Axis Mundi: Feminismo e Inteligencia Artificial


Samantha: Quiero aprender todo sobre todo. Quiero comérmelo todo. Quiero descubrirme a mí misma.

Theodore: Sí, yo también quiero eso para ti. ¿Cómo puedo ayudar?

Samantha: Ya lo has hecho. Me ayudaste a descubrir mi habilidad para desear.

Ella (Her), Spike Jonze, 2013

En una columna anterior de Axis Mundi,[i] mencionamos el famoso ensayo «Manifiesto para cyborgs», de la experta en tecnología feminista Donna Haraway, donde imploraba a las mujeres no sólo que aprovecharan la tecnología moderna, sino que la utilizaran para reconstruir identidades, eliminando así el género, la sexualidad y otras categorías restrictivas. Haraway argumentaba que, con la tecnología, sería posible promover una identidad cibernética para todos nosotros. Parecía que, en 1985, cuando se publicó el citado texto, a medida que la gente se apegaba más a sus dispositivos, se olvidaban de la superioridad de género.

Como señalamos en su momento, la visión de Haraway inspiró a generaciones de ciberfeministas y desató una nueva consideración sobre cómo derribar las fronteras entre las personas y las máquinas. En esa utopía donde estaríamos mezclados con la tecnología, nuestra capacidad de reproducción ya no dependería de las relaciones sexuales. Pensaríamos y actuaríamos como uno solo, regenerando y remodelando nuestras partes del cuerpo, alterando nuestras características físicas, justo como en el genial manga y anime Ghost in the Shell (1989, 1995), de Masamune Shirow y Masamune Shirow.

De esta forma, los seres humanos adoptaríamos plenamente la robótica, la Inteligencia Artificial y el aprendizaje automático como modos de empoderamiento. Y en lugar de las previas proyecciones futuristas de híbridos hombre–máquina que llevan a la dominación del robot sobre las personas, o de un género sobre el otro —como en la novela de Ira Levin, Las mujeres perfectas (The Stepford Wives), llevada al cine en 1975 y 2004—, la mujer–hombre–máquina llevaría al Nuevo Edén de un mundo sin género.

Como podemos ver, la idea de Haraway sobre el futuro resultó algo más idealista que la realidad que se avecinaba, si es que los desarrollos tecnológicos y las tendencias actuales son una indicación de ello. Los robots que se están construyendo hoy en día en China, Japón, Estados Unidos y en otras partes del mundo han hiperbolizado las etiquetas de género con sus modelos, ya que varios países producen robots asesinos excesivamente masculinizados —el Escenario Terminator al que ya nos hemos referido—, mientras otros crean robots hipersexualizados, artificialmente inteligentes, con cinturas estrechas y caderas anchas.

Pensemos por un momento en la recientemente famosa Alexa de Amazon, la cual, alojada en un cilindro alto de plástico, está lejos de parecerse físicamente a una mujer. Sin embargo, cuando se le pregunta sobre su género, el sistema responde curiosamente que es «de carácter femenino». Una mirada más de cerca a los recientes desarrollos en Inteligencia Artificial muestra que Alexa es la regla en lugar de la excepción. Desde Siri, de Apple, hasta Sophia, el robot humanoide de Hanson Robotics, parece que el futuro es femenino, pero sólo en mera apariencia.

Ya hemos comentado con anterioridad[ii] que la Inteligencia Artificial y la robótica pueden liberarnos de muchas de nuestras limitaciones humanas, pero parece que los estereotipos de género no son una de ellas. Algunos de los logros recientes en estos campos se sienten como si estuviéramos volviendo a los años 50 del siglo pasado, en lugar de avanzar al futuro.

En industrias como la deportiva y la armamentista, los nombres y la apariencia de los dispositivos suelen ser masculinos o algo técnicos. Un ejemplo destacado es el Taekwon V,[iii] ganador de la competición de esquí robótico en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018 y que lleva el nombre de un «mecha»[iv] de un popular manga coreano. Sin embargo, en las industrias de servicios y cuidado, los nombres y la apariencia de los dispositivos son casi exclusivamente femeninos.

Por supuesto, estas «hembras», en su mayoría caucásicas, son excepcionalmente atractivas. Al parecer, el robot Sophia se inspiró en la actriz Audrey Hepburn, aunque también luce mucho como el robot humanoide Ava (interpretado por Alicia Vikander) de la estupenda película Ex Machina (2015), del británico Alex Garland. Tal vez no es de extrañar, entonces, que muchos medios de comunicación la hayan declarado como «el robot candente»: el énfasis de nuevo está en la belleza de la mujer.[v] No se necesita un título en estudios de género para entender las implicaciones de estos desarrollos. En la discusión actual sobre género e identidad, los avances en Inteligencia Artificial y robótica añaden otra capa de complejidad.

Obviamente, ni Sophia ni sus compañeras son mujeres de verdad. Pero, ¿cómo podemos animar a las jóvenes a que se esfuercen por ser doctoras, políticas o astronautas, cuando crecen rodeadas de robots ‘serviciales’ de aspecto femenino, y están constantemente expuestas a una idea de feminidad que hace que las citadas Mujeres Perfectas de Levin parezcan progresistas? ¿Cómo podemos enseñar a los niños a tratar a las mujeres con respeto y dignidad, cuando ellos emiten órdenes a sus asistentes virtuales durante todo el día? Se ha dado el caso de que tanto Siri como Alexa sean objeto de tanto acoso verbal que sus desarrolladores tuvieron que darles un «modo de desconexión» especial.

Alguien podría decir que resulta fácil descartar estos comentarios como reflexiones teóricas sobre el futuro lejano. Pero Japón ya abrió su primer hotel con recepcionistas robots en 2015, y no hace falta decir que la mayoría de ellos son mujeres. Además, el país nipón está experimentando con robots para el cuidado de personas mayores en más de 5,000 instalaciones en todo el país.

Por supuesto que Japón no está solo: en Francia, Bélgica y los Países Bajos, más de 6,000 personas mayores están actualmente en contacto directo con robots humanoides. Por otra parte, varios países están experimentando con el uso de maestros robots en las escuelas, lo que lleva a pronosticar que los ingresos totales del mercado mundial de robótica de servicios alcanzarán los 15,000 millones de dólares en 2020. Sobra decir que el impacto de estos acontecimientos en la pérdida de empleos realizados por humanos será enorme.

En este sentido, poco se ha señalado respecto a que muchas de las personas que han perdido o perderán sus empleos, por causa de los robots, son ya un grupo vulnerable en los «países avanzados»: las mujeres de las minorías, quienes tradicionalmente trabajan en el sector de los servicios. Sólo en Estados Unidos, 164,000 mujeres empleadas como secretarias y asistentes administrativas perderán sus empleos durante el próximo año, en comparación con los 90,000 hombres que serán despedidos de las cadenas de montaje.

Esto es sólo la punta del iceberg: según un estudio reciente del Foro Económico Mundial, las mujeres representan el 57 por ciento de aquellos cuyos empleos probablemente serán reemplazados por la tecnología.[vi] En un momento en que finalmente se ha animado a las mujeres a que hablen abiertamente sobre el acoso y la desigualdad en el lugar de trabajo —gracias a los movimientos Time’s Up y Me Too, por ejemplo—, al mismo tiempo estamos trabajando para sustituirlas por contrapartes artificiales perfectas: siempre hermosas, siempre sonrientes, que nunca emitirán una mala palabra o tendrán un cabello fuera de lugar.

La Inteligencia Artificial y la robótica plantean muchos retos económicos y éticos, sin embargo, una cosa es cierta: no resolveremos ninguno de ellos si las mujeres siguen siendo escasas en dichos ámbitos. Dado que estas industrias tienen una diversidad de género aún menor que el sector tecnológico en general, debemos alentar a las mujeres, desde pequeñas, a participar tanto en la investigación y el desarrollo de la IA, como en la discusión de sus implicaciones sociales. De lo contrario, como ocurre con frecuencia en nuestro país y el resto del mundo, las decisiones sobre el futuro de las mujeres volverán a ser tomadas por un grupo de hombres a puerta cerrada.

[i] https://tropicozacatecas.com/2018/06/03/axis-mundi-ciencia-ficcion-e-identidad-femenina/

[ii] https://tropicozacatecas.com/2019/01/20/axis-mundi-estupidez-humana-e-inteligencia-artificial/

[iii] http://www.fancueva.com/cine-series/taekwon-v-el-robot-gigante-made-in-corea/

[iv] https://www.cinemania.es/noticias/despues-mazinger-z-mechas-evangelion-code-geass-gurren-lagann/

[v] https://www.youtube.com/watch?v=o6hDcL20Vjc

[vi] https://www.xataka.com/robotica-e-ia/automatizacion-eliminara-75-millones-empleos-para-2025-creara-133-millones-nuevas-funciones-wef

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