Axis Mundi — Zerocalcare en Netfix: «boccato di cardinale»


El maestro del comic italiano, Zerocalcare, siempre certero —después de quebrarse el coco con su entorno y su consciencia (bajo la forma de un armadillo)—, ha regresado al streaming después del éxito de su serie animada Cortar por la línea de puntos (2021), «una historia sobre la importancia de la salud mental»[i] que al mismo tiempo que nos divirtió, brindó una impactante y conmovedora reflexión sobre el suicidio en nuestros días.

Ahora, debemos prepararnos para ser cautivados por la brillantez de Este mundo no me hará mala persona, serie de animación para adultos que nos lleva a un viaje alucinante a través de la perspectiva única de Zerocalcare. Basada en sus aclamadas novelas gráficas,[ii] esta serie ha aterrizado en Netflix desde el pasado 9 de junio, cautivando tanto a devotos fans como a curiosos recién llegados con un viaje que resulta imperdible.

Adentrémonos en las polvosas calles de «Pitolandia», donde estalla el caos tras la llegada de 35 inmigrantes procedentes de Libia, por lo que el barrio se convierte en un hervidero de tensión a medida que se enfrentan facciones opuestas: por un lado, tenemos a los nazis (o más bien, el término utilizado para describir a los fascistas en la serie, porque el autor nos deja en claro que, en la Italia actual, el término fascista vuelve a ser motivo de «orgullo»),[iii] quienes están decididos a expulsar a los inmigrantes y cerrar el refugio. En el otro se halla nuestro protagonista, Zero, decidido a oponerse a los nazis a cualquier costo.

Pero aquí empiezan los giros de la trama: hace acto de presencia César, el amigo perdido de Zero, quien regresa tras dos décadas en rehabilitación por abuso de drogas, y ahora es uno de los nazis. Por ende, Zero se enfrenta a la nada envidiable tarea de intentar abrir los ojos de su descarriado amigo.

Este mundo no me hará mala persona disecciona sin temor a nuestra destrozada sociedad, dejando al descubierto las almas rotas que pisotean a los desfavorecidos en su desesperada búsqueda de reconocimiento: un comentario social que no deja a nadie indemne.

Por fortuna, el toque personal de Zerocalcare impregna cada secuencia, haciendo que la narración sea aún más impactante, al tiempo que añade un toque de humor al espectáculo, el cual hilvana hábilmente una escritura inteligente en su narrativa, burlándose de los problemas con los que todos lidiamos: un delicioso equilibrio de ingenio y comentario social, el cual ofrece una risa muy necesaria y reflexiva en medio del caos.

Por otra parte, lo realmente valioso de esta serie es su pertinencia, ya que aborda valerosamente los problemas más acuciantes de nuestro tiempo, reflejando la agitación y las luchas a las que nos enfrentamos en el mundo real: experiencias crudas y reales que se muestran en pantalla, como si la serie hubiera tomado las páginas de nuestro diario colectivo y las hubiera traído a la vida, un poderoso testimonio de su destreza narrativa.

Además, Este mundo no me hará mala persona deja en claro que nuestra realidad no es sólo blanca o negra, por lo que se deleita en las zonas grises, mostrando a personajes como Sara, quienes toman decisiones que al principio nos hacen mover la cabeza con desaprobación; sin embargo, a medida que se van quitando las capas, sus motivaciones y dilemas se hacen más evidentes: de pronto, estas personas complejas se vuelven no sólo identificables, sino merecedoras de nuestra empatía y comprensión.

Y aunque la serie se adentra en la problemática vida de César, nunca evita pedirle cuentas: no disculpa sus actos, sino que los confronta sin rodeos, lanzando críticas mordaces y subrayando las consecuencias de sus decisiones. Este mundo no me hará mala persona nos recuerda que todas las acciones tienen su peso, y que nadie es inmune a sus repercusiones.

En el apartado visual, la animación de Este mundo no me hará mala persona es un regalo para los ojos: delinea hábilmente un mundo desgastado, reflejando las almas maltrechas que lo habitan. Puede que no sea convencionalmente bello, pero su estética descarnada capta, a la perfección, la esencia de la condición humana en sus sombrías calles.

En conclusión, Este mundo no me hará mala persona es una fascinante obra maestra de la animación que nos deja hechizados: el punto de vista tan propio de Zerocalcare y la profunda exploración de la sociedad hacen que esta serie de Netflix desafíe nuestras percepciones y provoque una necesaria introspección.

Por tanto, si apreciamos la animación con humor negro y conciencia social, al tiempo que somos capaces de seguir el ritmo y la irreverencia de los diálogos (hay que tratar de poner el audio original, las groserías en italiano resultan hilarantes), esta serie es todo un «boccato di cardinale».[iv]

 

REFERENCIAS

[i] https://www.epe.es/es/cultura/20211219/zerocalcare-dibujante-italiano-hecho-series-12997483

[ii] https://www.todostuslibros.com/autor/zerocalcare

[iii] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-63038679

[iv] https://fraseomania.blogspot.com/2018/02/bocato-di-cardinale.html

 

Carlos Hinojosa*

*Escritor y docente zacatecano

Puedes compartir esta noticia en tus redes sociales.
Previous Tendrán en Piedra Gorda, Cuauhtémoc, uno de los mejores parques de beisbol de la región
Next Unen esfuerzos Guadalupe y la UAZ en pro del bienestar animal