«¿No sucede lo mismo con estos ataques? Los medios de comunicación no sólo habían estado bombardeándonos con su discurso sobre la amenaza terrorista, sino que además ésta había sido investida libidinalmente. Basta con recordar la serie de películas como Escape de Nueva York o Independence Day. Aquí está el núcleo de la tan mencionada relación de los ataques con las películas de catástrofes de Hollywood: lo impensable que sucede era un objeto de fantasía, de forma que, en cierto sentido, Estados Unidos obtuvo aquello con lo que había estado fantaseando, y ésta es la mayor sorpresa».
Slavoj Zizek, Bienvenidos al desierto de lo real, 2002.
En El quinto jinete del Apocalipsis, novela de Dominque Lapierre y Larry Collins, publicada 21 años antes de los ataques del 11/S en EUA, las autoridades del vecino país del norte, junto con gobiernos aliados y enemigos, tienen 36 horas para localizar un dispositivo nuclear oculto en alguna parte de Nueva York por órdenes del antagonista ideológico en turno, el dictador libio Muamar el Gadafi (1942–2011). Esta obra, bastante bien lograda, es un buen ejemplo de los relatos que conocemos como tecno–thrillers, además de que «hace manifiestas» esas fantasías de un atentado a gran escala en el territorio de los EUA que bien señala el filósofo esloveno, Slavoj Zizek.
Y ya que, como bien saben los amables lectores, la vida suele imitar al arte, el pasado miércoles 5 de marzo, el Departamento de Defensa de EUA (DoD) proporcionó información actualizada sobre un enorme ejercicio de entrenamiento para incidentes nucleares realizado en Nueva York a principios de este año, conocido como «Prominent Hunt» (Cacería Prominente), el cual dio lugar a especulaciones a inicios del 2025, tras la publicación de un comunicado de prensa de la Oficina Federal de Investigación (FBI), que participó en la operación de adiestramiento junto con varias otras agencias.
Caracterizada como «un ejercicio de entrenamiento para incidentes nucleares a gran escala en el que participan varias agencias», la operación tuvo lugar en los alrededores de Schenectady, Nueva York, entre el 26 y el 31 de enero de 2025. Las autoridades dijeron que los residentes de la Gran Manzana no debían alarmarse en ese momento, ya que el ejercicio «no supondría ningún riesgo» debido a «la actividad relacionada con el entrenamiento, incluida la presencia de personal militar y aeronaves, así como de personas con equipos de protección».
De manera oficial, Cacería Prominente fue un ejercicio forense nuclear masivo, diseñado para poner a prueba la capacidad de EUA para recoger y analizar pruebas tras una detonación nuclear. La operación, dirigida por el FBI y el Departamento de Defensa, se centró principalmente en reforzar la capacidad estadounidense para identificar rápidamente el origen de un ataque nuclear y proporcionar información crucial para la toma de decisiones a escala nacional.
Al parecer, todo esto forma parte de un esfuerzo interinstitucional en curso para perfeccionar las técnicas forenses nucleares, con ejercicios de formación similares llevados a cabo por el FBI y el Departamento de Defensa de EUA, en colaboración con otras agencias federales, en el pasado. Otros participantes en las maniobras de enero fueron la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA) del Departamento de Energía, el 20º Mando CBRNE (un acrónimo que significa «Chemical, Biological, Radiological, Nuclear, and High Yield Explosives»: explosivos químicos, biológicos, radiológicos, nucleares y de alto rendimiento) del Ejército y el Centro de Aplicaciones Técnicas de la Fuerza Aérea de EUA.
Se sabe que todos estos organismos contribuyen a la «National Technical Nuclear Forensics Ground Collection Task Force» (Grupo de Trabajo Técnico Nacional de Recogida de Datos Nucleares en Tierra), un grupo interinstitucional encargado principalmente de recoger muestras de restos de cualquier posible lugar de una detonación nuclear, las cuales se transportan a los laboratorios del Departamento de Defensa para su análisis, lo que representa un paso crucial para determinar el origen de cualquier probable ataque nuclear.
Por ende, si alguna vez se produjera un incidente nuclear de este tipo, el análisis forense desempeñaría un papel fundamental en la identificación del origen del armamento utilizado. Por ejemplo, las «huellas» radiológicas únicas dejadas por el uso de elementos como el uranio o el plutonio pueden revelar detalles como el país que produjo el material, lo que proporciona a los servicios de inteligencia información clave sobre cuestiones como si se trató de un agente estatal, un grupo terrorista o alguna otra entidad quien llevó a cabo el ataque, situación que se plantea de forma muy acertada en el tecno-thriller de Tom Clancy, La suma de todos los miedos (1991), así como en su adaptación fílmica del 2002.
Por otra parte, más allá de la simple identificación de los posibles autores tras un ataque nuclear, el Departamento de Defensa afirmó el pasado miércoles que la demostración pública de estas capacidades forenses, por parte de las agencias estadounidenses, sirve como elemento disuasorio para cualquier posible adversario que planee este tipo de ataques: «La técnica forense nuclear nacional es absolutamente una parte de la disuasión nuclear mediante el mensaje a nuestros adversarios de que el gobierno de Estados Unidos tiene la capacidad de identificarlos, en caso de que haya una detonación nuclear», dijo Brian Kohler, director de Forense Nuclear, Energía y Supervivencia en la Oficina de Asuntos Nucleares del Departamento de Defensa, en una declaración esta semana, haciendo hincapié en que los adversarios deben reconocer que ningún ataque nuclear será imposible de rastrear.
Además, Wendin Smith, administrador asociado de la NNSA y subsecretario adjunto para la lucha contra el terrorismo y la proliferación, añadió: «Estos conocimientos técnicos y herramientas niegan el anonimato a los posibles autores, incluidos los patrocinadores estatales del terrorismo, y garantizan que tendrán que rendir cuentas».
Y aunque los atentados nucleares suelen asociarse —en el imaginario colectivo de EUA y sus gobernantes— a ataques con misiles o explosivos utilizados por naciones «hostiles», Cacería Prominente se centró, de forma principal, en las amenazas «alternativas» que incluyen las planteadas por organizaciones terroristas o «Estados rebeldes», quienes tienen más probabilidades de recurrir al uso de artefactos nucleares improvisados, ya que sus componentes pueden introducirse con mayor facilidad en una zona densamente poblada, en lugar de necesitar un mecanismo de lanzamiento. Además de hacer que tales artefactos sean menos fáciles de detectar antes de su uso, el Departamento de Defensa de EUA subrayó que también es más difícil rastrear su origen hasta una nación concreta.
Dadas las dificultades que plantean los artefactos nucleares improvisados a las agencias estadounidenses, las pruebas forenses resultan cruciales para ayudar a determinar de dónde puede proceder un arma de este tipo y cómo ha sido desarrollada. En el centro de dicho esfuerzo se encuentra la necesidad de recoger datos en el lugar de la detonación, sin los cuales las agencias de inteligencia se enfrentarían a la difícil tarea de intentar rastrear el origen de los citados artefactos nucleares hasta sus autores.
Por lo anterior, los ejercicios realizados durante Cacería Prominente incluyeron la formación de equipos forenses para trabajar, de forma rápida, en la recogida de restos radiactivos en una zona afectada utilizando modelos que ayudan a predecir dónde es probable que caigan dichos residuos. Para ello se incorporaron datos meteorológicos, así como el «rendimiento» del estallido en función del tamaño del artefacto, el área circundante y la altitud estimada de la explosión.
Tales modelos, desarrollados por equipos del Centro de Aplicaciones Técnicas de la Fuerza Aérea, ayudan a los científicos forenses a determinar los mejores lugares de recogida, dirigiendo a los equipos del 20º Mando CBRNE a recuperar diversas muestras para su análisis en laboratorio, al tiempo que pueden recogerse pruebas adicionales en forma de partículas suspendidas en el aire. Además, las capacidades de vigilancia por satélite también pueden aprovecharse para ayudar a rastrear dónde pueden encontrarse materiales radioactivos tras un ataque nuclear.
Se espera que el Departamento de Defensa de EUA publique, en las próximas semanas, un informe sobre los resultados de la operación de adiestramiento de enero, mientras tanto, ya se ha programado una segunda serie de ejercicios en el marco de Cacería Prominente para la segunda mitad del 2025, tal vez en agosto. Asimismo, la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa (DTRA) participará en la planificación de los ejercicios, lo que permitirá a la Oficina de Asuntos Nucleares centrarse más en la supervisión y orientación.
Por su parte, Drew Walter, subsecretario adjunto de Defensa para Asuntos Nucleares, dijo que Cacería Prominente validó con éxito la capacidad del grupo de trabajo para recoger y analizar los restos nucleares: «Nuestro equipo del Departamento de Defensa demostró su preparación para recoger muestras de restos de calidad forense, trabajando con sus colegas del FBI y la NNSA. Nuestra capacidad para recoger restos posteriores a la detonación y realizar análisis forenses nucleares es un elemento clave de nuestra disuasión nuclear».
Como pueden deducir los amables lectores, al igual que hace 24 años, la mesa está servida para un suceso aún más catastrófico que el 11/S, «ataque (o auto-ataque)» que sigue con más preguntas que respuestas, pero que ayudó a moldear el Nuevo Orden Mundial que padecemos en la actualidad. Y estando al tanto de la locura que priva en la actual administración de la bestia Trump, es posible que, en el momento que más le parezca propicio a sus intereses, podríamos enfrentarnos a una hecatombe nuclear provocada por este auténtico «quinto jinete del Apocalipsis».
‘El tecno-thriller es un género literario que se caracteriza por la gran cantidad de información científica a la que recurre el escritor para construir su trama. También se le denomina ficción especulativa contemporánea y casi siempre es utilizado en novelas de espionaje, suspenso, guerra o ciencia ficción. Una de sus características es que, por lo general, la acción transcurre en el presente o en un futuro cercano, ya que se hace referencia a tecnología y conocimiento actual, no a posibilidades fantásticas o sin sustento. Aunque es bastante difícil, y polémico, señalar al o los autores que iniciaron este género, no cabe duda que uno de los pioneros es lan Fleming, con sus ya clásicas novelas de James Bond en las cuales, desde los años 50 del siglo XX, el agente 007 se enfrentaba a lo que hoy conocemos como chantaje nuclear o biotecnológico.
” https://www.fbi.gov/contact-us/field-offices/albany/news/large-scale-nuclear-training-exercise-to
-take-place-in-schenectady-new-york
” https://www.defense.gov/News/News-Stories/Article/Article/4104450/well-find-you-hold-you-
accountable-exercise-proves-us-can-find-nuclear-event-pe/
https://www.rttnews.com/3519294/us-task-force-exercises-response-to-nuclear-attack.aspx
” https://www.publicnow.com/view/F152A690E93C1AD3A95FCAE8EC5A895052EE52B6
” En 2005 empezó a circular en internet un extraordinario documental
(https://www.youtube.com/watch?v=uZ|FE2fdnq8&pp=ygUQbG9vc2UgY2hhbmdlIDkxMQ%3D%3D)
donde se presentaba, con bastantes datos, la teoría de la demolición controlada de las Torres Gemelas del WTC (https://mamvas.blogspot.com/2016/09/la-sociedad-europea-de-fisica-
desmonta.html), junto con las causas y los objetivos perseguidos por la administración Bush con este probable autoatentado. De hecho, los indicios de que algo así se planeaba fueron retomados en marzo del 2001, en el spinoff de The X-Files, The Lone Gunmen, donde los amigos de Fox Mulder evitan que un avión de pasajeros se estrelle contra el World Trade Center (l), lo que hubiera provocado la invasión de cierto país de Medio Oriente para controlar su producción petrolera
(https://www.fotogramas.es/series-tv-noticias/a15882870/the-lone-gunmen-la-serie-que-predijo-el-
11-s-con-seis-meses-de-antelacion/). Como bien señala Zizek, de nuevo, las fantasías de los yanquis se convirtieron en realidad.
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