El Coordinador Nacional de Ganadería, y delegado de la Cuarta Transformación en Zacatecas durante sus tiempos libres, David Monreal Ávila, terminó por enredarse en el espectro electoral, a trece meses de que inicie el proceso electoral 2021 en el país, donde la gubernatura del estado se encuentra en la mira de la clase política local.
El fresnillense no sabe distinguir aún entre el espacio administrativo y el de los consensos políticos rumbo a su anhelada candidatura. Los segundos y más importantes, han sido causa de un par de (fuertes) llamadas de atención por parte del coordinador de senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, para el excandidato a gobernador.
Una de estas, en una reunión privada dentro de uno de los salones del restaurante “Cuchilleros” de la Ciudad de México, en la delegación Cuauhtémoc el pasado mes de marzo, donde resonó la molestia de Ricardo parecida a aquella tunda telefónica que terminó de hundir sus aspiraciones en la elección del 2016. El tema central de la “charla”: la ya conocida falta de “oficio político” del hermano menor.
La segunda, en el rancho Puebla del Palmar en Fresnillo, reunión de la que trascendió la imagen de Saúl, Ricardo y David en reconciliación política, según dejaron saber. A tres meses de la primera advertencia, la molestia del hermano mayor puso freno al bloqueo que desde la Delegación de Programas de Desarrollo, a cargo de Verónica del Carmen Díaz Robles, imponían al gobierno de Saúl. Las aspiraciones de los fresnillenses al 2021 fueron tema inacabado.
Sin liderazgo político, hecho patente por Ricardo en distintas ocasiones -de las cuales retomamos las dos anteriores como emblemáticas-, ahora el Coordinador Nacional de Ganadería mezcla lo electoral con sus responsabilidades como funcionario federal, y el Crédito Ganadero a la Palabra ha sido el elemento más perjudicado por esta falta de claridad.
En Zacatecas habló de grupos que buscaban presionar al Gobierno Federal a cambio de prendas, como habitualmente estuvieron acostumbrados. Se refería a las inconformidades que han manifestado diversos productores pecuarios en Veracruz, Zacatecas y Oaxaca, sobre la calidad de ganado que recibieron en comparación con la que David prometió antes de iniciar el Crédito Ganadero a la Palabra.
Acusó de “politiquería” cuando en sus manos tuvo las evidencias de que efectivamente había animales enfermos por garrapatas o alguna otra infección, disminuidos en peso (por lo tanto, de menor valor económico al prometido) y/o no aptos para la reproducción inmediata, que entregaba la Coordinación Nacional de Ganadería. Por su mente pasaba barrer el polvo por debajo de la alfombra, no así limpiar la casa.
Lo que olvida David es que decidirse por ocultar las anomalías de un programa federal, donde la opacidad abunda, la realidad termina por apuntar en la dirección indicada. En Zacatecas, más temprano que tarde, los hechos dieron un alto contraste a las declaraciones de corte electoral favoritas de David, y el Crédito Ganadero, una vez más, mostró sus desarreglos.
Con números de guía en mano de las vaquillas identificadas al haber muerto por infección transmitida por garrapatas, mejor conocida como “fiebre de garrapatas”, ganaderos de Mezquital del Oro dieron muestra de lo que habían adelantado desde el mes de mayo. Los animales que recibieron entonces de mano de los funcionarios de la Coordinación Nacional de Ganadería no satisfacían ninguna de las promesas que David les hizo al presentarles los apoyos federales.
Las vaquillas 003210134219 (becerra charoláis), 003209555362, 003009290500, 003210303748, 003208799499, y el semental con número 003210583088, actualmente representan una pérdida para los beneficiarios que buscaban facilidades de pago con el objetivo de repoblar sus hatos ganaderos con los subsidios en especie que recibieron del Gobierno Federal.
Sin conocimiento de la forma cómo proceder ante la Coordinación Nacional de Ganadería, puesto que la capacitación de los funcionarios federales a los productores iba dirigida a conocer los requisitos de inscripción al programa del Crédito Ganadero a la Palabra, y no a sus mecanismos contenciosos, hoy corren los diez días hábiles para que los productores entreguen un “escrito libre” con las anomalías encontradas.
De no hacerlo como lo establece la fracción quinta del artículo 15 de los Lineamientos del Crédito Ganadero, los beneficiarios tendrán que pagar el crédito de los animales que no reportaron en deceso debido a condiciones ajenas a su trabajo y parcelas. Además de que dejarán sin sanción a funcionarios de la Coordinación de Ganadería puesto que las condiciones zoosanitarias de las vaquillas no satisficieron “la normatividad vigente”, según la fracción segunda en el artículo 18.
Las negligencias de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) al entregar animales no idóneos que luego no pueden ser denunciados ante sus representaciones por falta de información al productor, no puede ser trasladada a señalamientos de “politiquería”. Es tanto como barrer el polvo por debajo de la alfombra, que más tarde se esparcirá por todo el piso en la primera sacudida.
El traslado de animales de ecosistemas fríos a climas cálidos, la entrega de 4 vaquillas en comparación con las 10 prometidas por beneficiario, la distribución de “becerras corrientes” y enflaquecidas, y el esquema de coerción a productores que se negaran a recibir los animales en condiciones zoosanitarias diferentes a las amparadas por la norma, son una muestra de realidad que a David le restará votos en 2021.
El fresnillense no lo quiere entender así y, emulando a Andrés Manuel López Obrador, cree que las denuncias de los ganaderos son una gran conspiración impulsada por sus opositores. No queda muy claro qué fue lo que reflexionó y aprendió en las últimas dos campañas políticas cuando, ya derrotado, dejó de contestar llamadas y desapareció del mapa político y geográfico de Zacatecas.
#Casualidades: Si la síndica municipal en el ayuntamiento de Zacatecas, Ruth Calderón Babún, creía que era buena idea detener las firmas de pagos a todos los proveedores de la capital, es porque todavía piensa que la política se juega con caprichos.
Como representante legal del municipio, efectivamente, está obligada a acompañar con su rúbrica las compras que realiza el ayuntamiento como aval de legalidad, no como una funcionaria que pueda opinar -mucho menos decidir- sobre la pertinencia de las adquisiciones, bajo ningún criterio.
En respuesta a la inconformidad que persiste en el ánimo del grupo de regidores, liderados por la síndica, que responde a los intereses de David Monreal en el ayuntamiento, Ruth Calderón pensó que meter al ayuntamiento en un problema de pagos no tendría consecuencias sobre ella misma como funcionaria.
Gracias a la rabieta de la extrabajadora del hotel “Paraíso Caxcán”, ahora el retraso en la liquidación de compromisos adquiridos por la autoridad municipal (entre los cuales existen apoyos sociales para medicamentos que no fueron entregados en tiempo y provocaron la muerte de un menor de edad) recae en la síndica. Los costos también son trasladados a su jefe político, David Monreal.
Los regidores luego declinaron a pagar con sus propios gastos la visita a la ciudad de Orihuela, España, para colaborar en el hermanamiento con el ayuntamiento capitalino. Prefirieron entonces construir la narrativa de que los viáticos de quienes asistieron corrieron por la hacienda municipal… claro, sin presentar pruebas, otra vez, de las supuestas denuncias.
Pero es que eso de “hacer política” tampoco se le da al grupo de monrealistas en el municipio de Zacatecas.
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Gabriel Contreras Velázquez*
*Analista político