El pasado sábado se llevó a cabo una marcha, en la que participaron integrantes de varias agrupaciones, con el fin de que ya no se atente contra las tradiciones.
Contingentes de la fiesta taurina, la charrería, las peleas de gallos y de las Morismas de Bracho marcharon hasta la Plaza de Armas y ahí hablaron ante los medios de comunicación.
Todo esto se llevó a cabo con el fin de contrarrestar las demandas que hacen los grupos ambientalistas y animalistas, tal como sucedió con el pasado serial taurino de la feria que, aunque fue suspendido por una jueza, se llevó a cabo.
Por cierto, todavía faltan las implicaciones legales que surjan después del desacato a esta decisión.
La lucha de estos grupos es para buscar que se acaben todos los festejos en que, para ellos, el maltrato animal y al medio ambiente se da en las actividades antes mencionadas.
En la defensa de las tradiciones, los manifestantes señalaron que, de ninguna manera, pueden atentar contra estás fiestas ya que estas representan muchos años de trabajo, fuentes de empleo, además de que algunas de ellas son patrimonio cultural de la humanidad.
Los participantes en las Morismas de Bracho, también responderán de forma legal ante este embate que pretende acabar con 200 años de tradición, fe y devoción.
Al igual, los creadores de aves de combate y de la charrería, están dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias contra la intención de estos grupos que, además, aseguran son utilizados políticamente.
El tema es sumamente polémico pero, si en verdad se está utilizando de forma política, ojalá que saquen las manos y que no lo ensucien. Las tradiciones forman parte de nuestra identidad popular y miles participan, y dependen de ellas.
* Salvador del Hoyo B.
* Periodista.
