«El Eternauta» de Netflix: «no se piensa en el verano cuando cae la nieve» – Axis Mundi


«El héroe verdadero de ‘El Eternauta’ es un héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir íntimo: el único héroe válido es el héroe ‘en grupo’, nunca el héroe individual, el héroe solo».

Héctor G. Oesterheld (1919–1977)

 

Como bien saben los amables lectores, las historias postapocalípticas son una constante en la cultura pop actual, ya que, aunque no han alcanzado un punto de efervescencia abrumador, el hecho de que algunos de los relatos más populares de la televisión en estos momentos sean «The Last of Us», «Silo» y «Fallout», entre otros, refleja una tendencia más amplia. No se trata sólo de que los estudios y los streamers parezcan más dispuestos a adoptar esta vertiente de la ciencia ficción, sino de que las audiencias televisivas están acudiendo en masa a tales narraciones y, en general, todas han sido aclamados por la crítica. Además, muchas de ellas han sido adaptadas de otros medios, ya sea un comic, una novela o un videojuego.

Y en medio de todo lo anterior entra en juego el nuevo (y largamente esperado) thriller de ciencia ficción de Netflix, «El Eternauta». Creada y dirigida por el showrunner Bruno Stagnaro, quien co-escribe junto a Ariel Stagnari, la serie es una adaptación de la novela gráfica de culto, publicada por entregas en 1957, del escritor Héctor G. Oesterheld[i] y el dibujante Francisco Solano López.[ii] Incluso si no se está familiarizado con el material original, «El Eternauta»[iii] es un escalofriante relato apocalíptico que resulta más que capaz de envolvernos en su historia, con una narrativa que, de alguna manera, sabe exactamente cuándo dar el giro adecuado para mantenernos atentos.

«El Eternauta» comienza una noche de verano en Buenos Aires, donde amigos de toda la vida, entre quienes se encuentra un hombre llamado Juan Salvo (el excelente actor Ricardo Darín),[iv] se reúnen para jugar a las cartas y echar unos tragos, mientras que un grupo de chicas jóvenes sale a navegar en barco, y el resto de los bonaerenses siguen con sus vidas cotidianas sin mayores sospechas (incluyendo un «cacerolazo» contra las autoridades), ni siquiera se percibe una señal inconsciente de que algo siniestro pueda ocurrir… hasta que se va la luz en toda la ciudad. Entonces, empieza a nevar, lo que parecería un suceso extraño por sí solo hasta que los ciudadanos hacen un aterrador descubrimiento de primera mano: esos copos blancos y esponjosos son tóxicos, e inmediatamente matan al contacto directo con la piel.

Atrapados en el interior de una vivienda, sin energía ni medios para contactar con otros (todos los dispositivos y aparatos con circuitos electrónicos, como teléfonos móviles y vehículos recientes, han dejado de funcionar), Juan Salvo y aquellos con quienes está confinado no sólo deben encontrar una forma de localizar a sus seres queridos, sino también unirse ante lo que parece ser una invasión sui generis. Cada intento de aventurarse en ese globo de nieve mortal conlleva sus propios riesgos, y cada vez resulta más claro que algunas de las mayores amenazas para el protagonista y sus aliados pueden ser las que existen cerca de casa.

Y aunque el cómic original está ambientado a fines de los años 50, cuando se escribió por primera vez, la adaptación de Netflix toma la sabia decisión de trasladar la línea temporal a la Buenos Aires actual. De este modo, los temas generales del relato, como el aislamiento, la invasión y el terror a lo desconocido, resultan mucho más impactantes después de que empieza a nevar, sin embargo, antes de que eso ocurra, el parecido de «El Eternauta» con nuestro propio presente adormece al espectador con una falsa sensación de seguridad, mientras espera a tirar del tapete bajo sus pies.

¿Cuántos de nosotros hemos vivido nuestra vida cotidiana, haciendo cosas como recoger a viejos amigos en el aeropuerto, creyendo que no ocurriría nada extraordinario? Al describir estos primeros momentos de mundanidad antes del cataclismo decisivo, «El Eternauta» se convierte en una historia de ciencia ficción con la que cualquiera puede identificarse, incluso aunque se mantenga el escenario rioplatense de la novela gráfica original.

Como hemos mencionado, después de que comienza la nevada tóxica, «El Eternauta» despliega sus mayores virtudes, empezando por los efectos visuales, cortesía de un equipo que incluye al director de fotografía Gastón Girod y a los supervisores de efectos especiales Pablo Accame e Ignacio Pol. Puede sonar extraño considerar una ciudad cubierta de blanco como un signo premonitorio, pero la serie hace la elección para enfatizar el creciente terror del escenario en el que Juan Salvo y los demás se encuentran desde el principio. En el momento en que uno se da cuenta de que alguien ha visualizado unos cuantos copos en sus botas o en su chaqueta, es suficiente para que también se le acelere el pulso.

Cuando los personajes por fin salen al exterior, la visión de los cuerpos sin vida esparcidos por las calles, cada vez más cubiertos por la nieve tóxica, añade su propia nota escalofriante cuando se combina con el sonido audible del jadeo acelerado de alguien dentro de su propia máscara respiratoria. Así, Buenos Aires, antaño floreciente, se ha convertido en territorio hostil, donde la exposición a los elementos es, literalmente, un escenario de vida o muerte.

Tal y como lo planteó Oesterheld hace casi siete décadas, estamos ante una historia centrada en los personajes, ya que las amenazas que se ciernen sobre Juan Salvo y aquellos con los que se ve obligado a permanecer cerca se complican cada vez más: la nieve es sólo el principio de la guerra que se librará no sólo contra la ciudad, sino contra el planeta entero. Además, también hay bastantes humanos peligrosos, como quienes están absolutamente dispuestos a explotar a sus conciudadanos en una urbe donde la ley y el orden se han abandonado en favor de la necesidad más primaria de supervivencia.

Además, por fortuna para fans y espectadores, se mantuvo la opción de narrar esta historia por episodios, al igual que la novela gráfica original, ya que, dentro del accidentado proceso de producción (que inició en el 2018, detenido, como tantas cosas, por la pandemia), se llegó a proponer que mejor se realizara una película.[v]

Conjuntamente, la banda sonora, a cargo de Federico Jusid, resulta más que acertada para destacar ambientes y emociones, a lo que se suman una serie de temas que van desde «Let it Snow» de Dean Martin hasta el clásico «Cuando pase el temblor» de Soda Stereo, pasando por «Paisaje» de Vicentico. Mención especial merece «Credo», una obra maestra de Mercedes Sosa, chacarera (ritmo y danza folclórica argentinos) que aparece en uno de los momentos cumbres de la serie. De hecho, cada episodio de «El Eternauta» lleva como distintivo el nombre de una canción.

De este modo, con una cautivadora interpretación de Ricardo Darín, que aporta tanto madurez como vulnerabilidad a Juan Salvo, así como unos impresionantes efectos visuales e inteligentes giros narrativos, la adaptación de Netflix merece ser alabada junto con la innovadora historia de ciencia ficción de culto que adapta.

  • La primera temporada de «El Eternauta» se encuentra disponible en Netflix desde el 30 de abril
  • La segunda temporada de «The Last of Us» se transmite actualmente en MAX, con un episodio de estreno cada domingo.
  • Las dos temporadas de «Silo» se hallan disponibles en Apple TV
  • La primera temporada de «Fallout» puede verse en Amazon Prime Video[vi]

Notas de referencia:

[i] Héctor Oesterheld no fue sólo un referente cultural, sino también un ejemplo de resistencia individual. Su vida estuvo definida por su activismo político, visible tanto en su obra como en sus acciones. Como militante de Montoneros (organización guerrillera argentina de extrema izquierda), su desaparición junto a su familia simboliza el terror de la dictadura militar: https://www.perfil.com/noticias/actualidad/una-historieta-una-familia-una-ausencia-la-memoria-del-creador-de-el-eternauta.phtml

[ii] http://lostestigosdemadigan.com/columna/las-glosas-y-los-azares-xlvii-oesterheld-y-su-encuentro-con-el-apocalipsis/

[iii] http://cisociales.web.unq.edu.ar/wp-content/uploads/sites/77/2021/04/El-Eternauta-Parte-01.pdf

[iv] https://www.filmaffinity.com/es/name.php?name-id=880062136

[v] https://en.wikipedia.org/wiki/The_Eternaut_(TV_series)

[vi] https://tropicozacatecas.com/2024/04/28/fallout-feo-fuerte-y-formal-axis-mundi/

Carlos Hinojosa*

*Docente y escritor zacatecano

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