El pasado 5 de mayo, el gobierno de Joe Biden aceptó respaldar una propuesta para suspender la protección de la propiedad intelectual de las vacunas contra el COVID–19.[i] Se trata de una ruptura con la posición mantenida durante mucho tiempo por los EUA, respecto a una fuerte protección de la propiedad intelectual, la cual siempre ha sido apoyada por muchos países de Europa occidental con grandes inversiones en la investigación, así como por la industria farmacéutica.
Tales protecciones están recopiladas en los Acuerdos sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) de la Organización Mundial del Comercio.[ii] Sin embargo, ante el contexto de la actual pandemia, India, Sudáfrica y muchas otras economías emergentes han presionado para que se les exima de la protección de las patentes, y han recibido el apoyo del director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.[iii]
Aunque dicha exención no puede ponerse en práctica hasta que otros miembros de la OMS estén de acuerdo —momento en el que los fabricantes podrán, presumiblemente, iniciar la producción sin ningún convenio de licencia—, cada vez son más los países que antes se oponían al acuerdo, entre ellos Francia y Nueva Zelanda,[iv] que ahora también manifiestan su apoyo, por tanto, podría ser cuestión de tiempo para que la propuesta entre en vigor, por lo que resulta válido preguntarnos, ¿cuáles son los pros y los contras de esta exención y cuáles las alternativas?
La principal preocupación sigue siendo que, aunque se cuenta con varias versiones del antígeno contra el COVID–19, desafortunadamente, su distribución en todo el mundo no es uniforme, a pesar de la existencia de la red COVAX, un esfuerzo global para compartir vacunas entre países.[v]
Al momento de escribir estas líneas, el 39.2% de la población estadounidense y el 35.6% de la población británica han sido vacunados, pero estos porcentajes son lamentablemente mucho más bajos en casi todas las economías en desarrollo, por ejemplo, México con un 10.6% e India en el 9.4%, mientras el resto de Asia y África con 4.4% y por debajo del 1%, respectivamente.[vi]
El objetivo que hay detrás de la exención es, por supuesto, bien intencionado: eliminar cualquier cuello de botella debido a las protecciones de la propiedad intelectual y aumentar la producción y distribución de estas vacunas en el resto del mundo. Lo que falta por saber es si los cuellos de botella en la producción de las inmunizaciones contra el COVID–19 se deben a la defensa de las patentes.
Normalmente, pensamos que la protección de la propiedad intelectual conduce a precios elevados y a un descenso de la producción, ya que los monopolios tienden a fijar precios muy por encima del coste marginal de producción para maximizar los beneficios. Pero los precios altos no parecen ser el problema aquí, no es la misma situación que el escándalo de la píldora de 750 dólares, Daraprim, comprada por el «hermano farmacéutico», Martin Shrekeli.[vii]
De hecho, las vacunas tienen un precio mucho más razonable, aunque no todos los países paguen el mismo precio por ellas.[viii] Así que, aunque empresas como Pfizer estén obteniendo beneficios,[ix] ¿eliminar la defensa de la propiedad intelectual aumentaría la producción y la distribución en los países en desarrollo?
Si se suprime la protección de las patentes, tal vez podría producirse un alivio inmediato en términos de producción y distribución, si más fabricantes de las economías emergentes pudieran unirse y asignar recursos a la elaboración de vacunas inmediatamente. Sin embargo, además del fin de las defensas legales, los fabricantes de las economías emergentes necesitan ser apoyados con la tecnología para producir en realidad las vacunas, especialmente en el caso de las nuevas vacunas de ARNm,[x] como las de Pfizer y Moderna, que son difíciles de fabricar, lo mismo que en el caso de las vacunas de adenovirus, como las producidas por AstraZeneca y CanSino.[xi]
Aunque abrir la posibilidad de producir los antígenos a través de la exención puede ser un comienzo, no es una garantía de que se encuentren suficientes fabricantes aptos para asumir su elaboración. Este tipo de transferencia de tecnología puede lograrse mejor a través de licencias voluntarias —en las que los desarrolladores proporcionen a los fabricantes los conocimientos técnicos para producir sus vacunas— como ya ha hecho AstraZeneca en Argentina y México, acuerdo donde todavía no vemos resultados concretos, por las graves fallas en la logística de una empresa mexicana, a la cual le ha quedado muy grande el paquete, a pesar de lo que diga la propaganda oficial, lo cual valida el argumento del inicio.[xii]
Alguien podría preguntarse qué hay de malo en intentar este esfuerzo, aunque no funcione, y el problema tal vez radique en mantener los incentivos para el futuro, después de todo, se supone que las protecciones de las patentes existen, en primer lugar, para proporcionar incentivos a través de los beneficios del monopolio a corto plazo, con el fin de que las empresas y los individuos puedan invertir en la innovación. Por ende, en la actual economía de mercado, el monopolio crea ineficiencias, que son toleradas a cambio del progreso técnico.
Si se renuncia a la protección de la propiedad intelectual ante una emergencia pública, aunque sea de forma puntual, ¿invertirán las empresas la próxima vez que haya un acontecimiento similar? Para algunos, el hecho de que Pfizer haya obtenido beneficios millonarios no viene al caso, lo que resulta más relevante es cuánto más nos beneficiamos de las vacunas al salvar vidas, reducir el sufrimiento y abrir la economía (cuando finalmente suceda).
Dentro del contexto capitalista global, dejar de lado la protección de la propiedad intelectual podría sentar un precedente peligroso, sobre todo si el experimento no funciona; entonces, ¿qué se puede hacer para aliviar el problema de la escasez de vacunas a nivel mundial? Un buen comienzo podrían ser las licencias voluntarias, así como que EUA adquiriera las patentes a los actuales fabricantes sobre la base de su valor futuro, y luego las pusiera a disposición de los fabricantes de todo el mundo.
Tales compras podrían hacerse no sólo por las patentes, sino también para proporcionar ayuda a la transferencia de tecnología, lo cual mantendría los incentivos para la investigación, el desarrollo y la innovación, al mismo tiempo que protegería a las poblaciones de todo el mundo del aumento exponencial de variantes del COVID–19 que puedan evadir las vacunas con las que actualmente se cuenta.[xiii]
[i] https://news.un.org/es/story/2021/05/1491702
[ii] https://www.wto.org/spanish/tratop_s/trips_s/trips_s.htm
[iii] https://www.informador.mx/internacional/COVID-19-La-OMS-celebra-el-apoyo-de-Biden-a-una-suspension-de-patentes-de-las-vacunas-20210506-0013.html
[iv] https://twitter.com/AFP/status/1390250498767392770
[v] https://www.who.int/es/initiatives/act-accelerator/covax
[vi] https://elceo.com/internacional/cuantas-personas-se-han-vacunado-contra-covid-19-en-mexico-y-el-mundo-asi-va-el-proceso/
[vii] https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/09/150923_salud_daraprim_farmaco_precio_shkreli_odio_wbm
[viii] https://elpais.com/mexico/2021-02-23/asi-avanza-la-vacunacion-contra-coronavirus-en-mexico.html
[ix] https://www.libremercado.com/2021-05-04/pfizer-dispara-sus-beneficios-un-45-gracias-a-su-vacuna-contra-la-covid-19-6752299/
[x] https://tropicozacatecas.com/2020/11/15/covid-19-regresaremos-a-la-normalidad-en-primavera/
[xi] https://www.news-medical.net/health/What-are-Adenovirus-Based-Vaccines-(Spanish).aspx
[xii] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-56923216
[xiii] https://tropicozacatecas.com/2021/01/24/axis-mundi-covid-19-el-riesgo-de-las-nuevas-variedades/