Axis Mundi: Chadwick Boseman y el legado de Pantera Negra


Si nuestros amables lectores no son fans de los comics, tal vez se habrán sorprendido por la magnitud del dolor que causó el reciente fallecimiento, a los 43 años, del actor Chadwick Boseman,[i] algo que puede explicarse al recordar el extraordinario filme sobre el superhéroe africano de Marvel, Pantera Negra (Black Panther, Ryan Coogler, 2018), el cual Boseman protagonizó como T’Challa/Pantera Negra, una cinta que permitió, a una escala global, reflexionar respecto a los estereotipos racistas que aún pesan sobre África y sus habitantes.

Quienes hayan presenciado el filme que nos ocupa, recordarán que el personaje de Boseman era el heredero del reino oculto de Wakanda, una mítica nación africana libre de la colonización europea, contexto que le permite a la película explorar las diversas identificaciones de los afroamericanos, pasadas y presentes, con África y una diáspora negra mundial.

Como bien aceptó en una ocasión la banda de rock Toto, refiriéndose a su maravilloso tema África,[ii] las ideas de los occidentales sobre dicho continente están impregnadas de mitos. Por ejemplo, para el filósofo alemán Georg Hegel, en 1830, Estados Unidos era «la tierra del futuro» y África, por el contrario, «la tierra de la infancia»[iii] donde la historia no tenía sentido. De hecho, en el siglo XIX, las potencias europeas la apodaron el «Continente Oscuro», como si sus pueblos no pudieran progresar nunca.

Cuando surgieron campos de la «ciencia» para clasificar a los seres humanos, basándose en nociones simplistas de la evolución y la psicología, todos estaban de acuerdo en que la gente «negra» habitaba el último peldaño de la escalera. Desde los relatos del explorador Henry Morton Stanley[iv] sobre selvas impenetrables, hasta las novelas de Tarzán[v] y las primeras películas sonoras, el mundo del entretenimiento retrató a África como un continente sin remedio ni redención. Tales pseudo–estereotipos científicos y culturales cimentaron la colonización, al tiempo que sirvieron para justificar el saqueo occidental de los recursos naturales de África, junto con la esclavitud de los africanos y sus descendientes en todo nuestro continente.

Las citadas ideas provocaron que cuando los afroamericanos rompieron las cadenas de la esclavitud, en 1820 en los estados del norte de los EUA y, supuestamente, en 1865 (al final de la Guerra de Secesión) en el resto del país, no fuera sencillo recuperar los lazos con África: el Atlántico y el comercio interno de esclavos devastaron los vínculos entre las familias y las comunidades a ambos lados del océano. En cambio, los negros americanos forjaron nexos entre ellos en los Estados Unidos, lo cual se tradujo en que pocas personas (aproximadamente 12,000) estuvieron dispuestas a emigrar a la africana nación de Liberia, establecida por la Sociedad Americana de Colonización en 1816.[vi]

En el decenio de 1920, cuando los recuerdos de la esclavitud permanecían sólo en las personas de edad avanzada, los negros estadounidenses comenzaron a forjar vínculos con el continente africano, por ejemplo, la Asociación Negra para el Mejoramiento Universal,[vii] de Marcus Garvey, planteaba unos Estados Unidos de África. En virtud de ello, cuando Italia invadió Etiopía, en 1935, los afroamericanos se manifestaron en contra del régimen de Mussolini.

Para 1960 y 1970 contemplamos la era del Poder Negro,[viii] que es, precisamente, el periodo en que surge el comic de Pantera Negra,[ix] además de que se incrementa la presencia de actores afroamericanos en el cine y la televisión. Como era de esperarse, todo este entorno de luchas y reivindicaciones por los derechos de los afroamericanos, y el fin del racismo, provocó que los vínculos con África volvieran a ser más prominentes. Incluso, los activistas sociales cambiaron de nombre: Stokely Carmichael se convirtió en Kwame Ture; el legendario pugilista Cassius Clay cambió su nombre a Muhammad Ali, y JoAnne Byron renació como Assata Shakur. Además, no podemos pasar por alto la extendida adopción de los dashikis[x] y los peinados a la «afro».

En este sentido, recuerdo que me tocó enterarme, a través de la prensa de la época y la revista Selecciones del Reader’s Digest, de cómo el interés por África aumentó exponencialmente con la obra Raíces: la saga de una familia americana,[xi] de Alex Haley, un libro (1976) y una miniserie (1977) que contaban la historia del «antepasado más lejano» de Haley, Kunta Kinte, y la de sus descendientes estadounidenses; por cierto, dicho relato disparó el turismo de los negros estadounidenses a África, donde muchos de ellos buscaron sus propios orígenes.

En cuanto al filme Pantera Negra, Chadwick Boseman junto con muchos geniales actores, así como el director Ryan Coogler y el guionista Joe Robert Cole, dieron vida a una visión utópica «magníficamente negra», en una película que invierte los estereotipos sobre África, la cual entusiasmó a muchos fans afroamericanos. En Wakanda, el metal ficticio vibranium es la base de una sociedad donde la riqueza se distribuye de una manera tan justa que lo mismo hombres como mujeres prosperan, y el Rey T’Challa puede pasear por las calles de la ciudad capital sin que nadie se dé cuenta. El vibranium es una metáfora de los recursos de los 54 países de África, cuya extracción no ha beneficiado a la mayoría de sus habitantes: caoba, marfil, caucho, petróleo, cobalto, diamantes, sal, oro, cobre, uranio, etcétera.

Por otra parte, Pantera Negra se inspira en un movimiento artístico conocido como Afrofuturismo,[xii] en el cual el conocimiento de la violencia y la injusticia del pasado da forma a un futuro imaginario construido sobre la igualdad. Entre los afrofuturistas podemos mencionar a los escritores Sutton E. Griggs y George Schuyler en las primeras etapas y, más tarde, a Octavia Butler, Samuel Delaney e Ishmael Reed, N. K. Jemisin y Colson Whitehead. En cuanto a los músicos afro-futuristas, tenemos a Sun Ra, George Clinton, P–Funk y Janelle Monáe.

En este sentido, al final de Pantera Negra, el rey T’Challa le deja a su hermana tecno–científica, Shuri, el mando de un nuevo centro de divulgación de Wakanda en Oakland, California. Por ende, en este filme, las conexiones globales sustentan un universo futuro replanteado, incluso maravilloso, donde se superan las desventajas e injusticias derivadas del racismo que, lamentablemente, se resiste a desaparecer. ¡Wakanda por siempre!

 

Notas de referencia:

[i] https://cnnespanol.cnn.com/2020/09/04/opinion-la-muerte-de-chadwick-boseman-encendio-una-luz-muy-necesaria-sobre-el-cancer-colorrectal/

[ii] https://mixfm.mx/secciones/mixtorias/historia-de-la-cancion-africa-toto-la-cumbre-del-sonido-romantico-ochentero/

[iii] https://www.marxists.org/reference/archive/hegel/works/hi/introduction-lectures.htm#q

[iv] https://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20190524/462281112491/henry-morton-stanley-explorador-famoso-siglo-xix-africa.html

[v] https://www.historybyday.com/pop-culture/the-men-behind-tarzan-the-real-life-jungle-man-and-the-troubled-author-who-brought-him-to-life/

[vi] https://www.blackpast.org/african-american-history/american-colonization-society-1816-1964/

[vii] https://www.pbs.org/wgbh/americanexperience/films/garvey/

[viii] https://www.archives.gov/research/african-americans/black-power#:%7E:text=Black%20Power%20was%20a%20revolutionary,of%20political%20and%20cultural%20institutions.

[ix] https://es.wikipedia.org/wiki/Pantera_Negra_(c%C3%B3mic)

[x] https://es.wikipedia.org/wiki/Dashiki

[xi] https://www.goodreads.com/book/show/546018.Roots

[xii] http://lab.cccb.org/es/afrofuturismo-ciencia-ficcion-e-identidad-africana/

 

Carlos Hinojosa*

*Escritor y docente zacatecano

Puedes compartir esta noticia en tus redes sociales.
Previous Beneficia el Gobierno de México 25 escuelas de Ojocaliente con $6.4 millones
Next Con la autopista Zacatecas-Aguascalientes, Ojocaliente podría ser polo de desarrollo