XILITLA, SLP. En pleno corazón de la Sierra Madre Oriental, dentro de una región considerada como un paraíso natural, se profesa la fe y el fervor religioso al Santo Niño de Atocha.
No obstante de encontrarse a 610 kilómetros del santuario de Plateros, en Fresnillo, Zacatecas, donde se encuentra la imagen más venerada de este santo en México, este lugar guarda una semejanza con la población zacatecana que también le profesa su fe.
En territorio potosino Téenek, habitado por una población indígena que es considerada descendiente de los Mayas prehispánicos, al Santo Niño de Atocha también se le reza y se le pide para que se logren las cosechas… pero de café, caña y maíz.
Los Téenek, los turistas y visitantes del municipio de Xilitla pueden solicitar un favor a este ente religioso, mismo que se encuentra en el edificio Colonial más antiguo de San Luis Potosí.
Café, trigo, mazorca y caña de azúcar
En un patio de lo que fue el excovento de San Agustín, inmueble que inició su construcción en 1550 en Xililta, San Luis Potosí, justo en la puerta que conecta a la salida, se encuentra un pedestal de madera en el que reposa una escultura del Santo Niño de Atocha.
Si bien la imagen es la clásica representación de este santo de origen español, misma que se caracteriza por tener vestimenta azul con café, un sombrero, una canasta en mano derecha y un báculo con jícara en mano izquierda, en este lugar tiene agregados únicos.
Los habitantes Téenek le han colocado a sus brazos y a su canasta dos pequeñas bolsas de café tostado y molido, unas espigas de trigo, una mazorca de maíz y unos trocitos de caña de azúcar. Todos estos representan los productos naturales que se cosechan en la huasteca potosina.
Con estos presentes, al igual como lo hacían desde tiempos prehispánicos, los Téenek le solicitan a esta deidad que no fallen las lluvias y que se realicen de buena manera las siembras de estos granos y plantas.
Si bien Xilitla es considerado un Pueblo Mágico con perfil turístico por albergar en sus terrenos el Jardín Escultórico de James Eduard, considerado un monumento del surrealismo en México, esa fuente de ingresos no impacta en la mayoría de las familias Téenek.
Por ello, los habitantes de esta municipalidad se ven en la necesidad de emplearse como jornaleros en los campos de cultivo que hay en Xililtla, pero también en Aquismón, Axtla de Terrazas, Tamazunchale, Huehuetlán, Tancahuitz o incluso Ciudad Valles.
Y es que el cultivo de estos granos y plantas representa la principal actividad económica de la Huasteca Baja, misma que contribuye al Producto Interno Bruto (PIB) de San Luis Potosí.
Una opción para agradecer
Por la relativa cercanía que hay con el estado de Zacatecas, la huasteca potosina representa un atractivo turístico para la población zacatecana, sobretodo en temporada de Semana Santa o en verano.
Ya sea en viajes grupales, familiares o individuales, son varios los zacatecanos que viajan a Tamasopo para bañarse en su Puente de Dios, disfrutar la vista de la Cascada de Tamul de 107 metros de altura, ver salir cientos de golondrinas del hoyo rocoso o para asombrarse con el Jardín Escultórico de James Eduard.
El Santo Niño de Atocha ubicado en el excovento de San Agustín puede ser una viable opción a las personas religiosas para pedir protección en el viaje y llegar a buen destino.
José Córdova / Tropicozacatecas.com
Fotos: José Córdova