De alcaldes, nepotismo y gastos superfluos


Es de sabiduría popular los excesos y derroches que desde hace años los Alcaldes de nuestro país llevan como insignia en sus administraciones. Cada cambio de administración que ocurre en las alcaldías es llevado a cabo siempre el mismo procedimiento, se despiden a unos para contratar a otros. Podría sonar normal hasta cierto punto lo que acabamos de enunciar, el detalle es que esos despidos generan gastos de trabajo, dinero y esfuerzo en las demandas y juicios laborales que los despedidos interponen, costos que se van heredando de administración en administración, pues los juicios laborales sabemos de antemano que son bastante largos. La cosa no para ahí, sino que conforme van pasando las administraciones y con el pago de los llamados “compromisos de campaña”, además de las demandas ya mencionadas, la nómina de los ayuntamientos se va engordando cada vez más. Todo esto tiene a varios municipios del estado colapsados financieramente por adeudos ante el IMSS, laudos perdidos y gasto corriente que se va en sueldos, salarios y otras prestaciones; y no, estimado lector, esta situación no comenzó el 1 de Diciembre del 2018, es una situación de años y cuyos únicos culpables son los alcaldes y ex alcaldes que por tradición pagan sus “compromisos de campaña”.

Hablando de Nepotismo y aunado a lo anterior, en la gran mayoría de los casos, los famosos “compromisos de campaña” comprenden también a transformar la nómina de los ayuntamientos en agencias de colocación en las que son privilegiadas familias enteras. Basta con revisar las nóminas de los municipios para darse cuenta el cómo se incluyen en los distintos departamentos de las administraciones a personas que las une sus lazos sanguíneos y de apellidos. Y si revisamos más aun en la lista de proveedores también podremos encontrar esos mismos lazos familiares.

Si de gastos superfluos y ferias hablamos, en Zacatecas se hizo moda entre los munícipes el competir por quien “trae a los mejores artistas” a sus fiestas patronales y regionales, luciendo así en sus carteles de feria, artistas de renombre y de fama nacional. “Qué importa que le debamos al IMSS, que poco nos quite el sueño los cientos de miles de pesos a pagar por demandas laborales perdidas, los proveedores pueden esperar, las calles pueden aguantar un poco más con los baches, no importa que necesitemos escuelas para nuestros niños, ¡qué va! esas pequeñeces pueden esperar, lo importante es darle al pueblo pan y circo”. Claro, todo el glamour y despilfarro de las ferias es con cargo a los contribuyentes, millones gastados a través del patronato, que para que no se pierda la tradición es también conformado por los familiares y “compromisos de campaña”.

Lo que no han comprendido los Alcaldes del país, es que el cambio de régimen que vivimos en nuestro país, también los alcanza a ellos. Los Ayuntamientos llevan 1 año trabajando sin comprender que para poder llevar a cabo un buen manejo de sus administraciones de ahora en adelante tendrán que dar un giro de 180 grados, comenzando por eliminar el nepotismo y los gastos superfluos que se volvieron tradición durante años y continuando con reingenierías administrativas en sus filas, austeridad, responsabilidad en el gasto y sobre todo aprender a recaudar de una mejor manera las contribuciones de las que el municipio es responsable.

 

Dicen por ahí que en la forma de “pedir” está el “dar”.

Aníbal González Durán*

*Consultor en Seguridad y Salud en el Trabajo.

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