Desde el comienzo de la actual pandemia —que cada vez se agrava más en México y nuestro estado, por la falta de un compromiso real de ciudadanos y autoridades[i]— cada semana nos encontramos con nuevos titulares sobre una vacuna contra el coronavirus. Por ejemplo, a principios de junio hubo noticias sobre el inicio de las pruebas en humanos de una vacuna de Johnson & Johnson,[ii] al mismo tiempo que otra, elaborada por Moderna, estaba supuestamente llegando a la «fase 3 de pruebas»,[iii] la última etapa del desarrollo de un medicamento antes de la aprobación por las autoridades gubernamentales; además, debemos mencionar los esfuerzos que se están realizando en nuestro país en este sentido,[iv] así como las actividades de espionaje industrial entre países que se reportaron recientemente.[v]
Podemos pensar que las actualizaciones constantes, en cuanto a la creación de vacunas contra el COVID–19, son ciertamente esperanzadoras. Pero, para la mayoría de nosotros que no somos especialistas en inmunología, puede ser difícil filtrar lo que es importante y lo que es sólo una campaña de relaciones públicas o una nota sensacionalista. Asimismo, los grandes consorcios farmacéuticos tienen un interés financiero en anunciar que sus vacunas están casi completas, incluso cuando no es así, ya que tales noticias inflan sus acciones y complacen a los inversores.
Según el rastreador COVID–19 del New York Times, existen más de 145 vacunas en desarrollo en todo el mundo, 21 de las cuales ya están en fase de pruebas con humanos. Desde dicha perspectiva, el panorama de que por fin se cuente con una vacuna para el actual flagelo del coronavirus es algo anhelado por la mayor parte de los seres humanos, por lo que puede ser difícil diferenciar lo que es noticia sobre los progresos reales y lo que se está exagerando en los medios de comunicación.
«Hay tantas candidatas a lograr la inmunización contra el COVID–19, esto no tiene precedentes. Nunca antes tantas organizaciones han querido producir una vacuna»,[vi] señala Bunny Ellerin, la directora del Programa de Gestión de la Salud y Farmacéutica de la Escuela de Negocios de Columbia. Por su parte, Dean Blumberg, jefe de enfermedades infecciosas pediátricas y profesor asociado del Departamento de Pediatría de la Universidad de California–Davis, menciona al sitio de noticias alternativas, Salon.com, que cualquier información que surge del comunicado oficial de prensa de una compañía, especialmente si carece de datos asociados o de una publicación con referencias científicas, debe ser tomada con bastantes reservas. Sin embargo, debemos poner atención cuando el anuncio va acompañado de información médica sobre la posible vacuna.
«Así que si dicen ‘medimos la respuesta inmunológica y aquí hay una tabla que muestra el tiempo de respuesta inmunológica 28 días después de la inmunización frente a la línea de base’, esos son datos reales y resulta más interesante», comenta Blumberg, a la vez que añade que el mejor escenario para identificar el progreso real de una vacuna, es cuando una compañía divulga un adelanto de la investigación científica que ha enviado a una revista para ser publicada, «incluso antes de que haya sido revisada por pares y aceptada para su publicación, se puede al menos examinarla y hacer su propia evaluación de la calidad de los datos y el significado de los mismos, para ponerla en perspectiva», explica Blumberg.
Por otra parte, Bunny Ellerin expresó a Salon.com que las personas deberían prestar atención a lo que los médicos dicen sobre la información relativa a las vacunas, en particular los galenos que no tienen intereses financieros en ninguna compañía farmacéutica, sin olvidar que aún hay procesos y protocolos establecidos que cada laboratorio farmacéutico debe seguir, comenzando con un ensayo preclínico para, luego, iniciar tres fases de pruebas:
«La fase I es muy pequeña, se llama ‘el ensayo de seguridad’ con un pequeño número de participantes, sólo para asegurarse de que el biológico es seguro —explica Ellerin—. La fase II es con un número mayor de individuos, se centra tanto en la seguridad como en la eficacia, pero no es algo enorme. La fase III es el ‘ensayo crucial’, una prueba con miles de personas. Finalmente, la fase IV se produce cuando la vacuna es aprobada por las autoridades competentes y sale al mercado».
De principio a fin, este procedimiento, por lo regular, toma de cinco a ocho años, desde los ensayos de prueba hasta poner la vacuna a disposición del público. Se calcula que, hasta el pasado partir del 8 de julio, sólo cuatro compañías están en la fase III.[vii]
Para ser honestos, estamos presenciando un hecho histórico, ya que, como Ellerin comenta, nunca se había creado una vacuna tan rápido como la del coronavirus, por ende, es posible que se logre una vacuna eficaz mucho antes, principalmente porque las compañías están «procesando en paralelo», lo cual significa que una compañía o institución trabaja en varias fases a la vez —por ejemplo, reclutando voluntarios para la fase III cuando todavía está en la fase I—, con el fin de acelerar el proceso: «Hay tantas compañías trabajando en esto que tengo que creer que la tendremos para el próximo verano», afirma Bunny Ellerin.
En este sentido, Dean Blumberg expresa que también tiene la esperanza de que haya una vacuna disponible en 2021, quizá para el verano, en parte porque «hay suficiente virus circulando para que se puedan hacer los estudios que prueben que [una vacuna] funciona». Además, Blumberg señaló que existe una preocupación sobre los efectos secundarios que suelen tener las vacunas: «Creo que necesitamos los estudios que prueben que [una vacuna] es segura incluso de cualquier efecto secundario poco común; todos sabemos que hay mucha incertidumbre en cuanto a las vacunas».
De hecho, en esto último se encuentra el meollo del asunto, ya que una encuesta encontró que, a pesar de que se han convertido en el foco de la pandemia, sólo la mitad de los estadounidenses se vacunarían contra el COVID–19.[viii] Blumberg dice que tal escenario podría dificultar el logro de la inmunidad de rebaño,[ix] para lo cual se necesita entre el 70 y el 90 por ciento de la población inmune, algo que será un objetivo difícil de alcanzar, en virtud de la fortaleza de los movimientos anti–vacunas en EUA[x] y las políticas suicidas de su presidente.[xi] Dean Blumberg concluye: «Incluso si la vacuna fuera 100 por ciento efectiva, todavía necesitaríamos alrededor del 65 al 90 por ciento de la población inmunizada para poder considerar el regreso a nuestra forma de vida anterior».
Notas de referencia:
[i] Bien apunta el escritor Pedro Ángel Palou, en su columna semanal de El Heraldo de México: «[…] tengo decenas de juntas para hacer planes que siento que nunca podrán materializarse porque al menos aquí, la gente ha sido irresponsable y los políticos más y es imposible contener el virus como se ha hecho en otros países. Y me digo, resignado: tal vez mañana.», https://heraldodemexico.com.mx/opinion/coronavirus-mexico-nueva-normalidad-enfermedad-covid19-aumento-contagios-sana-distancia-columna-pedro-angel-palou
[ii] https://www.dinero.com/empresas/articulo/vacuna-contra-el-coronavirus-de-johnson–johnson/289836
[iii] https://www.redaccionmedica.com/secciones/sanidad-hoy/moderna-vacuna-covid-inmunidad-rapida-fuerte–1296
[iv] https://www.marca.com/claro-mx/trending/coronavirus/2020/07/02/5efe4d3022601dd1098b456f.html
[v] https://cnnespanol.cnn.com/video/reino-unido-estados-unidos-canada-rusia-vacunas-covid-19-hackers-propiedad-intelectual-apt-29-kremlin-agencia-tass-requena-panorama-cnne/
[vi] https://www.salon.com/2020/07/12/how-to-differentiate-coronavirus-vaccine-news-from-hype/
[vii] https://www.rtve.es/noticias/20200716/se-sabe-vacuna-contra-coronavirus/2013431.shtml
[viii] https://www.negociosmagazine.com/encuesta-solo-la-mitad-de-los-estadounidenses-se-vacunarian-contra-el-covid-19/
[ix] http://biotech-spain.com/es/articles/-qu-es-la-inmunidad-de-reba-o-y-por-qu-reino-unido-cre-a-que-pod-a-funcionar-/
[x] https://tropicozacatecas.com/2019/03/03/el-apocalipsis-de-la-anti-vacunacion/
[xi] https://cnnespanol.cnn.com/2020/07/04/trump-afirma-sin-fundamentos-que-el-99-de-los-casos-de-coronavirus-son-totalmente-inofensivos/
Carlos Hinojosa*
*Escritor y docente zacatecano
