Adán le dice a Eva: «Estamos desnudos, sin hogar, sin trabajo y sin dinero, pero nos siguen diciendo que estamos en el Paraíso. Esto debe ser México». Tal es el chiste que le cuenta la joven Laura a su madre, Cielo; lamentablemente, son unas de las últimas palabras que le vemos decir y, para colmo, no le ha puesto comida a su mascota, Lencho, el camaleón. Ella piensa que lo hará más tarde.
Sin embargo, como parte de la abominable tragedia que padecen decenas de miles de familias mexicanas, Laurita no volverá a casa. Sin sospechar nada, Cielo sale en su Chrysler plateado, mientras las ominosas camionetas del ejército pasan a su lado, con sus estructuras soldadas en la parte trasera, las cuales permiten a los soldados vigilar y disparar mientras sus oficiales y especialistas viajan en la comodidad de la cabina —algo que también hacían los antiguos romanos en sus cuadrigas—, al igual que los cárteles en sus pick–ups.
Es entonces cuando la madre de Laura se ve detenida por un par de sicarios, quienes le dicen que se reúna con ellos dentro de diez minutos en una fonda, donde le quitan la comida del plato y le informan que, si quiere ver de nuevo a su hija, debe entregarles 150,000 pesos, más la «bonita» camioneta negra que conduce su marido, una Ford, «nacida fuerte» reza el eslogan, pero no tan fuerte como Cielo.
Puede resultar difícil creer que se trata de la primera película de la directora rumana Teodora Mihai,[i] así como el debut de su coguionista, Habacuc Antonio de Rosario. En los primeros 20 minutos del filme se establece todo lo que necesitamos saber, para luego sumergirnos en un ritmo que parece a la vez vertiginoso y gélido, a través de los intentos de Cielo por recuperar a su hija.
Este filme está tan finamente elaborado que nos recordó al Apocalipsis ahora (1979), de Francis Ford Coppola, no sólo en su aspecto de la guerra reducida a una sucesión de horrores, sino en el sentido de un progreso casi religioso, un conjunto de pasos cada vez más profundos hacia el corazón de la oscuridad: el verdadero rostro del reino infernal en que se ha convertido nuestro país.
Como bien saben nuestros amables lectores, Arcelia Ramírez es una veterana de la actuación, con más de cien papeles, quien brinda una interpretación asombrosa como Cielo (basada en la increíble y trágica historia real de la tamaulipeca Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez),[ii] desde la primera escena hasta la última. Por su parte, la cámara del rumano Marius Panduru da una sensación cercana al cinéma vérité, con largas tomas que siguen movimientos a través de puertas y pasillos, así como traspasando cámaras de horrores y persecuciones en autos, a lo que se suman secuencias violentas fuera de foco, cuyos resultados se muestran en la pantalla, lo que contribuye a la impresión de estar ante un documental.
Hay efectos prácticos, maquillaje, detalles de las heridas, disparos, pero nunca rompen nuestro enfoque, porque ésta es una película que sumerge e interroga, impregnada de lo bíblico, con los tonos de la Pasión de Cristo, tan propios de nuestra herencia religiosa, además de contar con secuencias extendidas que se sienten líricas y a veces sacadas de los cantos del Infierno de Dante.
Este filme también nos trae a la mente una de las obras maestras de Denis Villeneuve, Sicario: Tierra de Nadie (2015), con ese descenso hacia las regiones más oscuras del ser humano en las que nos encontramos desde hace décadas en México y el mundo. Es por ello que mencionamos a Dante y a Conrad, porque se trata de un viaje que transforma, no sólo revela, de ahí la importancia simbólica de la mascota de la familia, un camaleón: Cielo cambia a medida que se modifica su entorno, no sólo en el exterior, sino en lo más profundo, lo más sombrío. Estamos ante todo un triunfo del séptimo arte.
- La civil actualmente se exhibe en el cine
- Apocalipsis ahora próximamente estará disponible en Netflix
- Sicario: Tierra de Nadie está disponible en HBOMax
REFERENCIAS
[i] https://zoomf7.net/2022/05/16/la-civil-teodora-ana-mihai/
[ii] https://www.infobae.com/america/mexico/2020/12/13/miriam-rodriguez-la-mujer-que-persiguio-a-los-asesinos-de-su-hija-por-todo-mexico-y-llevo-a-una-decena-tras-las-rejas/
Carlos Hinojosa*
*Escritor y docente zacatecano
