la ruta de Noria de Ángeles fuera considerada una de los 55 puntos que contempla el Camino Real de Tierra Adentro y, no obstante, este hecho parece aún no cobrar la debida importancia y relevancia para las autoridades gubernamentales.

 

José Córdova / Tropicozacatecas.com

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