Axis Mundi: ¿Quién mató a Manuel Buendía? El riesgo de ser buen periodista en México


Como bien saben nuestros lectores, el periodismo es una de las profesiones más peligrosas en nuestro país: desde el año 2000, el número de periodistas y otros empleados de los medios de comunicación asesinados y desaparecidos en México es aterrador, con más de 140 personas que han dado su vida por la importancia de la libertad de prensa en el país,[i] y la pregunta obligada es, ¿por qué sigue ocurriendo esto en un entorno de absoluta impunidad? Tal parece que, quienes detentan el poder, han decidido continuar haciendo lo que les funciona desde el 30 de mayo de 1984, para ser exactos, ya que fue entonces cuando el autor de una de las columnas más populares de la prensa escrita, Red Privada,[ii] fue tiroteado a sangre fría y abandonado a su suerte en las calles de la Ciudad de México.

En la citada fecha, el genial y visionario periodista, Manuel Buendía, fue brutalmente acribillado en la vía pública; sus asesinos le dispararon en varias ocasiones por la espalda, probablemente por denunciar hechos relacionados con el creciente fenómeno del narcotráfico y sus nexos con la endémica corrupción política mexicana. Desde ese entonces, la cleptocracia[iii] que mantiene secuestrado a nuestro país comprobó que, si funciona el asesinato de figuras públicas sin consecuencias, ¿por qué parar?

Manuel Buendía fue un pionero del periodismo de fondo y de investigación, conocido por su estilo contundente y directo de informar: no importaba si los implicados en prácticas ilícitas laboraban en la administración pública, las fuerzas del orden, el crimen organizado o el narcotráfico —e incluso en la CIA (Agencia Central de Inteligencia de EUA)—, él los denunciaba y el público lo leía con avidez, su columna se publicaba en más de 200 periódicos de todo el país.

Tal es el meollo del asunto del documental de Netflix Red privada: ¿Quién mató a Manuel Buendía?, sobre un hombre con una ética y un nivel periodístico intachable, lo cual le costó la vida hace 37 años, como un anticipo del infierno que padecemos hoy en día. En su debut como director, Manuel Alcalá (guionista del filme Museo de 2018) construye un esquema narrativo que apunta a los nexos entre narcotraficantes, políticos, policía secreta y grupos militantes de la derecha mexicana, sin olvidar a la siempre presente CIA.[iv]

De manera oficial, los tribunales mexicanos tardaron casi cinco años en hacer justicia, de hecho, supuestamente, uno de los asesinos resultó ser el sobrino bisnieto del ex presidente Manuel Ávila Camacho, quien era un agente de la DFS (Dirección Federal de Seguridad), la agencia de inteligencia y policía secreta de México en ese momento.[v] Sin embargo, muchos especulan que los detenidos por el crimen sólo eran los ayudantes contratados para el operativo.

Manuel Alcalá, con la ayuda del productor Pedro Alcalá López (Foreign Nationals, 2019),[vi] realiza una extraordinaria inmersión en hechos que apuntan a fuerzas que van más allá del puñado de hombres convictos por el delito, así como de los otros involucrados que fueron asesinados antes de que pudieran hablar de más. Al igual que en el caso de los trabajadores de los medios de comunicación ejecutados que mencionamos al principio, muchos periodistas consideran que el asesinato de Buendía se investigó de forma inadecuada: casi todos los que cubrieron el caso creen que los autores intelectuales nunca fueron condenados, sin mencionar a los agentes de la DFS y de la CIA que saquearon las oficinas de Buendía inmediatamente después de su asesinato.

De esta forma, el filme de Netflix tiene todo lo que podemos buscar en un documental sobre crímenes basado en relatos periodísticos: un caso poco común se vincula a un escenario más amplio, respondiendo a suficientes preguntas, al tiempo que deja muchas sin respuesta sobre manejos turbios, reuniones en las sombras y actividades funestas que muestran una línea extrañamente difusa entre héroes y villanos.

Sin embargo, Alcalá nunca olvida el elemento humano de un pionero de 58 años que creía que su trabajo tenía siempre un propósito superior, esto es, llamar a cuentas a quienes, en el servicio público, estaban permitiendo que personajes siniestros hicieran cosas muy terribles. Así era Manuel Buendía, quien, a pesar de las advertencias, denunciaba cómo nuestro país estaba a punto de caer en un abismo, empujado por su cleptocracia y los siempre nefastos designios de la CIA.

Por ello, tal y como lo hace Manuel Alcalá con su documental Red Privada: ¿Quién mató a Manuel Buendía?, nunca debemos olvidar el enorme riesgo y sacrificio que significa ser un buen periodista en México.

 

  • Red Privada: ¿Quién mató a Manuel Buendía? (2021) está disponible en Netflix desde el 14 de julio.

 

Notas de referencia:

[i] https://articulo19.org/periodistasasesinados/

[ii] https://www.animalpolitico.com/2021/07/red-privada-legado-periodistico-manuel-buendia/

[iii] https://www.nodal.am/2020/08/mexico-la-cleptocracia-y-la-circulacion-de-las-elites-por-carlos-fazio/

[iv] https://tropicozacatecas.com/2018/08/19/axis-mundi-el-traficante-de-droga-iii-a-la-luz-de-hollywood/

[v] https://aristeguinoticias.com/2710/mexico/la-dfs-al-servicio-de-la-cia-bartlett-y-garcia-ramirez-lo-sabian-carrillo-olea-en-proceso/

[vi] https://www.imdb.com/name/nm9421300/

 

Carlos Hinojosa*

*Escritor y docente zacatecano

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