Axis Mundi – Cine y 11/S: 20 años de cambios


Tal vez nuestros amables lectores estén de acuerdo en que uno de los comentarios más frecuentes, respecto a los acontecimientos del 11 de septiembre del 2001, es el que señala que la destrucción del World Trade Center era algo que sólo habíamos visto en el cine, lo cual motivó al veterano director Robert Altman a declarar que el 11–S era un ejemplo de cómo la vida imita al arte: «Las películas marcan la pauta, y esta gente ha copiado las películas».[i]

En este sentido, si el atentado terrorista parecía sacado de una película, la respuesta inmediata de Hollywood fue que los filmes estrenados tras dicho suceso no debían parecerse demasiado al 11–S, por ende, las representaciones del World Trade Center se convirtieron en un tabú, por ejemplo, recordemos cómo el tráiler original del Spiderman de Sam Reimi (2001), en el que aparecían las Torres Gemelas,[ii] fue retirado de todos los medios, mientras que la escena final de Hombres de Negro II (Barry Sonnenfeld, 2002) tuvo que ser filmada de nuevo, por citar sólo un par de casos donde ambos edificios neoyorquinos se borraron en la postproducción.

Más tarde, las Torres Gemelas serían restauradas digitalmente para el documental estadounidense de 2006 sobre la catástrofe del World Trade Center, dirigido por Oliver Stone, película que reconstruye los acontecimientos desde el punto de vista de los policías que quedaron atrapados en la Torre Norte, después del derrumbe de la Torre Sur. Al igual que Vuelo 93, de Paul Greengrass, estrenado el mismo año, el filme de Stone celebra la resistencia frente al terrorismo, al tiempo que permite a los espectadores acceder a acontecimientos no revelados.

Por otra parte, algunas propuestas cinematográficas ofrecieron evocaciones más soslayadas de los ataques terroristas: la adaptación de 2005, de Steven Spielberg, de La guerra de los mundos traslada el clásico relato de H.G. Wells a la Nueva Jersey y el Boston posteriores al 11 de septiembre, mientras el eslogan de la película, «ya están aquí», hace eco de los temores a las células terroristas «durmientes»,[iii] sugiriendo que el enemigo ya se encuentra en Estados Unidos, indetectable y esperando ser activado. Después de que los trípodes alienígenas han salido de debajo de la tierra para causar estragos entre los inocentes transeúntes, la hija del protagonista le pregunta a su padre (Tom Cruise), cubierto de ceniza: «¿Son los terroristas?»

Asimismo, las imágenes que recuerdan al 11–S también abundan en El caballero de la noche (2008), la segunda entrega de la aclamada trilogía del Batman de Christopher Nolan: con el Joker del finado Heath Ledger como terrorista, la película arroja una luz ambivalente sobre la búsqueda de justicia del alter ego de Bruce Wayne. Podríamos apuntar que El caballero de la noche desempeñó un papel decisivo en el auge de las películas de superhéroes, las cuales siguen dominando el cine comercial,[iv] razón por la que, tal vez, no sea una casualidad que este apogeo coincida con la llamada «guerra contra el terrorismo»[v] y, en particular, con las desafortunadas invasiones de Afganistán e Irak.

En una época de intervenciones geopolíticas cada vez más complejas y fallos catastróficos, como la reciente derrota de EUA en el país afgano,[vi] estas películas articulan un anhelo de heroísmo intachable, liderazgo eficaz y respuestas adecuadas a las crisis. Recordemos que las invasiones de Afganistán en 2001 e Irak en 2003 contaron, inicialmente, con un amplio apoyo en Estados Unidos: en octubre de 2001, una encuesta reveló que el 88% de los estadounidenses apoyaba una respuesta militar a los ataques terroristas.[vii]

Sin embargo, a medida que las guerras continuaban, el dicho soporte disminuyó significativamente. Los dramas realistas de la genial directora Kathryn Bigelow, tanto en Zona de miedo (2008) como en La noche más oscura (2012), reflejan la ambigüedad moral de la posición estadounidense en Oriente Medio. Por su parte, películas como Enemigo invisible (2015) captan la naturaleza impersonal de la guerra de drones de largo alcance.

Además, en la televisión, la popular y excelente serie de Claire Danes, Homeland (2011–2020), sigue las intrigas y maquinaciones de estadounidenses, rusos, talibanes e iraquíes en el ámbito de la lucha contra el terrorismo y la radicalización.

Aquí es necesario señalar que muchos de los relatos citados se centran en la figura de una mujer blanca occidental, quizás como una forma de «suavizar» la imagen de Estados Unidos en el extranjero, recurso narrativo que se aleja de los anteriores thrillers de éxito, el cual nos brinda dramas más personales que parecen estar en consonancia con el cambio declarado por Barack Obama hacia una forma de «guerra humana», un movimiento que algunos han llamado «la humanización del conflicto interminable».[viii]

En virtud de lo anterior, la figura del terrorista también ha evolucionado en el cine posterior al 11–S: en los años ochenta y noventa, los terroristas representados como musulmanes o árabes, en películas como Mentiras verdaderas (James Cameron, 1994), convivían con los villanos germanos de Duro de matar (John McTiernan, 1988), o con el hombre del Ejército Republicano Irlandés que aparecía en filmes como Enemigo íntimo (Alan J. Pakula, 1997) y Juego de lágrimas (Neil Jordan, 1992). Sin embargo, después del 11–S, el terrorismo se equipara, principalmente, con el yihadismo en las películas de Hollywood, donde a menudo se niega a los terroristas una caracterización profunda y se les contrapone a los héroes estadounidenses.

Un buen ejemplo de ello es Francotirador (2014), de Clint Eastwood, que narra la historia de Chris Kyle, uno de los francotiradores más letales de la historia militar de Estados Unidos; película que dividió a los críticos, ya que la prensa de izquierda la calificó de propaganda republicana,[ix] mientras que la revista de derecha, National Review, alabó el filme por captar «la verdadera naturaleza del enemigo»,[x] los iraquíes, a quienes el personaje central llama «salvajes».

No obstante, cineastas de todo el mundo también han tratado de captar las ramificaciones actuales del 11–S y la posterior «guerra contra el terrorismo», por ejemplo, el filme de la directora indo–estadounidense Mira Nair, El reticente fundamentalista (2012), basado en la novela del mismo título de Mohsin Hamid —nominada al prestigioso Premio Booker[xi]—, se enfrenta a los estereotipos raciales y étnicos que aparecen en películas como Francotirador, al mostrarnos a Changez (Riz Ahmed), un joven pakistaní en EUA que pasa, a lo largo del relato, de despiadado trepador empresarial a inmigrante desilusionado y excluido.

No cabe duda que el atentado contra el World Trade Center es uno de los acontecimientos más significativos del siglo XXI, tanto así que se le utiliza como frontera generacional, distinguiendo a los millennials de la Generación Z,[xii] en función de si se recuerda, o no, haber presenciado tal suceso, directamente o a través de la cobertura mediática.

Tal vez por ello sea apropiado que incluso el Universo Cinematográfico Marvel, con su audiencia predominantemente juvenil, haga alusión, de manera alegórica, a los fracasos de la «guerra contra el terror». Su más reciente serie en Disney+, la excelente Loki (2021), parece cuestionar la validez del lenguaje empleado para referirse al 11–S y el desastre que comenzó como «Operación Libertad Duradera». Recordemos que la tarde del 11/09/01, George W. Bush declaró que «la propia libertad fue atacada esta mañana»,[xiii] algo que el hermano incómodo de Thor cuestiona —desde el propio concepto de «liberación»—, afirmando que «la primera y más opresiva mentira jamás pronunciada fue la canción de la libertad».

Y ahora que el mundo es testigo de la reconquista de Afganistán por los talibanes, a los pocos días de la retirada de las tropas estadounidenses y de sus aliados, queda por ver cómo abordará Hollywood no sólo el 11–S, sino sus continuas ramificaciones, las cuales, como hemos contemplado, se le atoran en la garganta a la mismísima «fábrica de sueños», al intentar convertirlas en un espectáculo de «libertad y victoria».

 

  • La mayor parte de las series y filmes citados en el presente texto se encuentran en las plataformas de Amazon Prime Video, Disney+, Netflix y Star Plus.

[i] https://www.theguardian.com/film/2001/oct/18/news2

[ii] https://www.esquire.com/entertainment/movies/a28581522/twin-towers-spider-man-trailer-full-version-video/

[iii] https://www.larazon.es/blogs/internacional/volver-al-siglo-vii/celulas-durmientes-EH14640501/

[iv] https://www.cinemascomics.com/matt-damon-explica-el-dominio-del-cine-de-superheroes/

[v] https://tropicozacatecas.com/2018/10/07/axis-mundi-guerra-sin-fin/

[vi] https://tropicozacatecas.com/2021/07/11/afganistan-la-nueva-derrota-militar-de-eua/

[vii] https://news.gallup.com/poll/5083/overwhelming-support-war-continues.aspx

[viii] https://www.theguardian.com/us-news/2021/aug/31/how-the-us-created-a-world-of-endless-war

[ix] https://www.vulture.com/2014/12/movie-review-american-sniper.html

[x] https://www.nationalreview.com/corner/american-sniper-has-created-cultural-moment-heres-why-david-french/

[xi] https://www.lecturalia.com/premio-literario/boo/premio-booker

[xii] https://www.bbc.com/mundo/noticias-57999304

[xiii] http://www.scielo.org.mx/pdf/comso/n6/0188-252X-comso-06-159.pdf

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