Formalmente, la próxima reunión de la Confederación Nacional de Gobernadores (Conago) con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, se realizaría en septiembre. La sede: Michoacán. De no realizarse, una nueva mesa de trabajo se inauguraría hasta diciembre, posterior a que el de Morena tome protesta como próximo presidente constitucional.
Sin embargo, desde hace una semana, vía WhatsApp, los gobernadores cabildeaban la posibilidad de otra cumbre con el presidente electo, para que el tabasqueño presente sus 25 puntos de gobierno, donde la obra pública y los programas sociales para jóvenes, adultos mayores y agricultores concentrarían la atención.
Entre los mandatarios abundó la inconformidad por el formato diseñado por el presidente temporal del organismo, el chiapaneco Manuel Velasco Coello, puesto que Andrés Manuel presentaría, a propuesta de su equipo de transición, la veintena de puntos de gobierno en apenas 50 minutos.
Velasco no se encuentra del todo en el ánimo de sus pares (especialmente del PRI), pues reconocen su proximidad con López Obrador después de haber propiciado una plataforma electoral envidiable para el Movimiento de Regeneración Nacional en su estado, Chiapas. De ahí que, como orquestador de acuerdos, lo miran casi como un emisario.
Habría reunión siempre y cuando se abordara el tema que más inquieta a los miembros de la Confederación: los nuevos “coordinadores estatales”, quienes se apropiarán, administrativamente, de los recursos federales que se destinan a los estados. En Zacatecas hablamos del 90% del presupuesto local.
Un breve paréntesis: la Confederación Nacional de Gobernadores surge como contrapeso al gobierno de Vicente Fox Quesada en julio de 2002, cuando los priistas pierden el poder presidencial, no así la administración de los estados. Curiosamente entre los mandatarios de izquierda que le dieron legitimidad se encontraban: López Obrador, Ricardo Monreal Ávila, y Lázaro Cárdenas Batel, hoy impulsores de la cuarta transformación.
Regreso al tema: como ejecutivo estatal recién electo e invitado especial de la CONAGO, Enrique Alfaro Ramírez no fue el primero –como se piensa- en manifestar públicamente su rechazo a cualquier figura que pretendiera asumir como monopolio el trabajo de coordinación. Su contrapropuesta: interlocución sin intermediarios con el Presidente de la República.
Eso sí, la primera negativa, abierta, a la figura de los “coordinadores estatales” vino del ex candidato presidencial Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, quien, fiel a sus formas, declaró al concluir la primer cumbre entre Andrés Manuel y los gobernadores, en julio, que la propuesta le resultaba “una verdadera idiotez”.
Después del impacto mediático logrado por Alfaro, quiso seguir sus pasos el campechano Alejandro Moreno Cárdenas. Con motivo de su tercer informe de gobierno, el gobernante del PRI sentenció, a principios de agosto “del tamaño de la amabilidad federal, será la amabilidad estatal… no existen jerarquías, sino esferas de competencia diferentes.”
El guerrerense Héctor Antonio Astudillo Flores englobaría el sentir de sus compañeros: “Yo creo que hay una absoluta coincidencia en los gobernadores de extracción priista, pero también he platicado con otros de otras fracciones y coincide. Está pendiente por hablarse mucho de esta figura.”
El día de ayer se daría la primera oportunidad para poner en la mesa la discusión, y los gobernadores salieron adelante con un primer acuerdo. Por instrucción del presidente electo, su próximo secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Manuel Urzúa Macías, se encargaría de armar reuniones de trabajo de manera directa con cada uno de los gobernadores.
De esta manera, los gobernadores ganan ahora terreno en el diálogo y negociación privilegiando las condiciones particulares de cada entidad. Priorizan así la agenda administrativa, antes que la politización de los recursos federales. Precisamente será el presupuesto 2019 el que abra la puerta a los ejecutivos estatales a las reuniones particulares.
Y es que los perfiles propuestos por Andrés Manuel impiden desentender la tarea de los próximos delegados como cuasi candidatos a gobernadores, o personeros de los mismos. En Twitter ya existe marcaje personal a estos. Por ejemplo, la cuenta @INJOPORTABLEmx publica en su espacio un pequeño dossier de quienes considera #LosVirreyesDeAMLO. La información, respaldada con datos, da pistas de los “súper delegados” en cada estado.
En el caso de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna ha optado por la no confrontación y la no politización del tema de las coordinaciones estatales. Por el contrario, su discurso se mantiene en la conformación de equipo en un entorno donde la pluralidad le da sentido al nuevo mapa político del país y de la entidad.
Así lo estima al realizar un diagnostico sobre la correlación de fuerzas que persiste en la CONAGO, parecido a las condiciones políticas que surgieron después de la elección del 1 de julio: “no hay ninguna hegemonía, ni un partido que domine, creo que tendrá que privilegiarse el diálogo, la política, y es bueno”.
De anticipo: en la coordinación estatal y en la SHCP acatarán las órdenes de uno, y uno solo.
#Coincidencias: Prevalece el ambiente de cordialidad, explica Ulises Mejía Haro a este espacio, pero ello no implica que el proceso de entrega-recepción en el municipio de Zacatecas evite desmenuzar asuntos sensibles.
El primero será el arrendamiento parcial del servicio de alumbrado en la capital, que aprobó el Ayuntamiento de Zacatecas vía concesión, el pasado 15 de marzo, en el que la administración encabezada por Judit Magdalena Guerrero López diera entrada a los trabajos de la empresa regiomontana Óptima Energía CELSOL S.A.P.I. de C.V.
La especialista en “consultoría y servicios energéticos” derrotó a TELETEC de México S.A.P.I. de C.V., de la Ciudad de México, en una licitación donde la empresa no favorecida dejó de cumplir con 47 de las 139 especificaciones requeridas (algunas de manera inexplicable) y que se abocaban a diferenciar la experiencia en el ramo entre las empresas en competencia.
El problema: hasta marzo de 2018, la industria de iluminación del multimillonario Enrique Gómez Junco Blanq-Cazaux enfrentaba distintos señalamientos por irregularidades operativas e incumplimiento de contrato en los municipios de Baja California, Colima, Guadalajara, Jalisco, Guerrero, Quintana Roo, Sonora y el mismo Nuevo León.
Pese a todo ello, la empresa del magnate, que se afianzó durante la administración de Enrique Peña Nieto, recibió de manos de Pedro Joaquín Coldwell el Premio Nacional de Ahorro de Energía Eléctrica, justo un año antes.
Un chapuzón en el historial accidentado de Óptima Energía CELSOL le permitiría al equipo de Mejía Haro allegarse de elementos suficientes para determinar la cancelación del contrato de arrendamiento a 9 años, por alrededor de 222 millones de pesos, que representan adeudos a largo plazo.
Gabriel Contreras Velázquez*
*Analista político
Twitter: @GabrielConV
No Comment