En el marco de un cálido clima, en contraste con el frío de hacía pocos días. En la tónica de la fiesta tradicional que cada año se realiza en esta localidad por la conmemoración de la “fundación” del Ejido “San Miguel y Reforma”, dado el 10 de febrero de 1939, se llevó a cabo el 80 aniversario de la dotación de ejidos.
En ese contexto se dieron cita las autoridades municipales como el Doctor Eleuterio Ramos Leal Presidente Municipal, la Licenciada Claudia Simonita Ramos Leal, Presidente honorífica del SMDIF. Lo mismo las autoridades locales, entre ellos el Delegado Municipal, Julio Apolinar Hurtado; El Presidente del Comisariado Ejidal, Salvador Tarango y el presidente de la Sociedad d Padres de Familia, Mateo Carranza.
Tras la elaboración de un programa festivo y conmemorativo entre las localidades de la comunidad y las de la escuela primaria, comenzó el desfile por las calles de la localidad siendo encabezado por el edil municipal, seguidos por un tamborazo compuesto por habitantes de San Miguel y San Mateo quienes con canciones como la de “El último rodeo”, “Macario Romero”, recorrieron la localidad guiando al contingente de alumnos de las escuelas locales, así como de los charros montados en sus caballos.
Al terminar, frente al salón Ejidal “Gral. Francisco Villa”, ante un escenario preparado con aparato de sonido y una mesa y sillas para las autoridades e invitados especiales, se desarrolló el programa siendo el maestro de ceremonias el Profesor Antonio Flores.
Como primer número se realizaron los honores a la bandera. Posteriormente se hizo una reseña histórica de La Calera de San Miguel por el cronista municipal, Doctor Oliverio Sarmiento Pacheco, quien no sólo hizo la crónica de la lucha por las tierras ejidales, sino de los antecedentes del lugar ubicándolo en la historia a partir del conocimiento de su existencia como mina de cal, como lugar de acopio de madera bajada de la sierra, de la Cueva del Conde de San Mateo, quien la eligió para convertirse en ermitaño, así mismo como un puesto para vigilar la presa construida ahí en la época de la colonia. Para así concluir con los hechos más sobresalientes en la lucha que personas como José Piña, Severo Muro, Fernando Muro, José Refugio Ortiz, Eleuterio Hurtado y las familias Téllez y otras más comenzaron a disputar las tierras a los hacendados Del Hoyo quienes eran representados por Roberto Cabral del Hoyo quien ya despuntaba como poeta pero que por cuestiones del destino le tocó defender las tierras de sus antepasados. Después de un recorrido histórico se hizo patente la necesidad de conocer la historia para evitar que ante la globalización cultural y económica se desdibuje la identidad local.
Por su parte y en su momento, el Presidente Municipal, Doctor Eleuterio Ramos Leal, agradeció la invitación a tal evento reconociendo que La Calera de San Miguel es la localidad que ocupa primer lugar en realizar una fiesta cívica, seguido por Malanoche. Reconoció, por lo mismo, a la población y autoridades que cada año hacen de su fiesta algo que debe reconocerse y difundirse. Siendo breve pero sustancioso el discurso del Edil dejó clara la importancia de recuperar y conservar esa fiesta porque deja como resultado la unidad de la localidad dado que todos los habitantes son familia.
Acto seguido se presentaron bailables en los que se escenificaron la muerte de Lino Rodarte, por alumnos de las escuelas locales que dirigen el Profesor Antonio Flores y Lilia Hurtado Ruiz para, posteriormente, dar paso a la interpretación de un corrido escrito por el Profesor Rodrigo Piña Sarmiento, nieto del líder agrarista José Piña.
Una vez concluido el evento cívico se desarrollaron las otras actividades, tales como el rodeo y baile a las que acudieron personas de diversas partes del municipio, del estado y del país. Ahí se dieron cita las familias que de muchas formas están emparentadas y ven en la festividad de conmemoración ejidal la oportunidad para convivir y festejar la unión familiar.
(Calera de San Miguel, Valparaíso. 10 de febrero de 2019)
Oliverio Sarmiento Pacheco*
*Cronista municipal de Valparaíso.
