La decisión del Gobernador, David Monreal, sobre el veto a las “herramientas legislativas”, recursos de 200 mil pesos extras para los diputados zacatecanos, fue bien vista por la sociedad.
Tema polémico y muy cuestionado que, presuntamente, ya estaba “enterrado”, volvió a resurgir con la llegada de los actuales diputados de la LXIV Legislatura del Estado.
Fue el diputado de MORENA, Ernesto González Romo, quien comenzó a moverse, ante el intento por revivir estos polémicos recursos que, antaño, eran utilizados con discrecionalidad y sin justificarlos.
Los excesos siempre han estado presentes al interior del Congreso del Estado. Han pasado infinidad de personajes que sólo han llegado para aprovecharse, durante los tres años, y tener múltiples beneficios y canonjías.
Hoy, como nunca, la actual Legislatura del Estado está sumida en una serie de escándalos: “estafa legislativa”, desorden interno entre los grupos parlamentarios, debacle de la bancada oficialista por la salida de dos diputadas; falta de comunicación entre ellos y traiciones… muchas traiciones.
Apenas van nueve meses de trabajo y la productividad legislativa es, prácticamente, nula. Pocas iniciativas, poco trabajo en las comisiones, etc. Lo que predomina son los escándalos.
La “reingeniería legislativa” también es un verdadero caos, que provoca incertidumbre entre la base laboral. Y es que responder a 30 jefes, vaya que es bastante difícil… Y que se pongan de acuerdo, pues ni hablar.
El Poder Legislativo se encuentra sumido en una gran crisis interna y no se ve por dónde puedan llegar a acuerdos. Es lo malo, también, que lleguen personajes sin idea ni preparación para legislar. Lo importante es ocupar una curul.
Es un poder “muerto”. Qué tristeza.
*Salvador del Hoyo B.
* Periodista
