Preparan “condoches” en Las Lajas para iniciar la cuaresma


OJOCALIENTE. A las 06:00 horas de este miércoles aún no se asomaba el sol y ya se encontraba iluminada la comunidad Las Lajas, de Ojocaliente. La luz se escapaba de los hornos de piedra de caliche que en su interior veían arder leños de mezquite.

La ocasión era propicia, lo mismo que lo fue a principios del siglo pasado, pues la cuaresma hoy inicia y había que tener el horno listo para cocer los panes de condoche, un platillo típico mexicano que se prepara desde la época colonial.

Celebrar el inicio de la cuaresma con condoches es una tradición que aún mantienen viva 20 de las 100 familias que habitan en la comunidad Las Lajas y que lo comparten con las nuevas generaciones, de tal forma que no se apague la llama.

 

El Procedimiento

Quienes realizan condoches en Las Lajas, desde días atrás recolectan leche bronca de vaca y la guardan en una vasija para que se fermente. También  pizcan mazorcas de maíz de las arcinas y las desgranan un día antes de preparar el alimento. Una vez desgranado el maíz se pone a cocer con cal, a lo que se le conoce como nixtamal.

El paso siguiente se realizó este día. Se llevó a moler el nixtamal con la leche, también se muelen frijoles con chile colorado, previamente ya cocidos. La masa se separa para los condoches de azúcar y de sal, cada masa se condimenta dependiendo el sabor, ya sea con sal o azúcar, y canela, ambos llevan manteca de cerdo; los de sal llevan rellenos de frijoles molidos con chile rojo.

Cuando los leños se han convertido en brazas y el horno de piedra está muy caliente, en hojas de lámina se ponen los condoches y se meten a cocer. Una vez que estén listos se sacan y se colocan en canastas.

 

El Simbolismo

Para los habitantes de esta comunidad preparar condoches es un elemento simbólico porque los ingredientes que llevan : maíz, frijol y leche, representa una manera de pedirle a los dioses que no falte en todo el año el pan de cada día.

También representa una manera de unir a las familias en una sola actividad, porque en este participan los hombres, mujeres y niños en diferentes actividades. Algunos ayudan a prender la leña, otros a preparar los condoches, otros a atizar el horno…

El jueves santo se repite esta misma actividad e incluso además de prepararlos, se llevan a bendecir a la iglesia de la comunidad. Incluso hay quienes guardan una o dos piezas de condoches en la cocina del hogar, a fin de que la bendición permanezca todo el año. Este día, incluso quienes viven lejos regresan a la comunidad para pasar este día en familia.

 

La tradición continúa

Felipe Gallegos es un artesano de esta comunidad. Él, como pocos, saben del valor que representa preservar esta tradición y en compañía de su familia invita a los habitantes de Las Lajas a no dejar morir esta tradición.

“Comer condoches representa convivencia familiar, porque el proceso es largo, no solo de un día, además de que en lo particular es motivo de orgullo porque sé que es una manera de contribuir a que esta tradición no se pierda”, refiere el hombre de tez trigueña.

En este miércoles de ceniza, los condoches son el platillo especial de los hogares de Las Lajas, mismos que se acompañan de nopalitos de duraznillo capeados y chiles rellenos con queso fresco.

No obstante que cada año son menos las familias que preparan este platillo en las Lajas, a Felipe no parece preocuparle, pues, como él dice, mientras el horno de piedra esté calentándose por la  leña, el sabor del condoche y la tradición continúan.

 

José Córdova / Tropicozacatecas.com

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