El domingo 3 de febrero inició una historia de penurias que llegó a poner en riesgo la vida de Gabriela Ortiz Rubio, mujer de 41 años y originaria de la Ciudad de México, madre de dos hijos de 18 y 16 años, diagnosticada con lupus.
Ese día, cuando se iba a bañar, notó que, además de un fuerte dolor en la parte baja del estómago, le salía un líquido de una sutura que le habían realizado el 29 de enero en el Hospital General del ISSSTE, en la capital de Zacatecas, producto de una operación por miomas en la matriz.
Rápidamente se trasladó al área de Urgencias de este nosocomio, donde se determinó su ingreso al hospital para volverla a intervenir quirúrgicamente, pues en su reciente operación la suturación no se había realizado de forma correcta.
El lunes 4 de febrero recibió una nueva intervención quirúrgica, a cargo de personal de ginecología, quien tomó la decisión de hacerlo luego de ver una exposición de su intestino delgado en una revisión realizada en piso, según relató Gabriela.
Este jueves 7 de febrero fue dada de alta. Se encuentra convaleciente en casa y el relato de los hechos está cargado de angustia: “no le deseo esto que estoy pasando a ninguna persona, yo pensé que ya me iba a morir, me sentía muy cansada, muy mal, ya hasta pensé que me iba a despedir de mis hijos”, expuso.
Debido a la enfermedad autoinmune que padece, Lupus, su proceso de cicatrización puede durar hasta 3 meses y su recuperación será más lenta.
Gabriela tiene la determinación de interponer una denuncia por negligencia médica ante las instancias de justicia del estado.
Por este medio hizo un llamado a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) para que inicie una investigación de oficio por los hechos que, considera, pusieron en riesgo su vida.
A través de su cuenta de Facebook, hizo un llamado a la Comisión de Salud de la LXIII (63) Legislatura del Estado para que analice su caso y se realice una acción de justicia.
Carlos Triana / Tropicozacatecas.com
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