RÍO GRANDE. En medio de la crisis social que vive Río Grande provocada por la muerte de más 100 perros callejeros y con dueño que ocurrió hace unos días, destella la luz una institución que desde hace por lo menos seis años tiene una vocación animalista.
El cuerpo de elementos que integran la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos de Río Grande se ha caracterizado no solamente por prestar auxilio a las personas que tienen un accidente automovilístico sino también en recoger, atender, curar y alimentar animales domésticos y de la serranía.
Este hecho les ganado el reconocimiento de asociaciones civiles y de empresas que tienen la encomienda de atender, cuidar y procurar el bienestar de animales.
Iniciaron con perros
Por los años que tiene como miembro del cuerpo de bomberos de Río Grande, Moises Villagrana Ramírez, puede relatar la historia de cómo los bomberos de Río Grande se involucraron con esta causa.
Esta vocación que acompaña a los apagafuegos surgió en las calles de este municipio del noreste del estado, cuando al acudir a ofrecer auxilio a quienes estaban en una situación de desgracia los ciudadanos les invitaban a que también vieran por el bienestar de animales en desamparo o en desgracia.
‘Moy’, como le conocen al coordinador de esta institución riograndense, refiere que su vocación inició primariamente recogiendo perros callejeros y trabajan en coordinación con una asociación civil denominada “Peregrino”.
“Hace seis años empezamos llevándole perritos a la asociación civil. Ellos nos enseñaron a desparasitar perritos y nos vincularon con el veterinario que les realizaba la esterilización”, expone.
Por tres años trabajaron de forma coordinada con esta asociación civil y a la par, en sus antiguas instalaciones, hicieron un pequeño “corral” para albergar a perros callejeros, cuidarlos y alimentarlos.
En promedio, la Coordinación municipal de protección civil y bomberos de Río Grande recoge de la calle de ocho a 10 perros. En sus instalaciones los tienen, los crían, los reestablecen físicamente y luego los dan en adopción.
Esta institución está integrada por 18 elementos de planta, 11 voluntarios y cuatro administrativos. Cuando la ambulancia o el camión de bomberos regresa a la base con un cachorrito nuevo, se genera una sinergia de los integrantes para sacarlo adelante.
“Hay una compañera que les coce menudencias de pollo y las trae desde su casa para darles de comer a los perritos, otros compañeros se juntan y con cooperaciones de 10, 20 ó 30 pesos compran croquetas”, comenta el comandante Moy.
Así también refiere que cuando el perrito ya está reestablecido, le toman una foto y los difunden en su página de Facebook para ofrecerlo en adopción.
Atienden otros animales
El sentido animalista que caracteriza a esta institución les abrió la posibilidad de también procurar el bienestar físico de zarigüeyas, halcones y águilas que se han encontrado en mal estado y fuera de su hábitat.
En otras ocasiones, los mismos pobladores que andan en la serranía recogen animales lesionados y los llevan al cuerpo de bomberos de Río Grande, a fin de que promuevan su restablecimiento físico.
Moisés Villagrán comenta que se mantiene una vinculación con el zoológico que hay en el parque Los Jales, de Fresnillo, Zacatecas, a donde llevan águilas y halcones y las dejan en adopción.
En otras ocasiones, en el interior de la base se procura el restablecimiento de estas aves y cuando están listas los bomberos viajan con ellas a la serranía y las sueltan, para que regresen a sus lugares de origen.
El comandante Moy refiere que tiene un centro de copio abierto permanentemente, aunque sin promoción, por lo que si una persona quiere llevar alimento para perros puede hacerlo y sumarse a esta noble causa.
Si usted tiene interés en aprender sobre el cuidado, atención y protección a los animales, también los bomberos de Río Grande pueden enseñarle sin costo alguno.
José Córdova / Tropicozacatecas.com