Como bien saben los amables lectores, con la bestia Trump cada vez más cerca de convertirse en el candidato republicano para las elecciones presidenciales de noviembre en EUA,[i] el expresidente está vociferando que, entre otras cosas, será mucho más eficaz que el actual mandatario, Joe Biden, en ámbitos como la política exterior,[ii] en la cual, para los partidarios de Trump, su naturaleza impredecible y arriesgada ha sido la causa de algunos de sus mayores éxitos, mientras que, para sus detractores, ha resultado peligroso e impredecible.[iii]
Sin duda, Trump se ha inclinado por la «teoría del loco de la política exterior»: la idea de que un líder impredecible e irracional tendría ventaja en la negociación internacional.[iv] Pero cabe preguntarnos, ¿ha sido realmente eficaz la impulsividad de Trump o ha resultado desestabilizadora?
No es la primera vez que «la teoría del loco de la política exterior» se aplica a un presidente estadounidense: aunque dicha teoría fue articulada por primera vez por Daniel Ellsberg en 1959,[v] la expresión «loco» se popularizó a partir de unas declaraciones del expresidente estadounidense Richard Nixon, en las que afirmaba que quería que sus adversarios pensaran que estaba tan obsesionado con el comunismo que no podía contenerse, y que incluso estaría tan desquiciado como para iniciar una guerra nuclear, obligando a sus enemigos a suplicar por la paz.[vi]
Pero mientras que Nixon elaboró cuidadosamente esta imagen, no está claro que las tendencias «locas» de Trump formen parte de un «plan maestro similar».
La teoría del loco supone que las amenazas aparentemente increíbles —como embarcarse en una guerra nuclear— son más probables si proceden de alguien impredecible y posiblemente inestable. Esta idea va en contra de las teorías neorrealistas tradicionales de las relaciones internacionales,[vii] las cuales asumen que las personas son racionales y consideran las consecuencias de sus decisiones. Esto explica la lógica de la disuasión nuclear, cuando existe la Destrucción Mutua Asegurada, lo que significa que los responsables «racionales» nunca llegarían a utilizar su arsenal atómico.[viii]
En cambio, se supone que los locos no tienen en cuenta las consecuencias de sus actos, lo que, en teoría, debería infundir miedo a sus enemigos.
Pero, ¿quiénes son estos «locos»?, ¿se comportan realmente así los líderes y, en caso afirmativo, han tenido algún éxito? Los estudios sobre regímenes autoritarios han señalado que ciertos tipos de dictaduras —en concreto, las dictaduras personalistas, en las que el poder recae en una sola persona— tienen más probabilidades de encajar en el estereotipo del «loco».[ix]
Sin embargo, los dictadores personalistas también son los más propensos a echarse atrás después de vociferar, como cuando el tirano ugandés, Idi Amín (personificado magistralmente por Forest Whitaker en el filme de Kevin Macdonald, El último rey de Escocia), amenazó con anexionarse Kenia occidental en 1976, sólo para «rajarse» (como decimos en México) después de que el presidente keniano, Jomo Kenyatta, respondiera con el bloqueo de las importaciones de Uganda.[x]
La mayoría de estos «locos» suelen estar llenos de palabrería o su inteligencia militar es tan pobre (tanto inflando sus capacidades como restando importancia a sus adversarios) que se sienten envalentonados para adoptar comportamientos arriesgados que no pueden respaldar y, en el caso de Trump, a éste le tocó dirigir un país con un tremendo poder militar, pero en lugar de ser estratégico y calculador como Nixon, resultó impulsivo e incompetente.
Sin duda, tales rasgos afectaron a la política exterior de Trump, misma que se tradujo sobre todo en una larga lista de decisiones imprudentes: abandonar los Acuerdos Climáticos de París, desmantelar el acuerdo nuclear con Irán, retirarse del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, amenazar con abandonar la OTAN y la Organización Mundial de la Salud, así como entablar un extraño estira y afloja con el dictador norcoreano Kim Jong Un, que dio lugar a una serie de «cartas de amor» entre ambos.[xi]
No sólo hay pocas pruebas de que las «hazañas» de Trump hayan sido eficaces, sino también pocos ejemplos de que las tácticas de los «locos» hayan funcionado realmente con otros líderes: Idi Amín tuvo poco éxito con sus provocaciones contra Tanzania en 1978–1979, y tampoco lo tuvo el líder libio, Muamar Gadafi, después de que intentara anexionarse la Franja de Aouzou, en el norte de Chad, en 1980.[xii]
Diversos estudios han señalado varias razones por las que los locos no suelen tener éxito: para empezar, nunca está claro si los demás implicados entienden realmente lo que el «loco» pretende señalar, incluso si resulta obvio, ya que, como se le considera «demente», sus amenazas rara vez se toman en serio.[xiii]
En el caso de Trump tampoco está claro si ser percibido como «loco» es algo a lo que debemos temer o ridiculizar. Su imprevisibilidad se ha manifestado, sobre todo en la escena mundial, a través de una serie de extraños intercambios con autócratas, como la adulación a Vladmir Putin en Helsinki en 2018, donde dio más crédito a la palabra del presidente ruso que a la de sus propias agencias de inteligencia.[xiv] Trump también amenazó supuestamente con matar al presidente sirio, Bashar al–Assad, en 2017, pero luego decidió retirar las tropas estadounidenses de Siria en diciembre de 2018.[xv]
Y las «payasadas» de Trump con Irán —retirarse del acuerdo nuclear y amenazar con bombardear lugares del patrimonio cultural iraní— parecieron hacer poco para disuadir las ambiciones nucleares de la República Islámica.[xvi] De hecho, los partidarios de la línea dura fueron elegidos entonces en las elecciones de 2021, lo que habría sido lo último que querían los planificadores de la política exterior estadounidense.
Por si fuera poco, antes de la «relación amorosa» entre Trump y Kim Jong-un,[xvii] la bestia yanqui profirió amenazas temerarias de destruir Corea del Norte (y él mismo fue el destinatario de los insultos del «amado líder», quien se refirió a Trump como «trastornado mental»). Y aunque Trump se jactó de que su cumbre con Corea del Norte fue uno de sus triunfos en política exterior, no consiguió más que ningún otro presidente anterior, mientras que Kim Jong-un sigue siendo tan peligroso para la estabilidad regional como siempre.[xviii]
Y a pesar de todo lo mencionado, Trump ha abrazado «la teoría del loco». Pero parecer loco no sólo proporciona ventajas limitadas a la hora de negociar, sino que, en realidad, erosiona la credibilidad de un líder y socava los intereses a largo plazo de la política exterior de su nación. La teoría del loco no es realmente estratégica: es simplemente una total idiotez, y de ese tamaño es el proverbial «sapo» que, casi con seguridad, le tocará lidiar a la próxima presidenta de nuestro país.
[i] https://tropicozacatecas.com/2019/01/06/axis-mundi-trump-la-fuerza-de-la-bestia-fascista/
[ii] https://ibero.mx/prensa/trump-o-biden-quien-es-el-mas-adecuado-para-terminar-los-conflictos-internacionales
[iii] https://www.youtube.com/watch?v=1wfVVNt1npU
[iv] https://bayanodigital.com/la-teoria-del-loco-o-como-explicar-la-politica-exterior-de-trump-contra-venezuela/
[v] https://www.prensa.com/vivir/ellsberg-el-hombre-que-expuso-el-fiasco-de-vietnam/
[vi] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-60910526
[vii] https://fundacioncibei.org/teorias-tradicionales-relaciones-internacionales/
[viii] https://elordenmundial.com/que-es-destruccion-mutua-asegurada/
[ix] https://revistaayer.com/sites/default/files/articulos/37-4-ayer37_PortugalEspanaContemporaneos_delaTorre.pdf
[x] https://elpais.com/diario/1976/07/21/internacional/206748008_850215.html
[xi] https://www.xlsemanal.com/actualidad/20201012/kim-jong-corea-norte-trump-conflicto-estados-unidos.html
[xii] https://www.descifrandolaguerra.es/la-conexion-libio-chadiana-una-historia-de-conflicto/
[xiii] Samuel Seitz & Caitlin Talmadge (2020) The Predictable Hazards of Unpredictability: Why Madman Behavior Doesn’t Work, The Washington Quarterly, 43:3, 31-46, DOI: 10.1080/0163660X.2020.1810424
[xiv] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-44863258
[xv] https://tropicozacatecas.com/2019/10/13/trump-el-gran-traidor/
[xvi] https://www.france24.com/es/20180508-eeuu-retiro-acuerdo-nuclear-iran
[xvii] https://elpais.com/internacional/2018/09/30/actualidad/1538307538_987558.html
[xviii] https://www.nytimes.com/es/2024/01/23/espanol/corea-del-norte-amenaza-guerra.html
Carlos Hinojosa*
*Docente y escritor zacatecano