Miles y miles marcharon, el día de ayer, en varias ciudades de la República Mexicana en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), ante lo que señalan que la reforma que pretende el presidente AMLO es para desaparecerlo y controlar las elecciones rumbo al 2024.
La marcha de la Ciudad de México fue la más multitudinaria. Se habla de 160 mil participantes, aproximadamente (aunque Martí Batres, secretario de Gobierno de la Cdmex “calculó” entre 10 mil y 12 mil). Otros señalan más 800 mil.
Paseo de la Reforma, del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución, se veía repleto de manifestantes coreando, al unísono: “El INE no se toca”, entre otras consignas. Cantaron, también, el Himno Nacional.
Aquí, en Zacatecas, cientos de personas se reunieron en la alameda “Trinidad García de la Cadena”, para comenzar a caminar, alrededor de las 11 de la mañana, por las principales calles de la ciudad hasta llegar al Congreso del Estado.
Recordemos que el principal “impulsor” de esta marcha fue el presidente López Obrador, quien toda la semana pasada habló sobre el tema e insultó (y motivó) a todos los que iban a participar. Él mismo los arengó a manifestarse y vaya que respondieron.
La polarización sigue en marcha. Quienes están a favor de la reforma al instituto defienden la iniciativa de AMLO, pero ayer se vio una clara muestra de que no será fácil y la oposición recibió un claro mensaje de la ciudadanía de que tienen que frenarla e impedir que se regrese a que el Estado controle las elecciones, tal como se hacía anteriormente.
Vemos, además, que el sistema de partidos está muy desgastado. Ayer fue muy notorio cómo la sociedad se organizó para lanzar claros mensajes de que se terminen todas anomalías. Los ciudadanos están hartos de ser utilizados electoralmente hablando.
Nada está definido para las siguientes elecciones. En Coahuila y el Estado de México, el próximo año se elegirán nuevos gobiernos y no hay certeza plena de quién va a ganar.
Aquí, en conferencia de prensa, el Obispo Sigifredo Noriega Barceló también emitió su postura, tal como la tiene la Iglesia católica: el INE no se debe modificar.
La sociedad está despertando y puede influir, de otra manera, en la política mexicana.
* Salvador del Hoyo B.
* Periodista.
