La planificación militar es una tarea complicada, que requiere expertos en logística e infraestructuras para predecir la disponibilidad de recursos y los avances tecnológicos. En este sentido, la planificación militar a largo plazo, que consiste en decidir en qué invertir en estos momentos con el fin de preparar a las fuerzas armadas para el mundo de dentro de treinta años, es aún más difícil.
De esta forma, una de las herramientas más interesantes para pensar en la tecnología militar del futuro no son los pronósticos que brindan los big data[i] ni el uso de entornos de entrenamiento sintéticos,[ii] sino la narrativa y la imaginación, algo que, como todo buen aficionado sabe, lo obtenemos de la Ciencia Ficción (CF).[iii]
Puede sonar a fantasía, pero muchos ejércitos del mundo ya tienen tiempo con la atención puesta en este género, por ejemplo, las fuerzas armadas estadounidenses y las francesas utilizan escritores de CF para generar escenarios de amenazas futuras,[iv] mientras que el Colegio de Defensa de Australia respalda la lectura de CF[v] y, en Alemania, el «Proyecto Cassandra» utiliza novelas para predecir el próximo conflicto mundial,[vi] al tiempo que el Foro Sigma, un grupo de reflexión sobre la CF,[vii] lleva años ofreciendo servicios de prospectiva a los funcionarios estadounidenses.
Pero, aunque la CF proporciona a los planificadores militares un tentador vistazo al armamento del futuro, desde los exoesqueletos hasta las interfaces mente–máquina,[viii] el género siempre va más allá de los nuevos y llamativos artilugios: intenta anticipar las formas imprevistas en que estas tecnologías podrían afectar a los seres humanos y la sociedad, un importante contexto adicional que es, con frecuencia, pasado por alto por los funcionarios que deciden en qué tecnologías invertir para futuros conflictos.
Tal vez en virtud de lo anterior, la relación entre los planificadores militares y la CF resulta problemática. A pesar de los crecientes llamados a la «diversidad cognitiva»[ix] y las nuevas formas de pensar en los gobiernos y las fuerzas armadas, el género suele enfrentar un importante problema de imagen: la gente tiende a asociar la CF sólo con los extraterrestres y los viajes espacio–temporales —sus elementos más fantásticos—, lo cual parece estar alejado de los asuntos supuestamente propios de la planificación y la estrategia. En consecuencia, incluso los planificadores de mente abierta que identifican la CF como fuente de inspiración, en especial para las tecnologías innovadoras, la mantienen a una «sana distancia».
Por eso, como comentamos hace unas semanas en esta columna, el que se tome en serio el «perfeccionamiento humano», al igual que la mejora de la percepción sensorial y la medicina personalizada, nos señala que los círculos militares perciben la tecnificación del cuerpo humano como una carrera armamentística clave en el siglo XXI.[x]
Tal parece que lo señalado por un servidor hace unos años se ha convertido en una realidad: el triunfo del subgénero del Ciberpunk,[xi] con el arribo de ciborgs poseedores de visión mejorada, guerreros con brazos biónicos y dedos afilados, «cowboys informáticos» que se infiltran en las fortalezas de datos de las grandes empresas en el ciberespacio.[xii] Incluso, para ver a los super–soldados que se pasean por el campo de batalla con armaduras reforzadas, no hay que buscar más allá de los Starship Troopers de Robert Heinlein (1959), o su genial versión fílmica de Paul Verhoeven (1997). Además, la hibridación genética de los «soldados perfeccionados» se maneja con singular maestría en series como Dark Angel de James Cameron[xiii] y algunos episodios de Black Mirror.[xiv]
Sin embargo, todas estas referencias no aparecen en los informes de planificación militar, donde se mencionan «trajes inspirados en la CF» y tecnologías que «hacen posible lo que antes era CF», pero, por lo demás, el género está ausente. Al igual que muchos planificadores militares, los autores de tales presentaciones parecen querer definir estas tecnologías frente a la CF, subrayando que el género es «ficción», mientras que las tecnologías de «perfeccionamiento humano» son un hecho.
Pero, al dejar de lado a la CF, algo se pierde: el género puede asociarse, por lo regular, con la tecnología, pero incluso en ese caso no se trata de la tecnología en sí misma, sino de los contextos, usos y efectos de las nuevas tecnologías en los seres humanos. El autor de CF, Frederick Pohl, lo ha señalado muy bien: «Una buena historia de CF debería ser capaz de predecir no el automóvil, sino el embotellamiento».[xv] La CF siempre aborda los efectos de segundo y tercer orden de una tecnología, efectos que los planificadores militares suelen no prever.
Tal es el verdadero valor de la CF para quienes se preocupan por el futuro: las tecnologías no son neutrales, sino que operan dentro de un discurso establecido por las historias que se cuentan sobre ellas, lo cual afecta su desarrollo y sus posibles aplicaciones (así como sus errores al momento de ser empleadas). Al ver que los informes militares hablan de percibir al ser humano como una plataforma que debe ser optimizada con las nuevas tecnologías, los estudiosos de la CF encienden los focos de alarma, ya que, cuando se ha imaginado el «perfeccionamiento» en los mundos de ficción, éste suele asociarse con nuevas y profundas desigualdades, así como con conflictos sin final, como en la trilogía Nexus, de Ramez Naam (2015).
Según los planificadores militares, el «perfeccionamiento» ya no se trata sólo de «super–soldados», sino también de «super–civiles». Si los «perfeccionamientos» se tornan necesarios para proteger a toda una población de las amenazas biotecnológicas, ¿cómo vamos a explorar la ética de todo ello?, ¿cómo pueden las sociedades afrontar la aparición de las tecnologías de «porta tu propia mejora» en el lugar de trabajo?, ¿qué mercados negros podrían surgir para llevar a cabo tales «perfeccionamientos» de forma barata?
La CF no tiene todas las respuestas a tales preguntas, pero nos proporciona un espacio para examinarlas: un experimento imaginativo en el que el público puede considerar situaciones dramáticas que exponen los peligros y beneficios de las intervenciones tecnológicas, como en la espléndida y visionaria Cuando falla la gravedad, de George Alec Effinger (1986).
Los planificadores militares hacen bien en traer a un primer plano estas cuestiones, pero también deberían considerar a la CF como algo más que un fondo ficticio para los debates de la «vida real»: la CF puede ayudar a lo que los informes de planificación llaman «dar sentido a estos cambios potenciales en las capacidades humanas», señalando no sólo el automóvil, sino también el tráfico, el smog y los accidentes.
[i] https://www.oracle.com/mx/big-data/what-is-big-data/
[ii] https://www.fie.undef.edu.ar/ceptm/?p=6949
[iii] https://tropicozacatecas.com/2018/03/05/axis-mundi-ciencia-ficcion-civitate-dei/
[iv] https://www.theverge.com/2019/7/24/20708432/france-military-science-fiction-writers-red-team
[v] https://theforge.defence.gov.au/publications/science-fiction-jpme-and-australian-defence-college
[vi] https://www.theguardian.com/lifeandstyle/2021/jun/26/project-cassandra-plan-to-use-novels-to-predict-next-war
[vii] http://www.sigmaforum.org/
[viii] https://tropicozacatecas.com/2020/04/26/axis-mundi-%e2%88%92-ghost-in-the-shell-en-un-espejo-en-enigma/
[ix] https://profesoracarolinapr.blogspot.com/2019/02/la-diversidad-cognitiva-como.html
[x] https://tropicozacatecas.com/2021/06/20/axis-mundi-el-super-soldado-mas-alla-del-cine-y-los-comics/
[xi] https://tropicozacatecas.com/2018/09/30/axis-mundi-la-victoria-del-ciberpunk/
[xii] https://tropicozacatecas.com/2018/10/14/axis-mundi-el-hacker-un-gesto-utopico/
[xiii] https://www.imdb.com/title/tt0204993/
[xiv] https://tropicozacatecas.com/2019/06/02/black-mirror-el-espejo-oscuro-de-tezcatlipoca/
[xv] http://www.isfdb.org/cgi-bin/pl.cgi?58484
Carlos Hinojosa*
*Escritor y docente zacatecano